Planta solar en Extremadura. Cedida
Extremadura avanza en la planificación eléctrica de la región hasta 2030
La Junta de Extremadura busca desplegar nuevos proyectos industriales y pide que se incluya a Expacio Navalmoral en la planificación energética proyectada por el Ministerio para la Transición Ecológica.
Extremadura está al alza como potencia energética. Es una afirmación derivada de su apuesta decidida por el sector renovable, especialmente en materia fotovoltaica, y porque cuenta con la Central Nuclear de Almaraz, garante de la soberanía energética del país y que abastece a millones de hogares en toda España.
Hablamos de una región que es gran productora de energía y que, paradójicamente, no cuenta con la potencia suficiente para desarrollar sus proyectos industriales y económicos.
De ahí, el gran interés de la Junta de Extremadura en que en la planificación energética con horizonte 2030 se atiendan sus demandas para que, a la par que la Comunidad Autónoma crece como potencia energética, pueda desplegar otros proyectos que incidan en el desarrollo industrial tan necesario para la región.
Precisamente, hace pocos días se ha conocido de forma oficial la Planificación Energética hasta 2030 proyectada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Esta planificación, si bien recoge varias de las demandas hechas desde Extremadura, deja fuera algunas peticiones que son imprescindibles para ese desarrollo industrial, económico y social de la región.
Es el caso de la nueva subestación de Expacio Navalmoral, que daría servicio a la gigafactoría de baterías de litio proyectada por Envision. Es un proyecto que el propio Gobierno de España ha respaldado, incluso en la colocación de la primera piedra participó el presidente Pedro Sánchez.
Ahora, esta subestación no aparece recogida en esa planificación, algo que es injusto con la región y con el Campo Arañuelo. Además de estar dando la espalda a la Central Nuclear de Almaraz, también ponen trabas a un proyecto estratégico para la misma comarca donde está dicha instalación.
Es por ello que el Gobierno de la Junta de Extremadura exige que, por justicia y equidad con el resto de España, se incluya a Expacio Navalmoral en la planificación energética.
Y al igual que esta nueva subestación, hay otras demandas de suma importancia para la región. Por ejemplo, la ampliación de las subestaciones de Don Álvaro y Río Caya en posiciones y también en apoyo y distribución para que las redes distribuidoras lleguen al consumidor final.
Otras demandas son la nueva subestación de Alburquerque para atender nuevos suministros industriales y urbanísticos así como garantizar la calidad y demanda del suministro eléctrico en la zona; o la repotenciación de la línea de Alvarado-Balboa.
Estos son ejemplos de algunas de las principales peticiones que ha hecho la región a esta planificación porque resultan de sumo interés para diversos proyectos que se quieren implantar en la región y que sin esa energía tendrían muy difícil su despliegue.
Se trata de subestaciones y líneas que repercuten directamente en zonas y proyectos muy importantes como la Plataforma Logística del Suroeste Europeo en Badajoz; la instalación de proyectos de hidrógeno verde o para favorecer la integración de renovables.
Reunión de la consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible, Mercedes Morán, con el secretario de Estado de Energía, Joan Groizard. Cedida
Por todo ello, la Junta de Extremadura está manteniendo diversas reuniones con los organismos, empresas o instituciones afectadas o involucradas en la necesidad de contar con estas subestaciones o líneas.
Desde el diálogo y el acuerdo, el Ejecutivo extremeño busca implicar a todos a los que afecta la decisión en torno a la planificación eléctrica y así poder alegar para que el MITECO atienda a estas reivindicaciones.
Una vez transcurridas esta ronda de reuniones, la Junta presentará en tiempo y forma las alegaciones que se estimen imprescindibles para que la región cuente con una planificación energética justa y acorde a sus necesidades y a su impulso económico.
Extremadura no pide más que nadie pero tampoco se quiere quedar atrás. Una tierra que durante muchos años ha estado en un segundo plano del desarrollo industrial y económico, está emergiendo con fuerza, carácter y muchas ganas para reivindicar su sitio y demostrar que es un territorio lleno de oportunidades y de posibilidades.
La comunidad extremeña sólo necesita que no le corten las alas, que el Gobierno de España atienda sus reivindicaciones para poder crecer y competir en igualdad de condiciones con el resto del país.
En los últimos dos años, las políticas de la Junta de Extremadura y el coraje de los ciudadanos extremeños están haciendo romper estigmas y barreras que antes parecían infranqueables para esta tierra. Es hora de que tenga un trato justo e igual para seguir impulsando el crecimiento de una región que puede ser imparable.