Montaje de Jordan, dueño de una tienda de bicicletas.

Montaje de Jordan, dueño de una tienda de bicicletas. YouTube/EuropaPress

Sociedad

Jordan, dueño de una tienda de bicicletas: "Atendemos 50 llamadas diarias, se me pone la barba blanca del estrés"

Su pequeño taller de reparación de bicicletas se ha convertido en un gran negocio que le exige mucha más responsabilidad y horas de trabajo.

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Las claves

Jordan pasó de tener un pequeño taller de bicicletas a crear una gran tienda en Barcelona, aprovechando el auge del ciclismo.

El negocio atiende hasta 50 llamadas diarias, y la carga de trabajo ha incrementado notablemente desde su expansión.

La alianza con la marca Canyon Bicycles fue clave para convertir la tienda en un centro de exposición y entregas, aumentando la clientela.

Jordan destaca que el estrés proviene del alto volumen de ventas y no de la falta de clientes, gracias a estrategias de marketing y asociaciones exitosas.

De tener un pequeño taller de bicicletas a crear una gran tienda en Barcelona. Jordan, apasionado de las dos ruedas sin motor, ha aprovechado el auge de un deporte que requiere de mantenimiento y que implica un gasto importante en bicis, cascos, botellas, luces y barritas energéticas, entre otros.

La evolución de su negocio, aunque le ha ido bien a nivel económico, supone mucho más trabajo logístico y administrativo. Por ello, según cuenta en una entrevista con el creador de contenido Éric Ponce, "se me ha puesto la barba blanca del estrés" desde que diera el pistoletazo de salida a su nuevo local hace seis meses.

Atender a los clientes, gestionar al personal, lidiar con los proveedores... Tareas que van mucho más allá de a lo que estaba acostumbrado en sus inicios, más relacionado con la reparación y la puesta a punto.

Asociación con Canyon

"A lo largo del día atendemos a 50 personas al teléfono. Hay jornadas que cada 30 segundos tenemos una llamada y podemos estar hasta incluso 20 minutos resolviendo las dudas de cada cliente", revela Jordan.

Con la ampliación de su negocio, ha tenido que adoptar un nuevo rol y delegar las labores de mantenimiento. Aunque se muestra positivo, confiesa que "echa de menos los tornillos" y se muestra un tanto agobiado porque la carga de trabajo es muy alta.

Eso sí, celebra que el motivo del estrés sea el volumen de ventas y dellamadas en vez de la escasez de clientela. "Estamos estresados porque tenemos mucho trabajo, pero no porque estemos pensando en que no entra la gente".

El punto de inflexión para dar un salto de calidad en su negocio fue su alianza con la marca Canyon Bicycles, convirtiendo su tienda, además de un taller, en un centro de exposición y entregas.

Tienda de bicicletas

Canyon es una compañía alemana de bicis de carretera, montaña, gravel y eléctricas que es referente en el sector, siendo una de las marcas más conocidas de los amantes del ciclismo. De hecho, la mitad de los productos de la tienda de Jordan son Canyon.

El propietario cuenta que uno de los trucos de captación de clientes es tener una entrada única que obliga al consumidor a caminar por toda la tienda y vislumbrar toda la gama de bicicletas y accesorios, muchos de ellos bajo las siglas de la prestigiosa firma alemana.

En definitiva, a base de trabajo, asociaciones comerciales exitosas y una estrategia de marketing efectiva, un taller de bicicletas puede llegar a convertirse en un negocio que genera mucho dinero y empleos.