La Leyenda Burger, una experiencia más allá de la hamburguesa en Vigo
"Realmente lo que nosotros vendemos es juerga, que la gente se lo pase muy bien". Esa es la carta de presentación de La Leyenda Burger en palabras de su propietario, Alberto Cameselle. Él era un asiduo a un local en el barrio de Casablanca, en Venezuela 84, "un cervecero más" del local que tenía ese mismo nombre: La Leyenda. En 2014 se enteró de que iban a traspasar el negocio por jubilación y decidió lanzarse a la piscina.
Llegó a un acuerdo con el dueño en septiembre y después de poner al día el local, "que tenía su solera", con dos amigos, comenzó la aventura. Entre los tres lijaron, pintaron y arreglaron para abrir el negocio el 18 de diciembre de 2014. "Fue un éxito, un lleno completo, vino gente de todas las zonas de Vigo", recuerda. Eso sí, aquel local, hace más de siete años, no era una hamburguesería, sino que tenía una "carta muy variada" en la que la única receta de carne picada era la que hoy ya es un clásico del local y que lleva su nombre, La Leyenda.
La especialización como hamburguesería llegó "a través del éxito". "Fue de forma natural, estudiando los platos, salía que lo más pedido era la única burger de la carta, así que introdujimos más hamburguesas y bocadillos", explica. Durante el primer año y medio, Alberto se dedicó a formarse en todos los aspectos del negocio, desde el funcionamiento del almacén, hasta el trabajo en barra y cocina, uno cada mes; una formación que es la que ahora les da a sus empleados. Un reto que se pone Alberto, el de la formación en un sector castigado y con trabajadores "quemados" por malas condiciones que él quiere revertir.
Expandirse y crecer
En su cabeza siempre estuvo la idea de expandirse, de crecer. En un primer "estirón", abrió dos locales más, en el Calvario y en Independencia, aunque el primero lo cerró por problemas externos y para no "estropear" la marca. El modelo de La Leyenda funcionaba y en 2019 lograban facturar el doble que el año anterior, pero llegó el coronavirus. A pesar de la crisis, mantuvo a toda la plantilla y el siguiente paso fue abrir al lado del local de Casablanca un nuevo negocio: Burritos Cabrones.
Un barrio, el de Casablanca, que asegura que ha bajado mucho con el coronavirus, provocando el cierre de varios locales, aunque su esperanza es que poco a poco retome la actividad con el "triángulo de las Bermudas", formado por El Corte Inglés, la Ciudad de la Justicia y Vialia. Burritos Cabrones, que levantó en tres semanas y del que abrirá dos más en la ciudad, funcionó también desde el primer momento y, a pesar de los reajustes que tiene previstos hacer después de Semana Santa para mejorar la rapidez del servicio, ya comenzó a implementar una nueva línea, con neones y una imagen de modernidad y "juerga", que ha trasladado al nuevo local de Rosalía.
Y es que esa es una de sus condiciones irrenunciables, el de crear una experiencia más allá de comer una hamburguesa o un burrito. Porque hay algo más allá del disfrute gastronómico y de la calidad de la comida y el servicio, como asegura Alberto. "Yo siempre que me fijo en otros locales veo si la gente está bailando", cuenta mientras mueve la cabeza al ritmo de una música imaginaria, "porque al fin y al cabo es un cúmulo de emociones, es lo que realmente se queda grabado".
Nuevo local en Rosalía
La idea de abrir un nuevo local en Rosalía, "la milla de oro" de las hamburguesas en Vigo, nace por "representación de marca", como un efecto rebote que dice que donde está la competencia es donde tienes que estar tú. "No me apetecía abrir en Rosalía, porque creo que el mercado de Vigo no da para más, hay una venta finita, por mucho marketing que hagas. Si quieres robarle clientes a la competencia gastas muchos cartuchos y nuestra finalidad es expandirnos, no quitarle mercado a la competencia".
La realidad es que, desde su apertura, el local de Rosalía está funcionando, generando también esa imagen de "algo más allá de lo gastronómico", con conciertos en sesión vermú los domingos, ofertas y unas luces de neón rojo que llaman la atención desde fuera. Y gracias al marketing, como rara avis dentro de su sector; desde Vitrasas que anuncian La Leyenda hasta unas redes sociales muy potentes, siguiendo la práctica de Spielberg: la inversión de un 30% en negocio y un 70% en marketing.
Exportar el modelo fuera de Vigo
Parece que la atención la ha acaparado y le han llegado ofertas para franquiciar y para montar en Madrid y Barcelona "cocinas fantasmas", pero prefiere llevar la idea de la mano hasta A Coruña y Pontevedra, sus dos próximos retos para antes de que acabe el año. Allí irá sin tapujos, a lo grande, y sin cambiar ningún ápice de su propuesta: "Debemos seguir el modelo fuera de Vigo, no cambiarlo según a donde vayamos".
De momento, en Vigo el concepto juerguista y desenfadado de La Leyenda y Burritos Cabrones parece que cala entre los "legendarios", de siempre y los recién llegados a su mundo, y que crece al mismo tiempo que la expansión de los locales de la mano de Alberto Cameselle con su propuesta que parte de una hamburguesa, pero que quiere que siempre vaya más allá.
