Montaje con una imagen de Belén y una imagen de archivo de una persona comprando.

Montaje con una imagen de Belén y una imagen de archivo de una persona comprando. iStock

Sociedad

Belén, adicta a las compras: "He llegado a gastar 3.000€ en un día en zapatos y vestidos, llegué a vomitar de ver las bolsas"

Belén Sillero es una mujer que sufrió una adicción a las compras que provocaba que gastase más y más en ropa, bolsos y zapatos.

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Las claves

Belén Sillero, exadicta a las compras, llegó a gastar hasta 3.000 euros en un solo día en artículos como zapatos, bolsos y vestidos, experimentando ansiedad y culpa tras sus compras.

Su adicción a las compras, conocida como oniomanía, se desencadenó por una sensación de vacío y baja autoestima, y se agravó tras la muerte de su padre y la independencia económica.

La facilidad de acceso al crédito y la falta de límites económicos, especialmente durante su matrimonio con una persona adinerada, aumentaron su consumo descontrolado, generando deudas y conflictos personales.

Tras el confinamiento de 2020 y un proceso terapéutico, Belén logró superar su adicción y ahora afirma comprar de forma consciente, señalando la predisposición genética y social hacia la adicción.

Entre el Black Friday y las fiestas navideñas, estas semanas se convierten en un período lleno de compras, consumismo y gasto en regalos, ropa de gala u obsequios para los más queridos.

Sin embargo, no todo el mundo lleva estas situaciones de la mejor manera y en ocasiones comprar puede volverse una adicción que cuesta superar.

Un caso así es el de Belén Sillero, una mujer que estuvo en Y Ahora Sonsoles para hablar de cómo tuvo durante años una adicción a las compras que le afectaba en su día a día.

Adicción a pasar la tarjeta

"La sensación de vacío en mi caso la intentaba llenar con las compras, pero hay gente que lo llena con la comida, con mucho deporte u otras sustancias, como el alcohol", reconocía Belén Sillero frente a Sonsoles.

La mujer hablaba de un problema que a veces se puede ignorar socialmente como es la adicción a las compras, también conocida como oniomanía.

Se trata de un trastorno de conducta caracterizado por un impulso incontrolable de adquirir bienes, a menudo de manera excesiva o innecesaria.

Las personas que la padecen suelen experimentar una sensación de gratificación momentánea al comprar, seguida de culpa, ansiedad o arrepentimiento. "Lo máximo que he gastado han sido 3.000 euros en El Corte Inglés en un día", afirmaba.

"Compré muchas cosas y caras. Compré sobre todo zapatos, bolsos, vestidos, muchos vestidos... Creo que ese día llegué a vomitar de la ansiedad de ver las bolsas en mis manos y en mi coche camino a casa. En ese momento no era consciente de lo que gastaba", señalaba.

En el caso de Belén, la mujer reveló cómo su adicción se vio motivada por su baja autoestima: "Sentía un vacío, como que no das la talla y quieres aparentar ser más de lo que eres a nivel social. Un poco influida también por el mundo consumista en el que estamos".

De ese modo, si bien siempre le gustó la moda y las compras, este placer pasó a convertirse en adicción cuando empezó a tener su propio dinero.

"Cuando muere mi padre, ahí lo paso fatal", rememoraba Belén. "Fue como sentir que se me ha ido un pilar seguro, hasta entonces dependía económicamente de él y a partir de ahí tuve que buscarme la vida".

"Cuando te haces independiente económicamente, ya estás sin control parental, por decirlo de alguna manera. Es como cuando te das cuenta de que tienes un problema porque no controlas lo que haces".

Su gasto pasó a ser desmesurado: gasto en ropa, en zapatos, en bolsos y "en regalos para todos". "El adicto a las compras también es generoso con los demás", apuntaba.

Además, Belén llegó a estar casada con un hombre bastante adinerado que le ayudó a comprar todos sus caprichos y, sin control, su adicción creció y creció.

"Podía disponer de un crédito casi inagotable y ahí se disparó el consumo", indicó. "Me ponía pocos límites y le daba un poco igual, tenía sus propios problemas. Yo sabía manipular y mentir, así que él lo llevaba bien".

La adicción por comprar se había apoderado totalmente de su cuerpo, afectando tanto a su vida personal como económica, generando deudas, conflictos familiares y un estrés constante.

"Como me aburría y me frustraba, aprovechaba la tarde para irme a comprar sin control", recordaba. "Era darme la fiesta en el centro comercial, ahí sentía toda la dopamina y alegría pero luego era volver y era el vacío, lágrimas...".

Ya divorciada y confinada durante la pandemia de 2020, Belén tuvo un punto de inflexión donde decidió cambiar de rumbo su vida. "Fue cuando tomé consciencia. Tuvimos que encerrarnos y ahí ver un poco como tenía ese armario de ropa", apuntaba.

A día de hoy, después de tiempo de terapia y tratamiento, Belén revela que ahora "compra con inteligencia" y ya no vive la vida de impulsos que tenía antes. Siente su adicción como una historia pasada.

"El sistema de dopamina del cerebro hay gente que lo tenemos un poco tocado por genética, por circunstancias...", afirmaba. "Hay gente que tenemos tendencia a la adicción más que otras".