Imagen de José, dueño del negocio y una imagen generada por IA de una máquina expendedora.

Imagen de José, dueño del negocio y una imagen generada por IA de una máquina expendedora. Gemini

Sociedad

José es dueño de un negocio de máquinas expendedoras y ha encontrado el éxito: "Si vende 10 productos al día, se paga sola"

El empresario detalló el funcionamiento de la industria de las máquinas expendedoras y el potencial de rentabilidad que ofrece.

Más información: Antonio Banderas (65), sobre el emprendimiento en España: "Con gente que quiere ser funcionaria no se hace un país"

Publicada

Las claves

El negocio de máquinas expendedoras funciona las 24 horas, es pasivo y puede ser muy rentable con una buena ubicación y selección de productos.

La inversión inicial para una máquina expendedora ronda los 6.000-7.000 euros, y si vende al menos 10 productos al día, puede amortizarse en un año y medio.

La clave del éxito radica en la ubicación de la máquina y en ofrecer productos de marcas conocidas para atraer clientes.

El modelo de negocio evita problemas de personal y permite obtener beneficios constantes, con una comisión del 30% sobre la facturación en algunos casos.

Si hay un negocio que opere las 24 horas del día, que funcione de manera pasiva y no requiera atención constante, ese es el de las máquinas expendedoras.

Este tipo de negocios puede convertirse en una fuente de ingresos rentable, ya que con productos sencillos como snacks o bebidas es posible generar beneficios de forma sostenida.

En este contexto, el canal de YouTube de Adrián G. Martín analizó la industria, contando con la participación de José, empresario del sector, quien explicó cómo funciona este negocio y las claves de su éxito.

Con máquinas y a lo loco

En los últimos años, la industria de las máquinas expendedoras ha experimentado un notable crecimiento impulsado por la demanda de comodidad y consumo rápido.

De hecho, si hasta hace poco solo se podía pagar con monedas, poco a poco se fue sumando la manera de pago con billetes hasta llegar a la actual: las tarjetas de crédito. "Es la evolución más notable en este tipo de máquinas", aseguraba el empresario.

Estos dispositivos, presentes en estaciones, oficinas o gimnasios, se han convertido en una alternativa práctica para adquirir productos sin necesidad de atención humana.

Por ello es que son una buena y exitosa fuente de ingresos, siempre con una buena planificación y estrategia de mercado.

"Dejando impuestos aparte, una máquina saldría sobre los 6.000 o 7.000 euros", señalaba José. "Nosotros el cálculo que hacemos es que si la máquina es capaz de vender 10 o 15 productos al día, prácticamente se está pagando sola".

Eso sí, su amortización está asegurada: "En un año y medio ya se ha amortizado. La máquina tiene una vida útil de 12 años, con lo cual es rentable siempre que tengamos ese volumen de ventas. También es importante que sean precios populares".

Además, tal y como menciona el director comercial de la empresa, Toni, estas máquinas tienen un gran nivel de rentabilidad. "De ganancia general unos 1.500 euros, si lo partes entre tres, unos 500 euros por cabeza. 500 euros vale el producto, 500 para el cliente y otros 500 para el que distribuye", apuntaba.

Por ello José considera clave la colocación de la máquina. Su ubicación puede asegurarle el éxito o condenar sus ventas al fracaso.

"En el caso de hoteles, que es nuestro principal nicho, intentamos que el cliente coloque la máquina ya sea cerca del ascensor o de la escalera, que es por donde va a pasar la gente y lo van a ver", indicaba.

Este servicio viene sin compromiso de permanencia, sin fondo económico y un beneficio del 30% de comisión de la facturación.

"Si ha facturado 1.500 euros, se queda con 500. Nos ocupamos de cualquier incidencia, de recargarlo de productos y nos ponemos en sus manos para que nos indiquen qué tipo de productos pueden funcionar mejor", aseguraba José.

Sin embargo, el empresario reconoce que en ocasiones personas que deciden colocar máquinas expendedoras cometen diferentes errores como "no dejarse aconsejar".

"Piensan que es poner una máquina y hacer dinero cuando realmente requiere de mucho esfuerzo", aseguraba el dueño. "¿Cómo conseguimos llegar al cliente? Pues a base de llamar a la puerta varias veces, presentarnos y ver cómo nos pueden escuchar. Hay que crear esa necesidad".

También no dudó en señalar cómo el uso de marcas blancas tiene un efecto perjudicial en las ventas de la máquina: "Puedes tenerla muy llena y muy bonita pero si la marca no es conocida, no te los van a comprar o te lo comprarán mucho menos".

Por tanto, la pregunta del millón: ¿Es rentable? El directo comercial lo tuvo claro. "Por supuesto. Es 24 horas, te evitas problemas de personal, siempre está activo y no hay fallos", reconocía Toni.