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Sociedad

De Kioto a París: dos décadas de acuerdos climáticos con Endesa como referente en la transición energética

Compromiso, innovación y estrategia de Endesa sitúan a la empresa como líder en transición energética en España al cumplirse 10 años del Acuerdo de París y 20 desde la entrada en vigor del Protocolo de Kioto.

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Las claves

El phishing es una amenaza creciente que utiliza técnicas sofisticadas y manipulación psicológica para obtener datos confidenciales de clientes y empresas, afectando tanto a particulares como a grandes compañías como Endesa.

Los estafadores suelen suplantar la identidad de empleados de Endesa o de empresas relacionadas, empleando tácticas como la urgencia, promesas engañosas y amenazas para obtener información sensible o inducir cambios de compañía sin consentimiento.

Endesa ha implementado un enfoque proactivo contra el phishing, destacando la concienciación y la formación de clientes, empleados y partners, así como herramientas como un buscador para verificar llamadas autorizadas.

La compañía recomienda colgar el teléfono ante presiones, no compartir información confidencial en llamadas no solicitadas, denunciar intentos de fraude y confirmar siempre la identidad de los interlocutores mediante preguntas directas.

La preocupación por el calentamiento global ha adquirido un notable protagonismo en los últimos años. Los datos y, sobre todo, las imágenes de glaciares en retroceso o de los cada vez más frecuentes fenómenos climatológicos extremos han contribuido a elevar la conciencia global sobre la necesidad de afrontar el problema. Sin embargo, la atención a la salud del planeta no es algo nuevo. Este 2025 se celebra una doble efeméride en este ámbito: el décimo aniversario del Acuerdo de París y los 20 años de la entrada en vigor del Protocolo de Kioto.​

Ambos hitos marcan una línea clara en cuanto a la lucha contra el cambio climático en el mundo. Desde su implantación, buena parte de los países y actores implicados han reorientado sus prácticas en beneficio del planeta. En lo que respecta a España, los objetivos marcados en aquellos pactos se han traducido en una paulatina reducción de emisiones a la que Endesa ha contribuido significativamente: se trata de la empresa que más se ha descarbonizado durante este periodo, hasta el punto de que sus logros constituyen, aproximadamente, un tercio del total de reducciones alcanzadas a nivel de país.​

Como explica Jorge Pina, jefe de Medio Ambiente en Endesa, “no se trata de decir que seamos mejores que nadie, pero sí creo que es importante trasladar ejemplos de empresas que han emprendido un camino de descarbonización al mismo tiempo que mantienen el liderazgo en su sector. Es demostrar cómo la creación de valor no tiene por qué estar desacoplada del proceso de descarbonización, en particular en estos años en los que parece que el discurso de la competitividad es el que prima por encima del de la sostenibilidad”.

La era de los acuerdos globales

El Protocolo de Kioto, en vigor desde 2005, fue el primer gran acuerdo global que obligó a los países industrializados a reducir sus emisiones, fijando recortes de al menos un 5% entre 2008 y 2012 respecto a los niveles de 1990, posteriormente prorrogados con la Enmienda de Doha. Aquel marco abrió el camino a políticas climáticas más estrictas y puso el foco en los sectores energéticos intensivos en carbono, entre ellos la generación eléctrica.​

Una década después, en 2015, la COP21 de París supuso un salto cualitativo. Hasta 195 países más la Unión Europea se comprometieron a adoptar un acuerdo cuyo objetivo de fondo era limitar el calentamiento global por debajo de los 2 ºC y, preferiblemente, a 1,5 ºC sobre niveles preindustriales. Hoy aquellas metas siguen sin alcanzarse: en 2024 la evidencia científica confirmó que el planeta rebasó por primera vez ese objetivo del 1,5 lo que ha reforzado la urgencia de acelerar la acción climática.

En España, entretanto, buena parte del tejido industrial del país ha tomado a Endesa como referente en esta transición energética hacia un paradigma más sostenible y más limpio. Como recuerda Pina, “es la empresa que más aporta a este proceso de descarbonización”, algo que refrendan las fotografías de cada momento: en 2005, cuando Kioto entró en vigor, Endesa emitía en torno a 56 millones de toneladas de CO₂, lo que representaba aproximadamente un 13% de las emisiones totales de España, cifradas entonces en 436 millones de toneladas.​

Diez años más tarde, en 2015, la compañía ya había rebajado sus emisiones hasta unos 33 millones de toneladas, mientras el país descendía a unas 332 millones, de modo que Endesa ya había propiciado entonces en torno a una quinta parte de la reducción total nacional.​

Pero el salto definitivo llega en la última década: al cierre de 2024, las emisiones de Endesa se situaban por debajo de los 10 millones de toneladas de CO₂, lo que supone un recorte de alrededor del 80% desde 2005 y de más del 70% desde 2015. Todo este recorrido de fondo sitúa a la empresa como el actor que más ha contribuido a la reducción de emisiones en España en los últimos diez años, con cerca de 24 millones de toneladas de CO₂ evitadas desde el Acuerdo de París.​

Flexibilidad para un cambio de cultura

“Ha sido un proceso muy relevante”, explica Pina, que recuerda que Endesa nació, allá por 1944, como una empresa enfocada en “aprovechar los recursos de carbón que existían en España”. Sin embargo, aun con este punto de partida, la compañía ha tenido la flexibilidad para acelerar el paso de la descarbonización a medida que se han ido firmando los acuerdos internacionales, como Kioto o París, y para entender que había llegado el momento del cambio tecnológico para dejar atrás esos combustibles fósiles y centrar su mix en fuentes energéticas renovables.

Varias son las claves que explican este éxito, como expone el director de Sostenibilidad en Endesa: “Lo que ha ocurrido es que hemos ido dejando atrás los combustibles fósiles, sobre todo el carbón. Y en paralelo hemos ido creciendo en renovables. Este ha sido el proceso que ha permitido alcanzar este nivel de descarbonización y de reducción de emisiones tan importante”.

La estrategia que ha seguido Endesa a lo largo de este tiempo tiene un hito muy significativo en el cierre de sus centrales de carbón, de las que actualmente solo queda activa una, y por razones de seguridad de suministro. En cualquier caso, es un proceso muy ligado a las tres palancas que ha activado la compañía en este contexto, especialmente la primera de ellas: la apuesta firme y decidida por la generación de energía procedente de fuentes renovables.​

Fruto de esta filosofía, la potencia eólica y solar de Endesa superaba los 10,2 GW renovables instalados en 2024, con la previsión de alcanzar unos 13,1 GW en 2027. O lo que es lo mismo: el 86% de la producción peninsular de la compañía ya es libre de emisiones. Además, prevé llegar al 93% en 2026 y tiene el objetivo de que toda su producción sea 100% renovable en 2040.​

Redes de distribución: las grandes olvidadas

Subestación eléctrica de Endesa.

Subestación eléctrica de Endesa.

Junto a la generación, otro factor clave en esta estrategia de descarbonización de Endesa es el refuerzo de las redes de distribución, un aspecto capital en todo este esquema porque de esta infraestructura depende la conexión eficiente de la energía con los clientes: “Es fundamental que esa generación libre de emisiones llegue a los clientes, que sea consumida, que no existan vertidos y que todo el mundo tenga acceso”.

Ambos conceptos han asumido un papel muy importante en los sucesivos planes estratégicos de la empresa que, a juicio de Pina, “están totalmente orientados al proceso de descarbonización y de lucha contra el cambio climático”. Eso es algo que refrendan las inversiones previstas para el desarrollo de ambos ejes. Solo en el periodo 2025-2027, hay presupuestos de entre 3.700 y 4.000 millones de euros para generación y redes, respectivamente.​

Electrificar la demanda

Estos apartados concluyen en el cliente final, en torno al cual se articula el tercer pilar de esta estrategia: el impulso de la electrificación a todos los niveles. En España, el sector con más emisiones es del transporte para el que ya existen soluciones libres de emisiones. Adenás, otros ámbitos como el residencial, o el industrial también cuentan con soluciones tecnológicas innovadoras que permiten avanzar en el camino de la electrificación.

Es un enfoque que, como relata el jefe de Sostenibilidad de Endesa, “está orientado a todo lo que esté en nuestra mano” y que pueda contribuir al objetivo nacional de elevar la electrificación del consumo energético. Traducido a números, se persigue llegar hasta el 35% hacia 2035, frente al 23–24% actual, tal como marca el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).​

Flota de vehículos eléctricos

Flota de vehículos eléctricos

Compromiso en vigor para el futuro

La mirada al futuro es constante para Endesa y, de alguna manera, esta ambición equipara la acción de aquellos primeros momentos en los que se inició este camino con el momento actual y los años venideros. Y es que aún queda trabajo por hacer porque, aunque sean tiempos difíciles para la cuestión del cambio climático por las tensiones geopolíticas, el proceso sigue en vigor. Por eso, la compañía va más allá de los hitos provisionales y se marca la meta de cero emisiones netas en 2040, diez años antes del objetivo de neutralidad climática de la Unión Europea para 2050.​

En ese contexto, el caso de España y el papel de Endesa evidencian que es posible combinar competitividad y sostenibilidad, reduciendo emisiones de forma acelerada sin renunciar al liderazgo sectorial. Y, lo que es igualmente importante en este escenario, acompañar el cierre de sus centrales con planes de transición justa y promover nuevas actividades e inversiones en los territorios afectados.​

Esta ambición también está recogida en el Plan de Sostenibilidad 2025–2027. El documento incluye hasta 65 medidas ambientales, sociales y de gobernanza destinadas a asegurar que la descarbonización genere valor compartido para todos.​

“Cuando cierras una instalación como una central térmica, en la zona donde está ubicada se puede crear cierto vacío en cuanto a actividad, empleo o creación de riqueza”, explica el jefe de Medio Ambiente en Endesa. “La empresa ha mantenido siempre el compromiso con el territorio, apoyando en todo lo posible que el proceso fuera una transición lo más justa posible y siempre proponiendo de manera proactiva acciones y actividades para que así fuera”.