Carla y una persona haciendo mudanza creada con IA.

Carla y una persona haciendo mudanza creada con IA. Montaje.

Sociedad

Carla, española, afectada por el alquiler turístico: "Hace más de 3 meses me echaron para convertir mi piso en uno de temporada"

Carla es una de las españolas afectadas por el alquiler turístico. Su casero canceló el contrato para transformar su casa en un piso de temporada.

Más información: Rubén, propietario de 200 pisos: "Las he transformado en viviendas turísticas porque la gente no paga el alquiler"

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Las claves

El auge del alquiler turístico en España está reduciendo la oferta de viviendas para residentes y disparando los precios del alquiler.

Inquilinos como Carla han sido desalojados de sus casas para convertirlas en pisos turísticos, impulsados por la mayor rentabilidad para los propietarios.

En ciudades como Madrid y Barcelona, los inquilinos destinan más del 74% de su salario al alquiler, mientras los precios suben mucho más rápido que los salarios.

El Gobierno ha anunciado nuevas medidas para controlar el alquiler turístico, pero el impacto de estas regulaciones no será inmediato para los afectados.

En España, alquilar una vivienda se ha convertido en una misión casi imposible.

Según el Consejo Europeo, Madrid y Barcelona figuran entre las tres ciudades europeas más difíciles para afrontar un alquiler, solo superadas por Lisboa.

El problema es tan grave que, de acuerdo con el Banco de España, los inquilinos deben destinar ya más del 74% de su salario mensual al pago del alquiler.

El mundo de la vivienda turística

Mientras el precio medio de la vivienda ha subido un 72% en la última década, los salarios apenas lo han hecho un 22,7% en ocho años, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Es decir, la distancia entre lo que se gana y lo que cuesta un techo no deja de agrandarse.

A esta desigualdad se suma otro fenómeno que agita el mercado: el auge de la vivienda turística.

El INE estima que en agosto de 2024 había en España cerca de 400.000 pisos de uso turístico, un récord histórico que sigue creciendo.

Detrás de esa cifra hay una consecuencia directa: menos oferta para residentes y precios desbordados.

Los barrios más visitados se transforman a una velocidad imparable. En edificios donde antes convivían familias, ahora los vecinos se enfrentan a ruidos, entradas y salidas constantes y, en algunos casos, al comportamiento cívico de visitantes temporales.

"Ya no era lo mismo para la propiedad"

Lo que para unos es negocio, para otros significa quedarse fuera. Y esa es la historia de Carla. Hace más de 3 meses, su casero rescindió el contrato de alquiler para transformar el piso en una vivienda de temporada.

"El índice marcaba un precio que hacía que lo que estábamos pagando en ese momento era 1.200 euros y tendría que descender a 970 euros, y aquí ya no era lo mismo para la propiedad", confesaba la joven ante las cámaras de RTVE.

Mientras tanto, los propietarios siguen viendo un filón en las plataformas turísticas. Sergi Llagostera, de la Asociación de Propietarios de Fincas Urbanas de Cataluña, lo tiene claro: "Este tipo de contratos no está sometido a la presión legislativa y para un propietario debe ser más interesante", explicó el experto.

El Gobierno ya ha anunciado nuevas medidas para controlar la expansión del alquiler turístico, en línea con lo aprobado por el Parlamento Europeo.

Pero el impacto no será inmediato. Para Carla, y paramiles de jóvenes en su misma situación, el futuro sigue tambaleándose.