Sergi Torrens, experto en herencias.

Sergi Torrens, experto en herencias.

Sociedad

Sergi Torrens, experto en herencias, sobre uno de los errores más comunes: "Puede costarte hasta 60.000 euros"

Según el experto, la duda más repetida en cualquier conversación es si hacer una donación en vida o dejarlo en herencia.

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Las claves

Sergi Torrens, experto en herencias, destaca las diferencias entre donar y dejar bienes en herencia, subrayando que las reglas y consecuencias pueden variar significativamente.

El impuesto sobre herencias y donaciones en España es competencia de las comunidades autónomas, lo que puede llevar a diferencias significativas en la tributación, llegando hasta los 60,000 euros.

Donar bienes puede implicar el pago de varios impuestos adicionales para el donante, incluyendo el Impuesto de Donaciones, Ganancias Patrimoniales y la plusvalía municipal.

¿Conviene más donar en vida o dejar los bienes en herencia? La pregunta, tan habitual como compleja, es una de las más repetidas en cualquier conversación de planificación patrimonial.

El experto en herencias y planificación financiera Sergi Torrens ha abordado recientemente esta cuestión en uno de sus vídeos, ofreciendo ejemplos prácticos que ponen de relieve lo determinante que puede ser la comunidad autónoma en la que se tribute.

"Aunque suenen muy parecidas, las reglas de la donación y de la herencia son distintas y las consecuencias pueden ser muy dispares", advierte Torrens al comienzo del vídeo publicado recientemente.

El punto de partida, recuerda el especialista, está en que España cuenta con 17 comunidades autónomas y dos ciudades autónomas (Ceuta y Melilla).

Según explica, la Ley 29/1987 transfiere la recaudación efectiva del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones a las comunidades, lo que les otorga competencia para modificar parámetros clave: tarifas, bonificaciones, exenciones o coeficientes.

"El impuesto no es homogéneo. Además, hay bienes que jamás deberías donar y otros que donarlos hubiera sido una jugada maestra", señala Torrens.

En esencia, la herencia tributa en la comunidad donde residía el fallecido, mientras que la donación se grava en la comunidad donde vive quien la recibe.

Tal y como apunta Sergi, este simple matiz puede marcar una diferencia de hasta 60.000 euros.

Para ilustrarlo, Torrens plantea un ejemplo sencillo. Dos amigos, Dona y Tario, desean donar 100.000 euros a sus hijos para ayudarles a comprar su primera vivienda. El hijo de Dona vive en Barcelona y la hija de Tario en Madrid.

En el caso catalán, explica, existe una bonificación del 95% para los primeros 60.000 euros si el beneficiario tiene menos de 36 años y gana menos de 36.000 euros. Así, el hijo de Dona pagaría solo 2.000 euros en impuestos, un 2% del total recibido.

Mientras tanto, la hija de Tario, residente en Madrid, disfrutaría de una bonificación del 100% hasta los 250.000 euros, lo que se traduce en cero impuestos.

Si ambos decidieran esperar a la herencia, la situación se invertiría: el hijo de Dona heredaría desde Madrid y la hija de Tario desde Barcelona.

En ambos casos, el importe quedaría prácticamente exento. "Por tanto", concluye el experto, "esperar a la herencia habría supuesto un ahorro de unos 2.000 euros, aunque a veces conviene donar antes si el hijo necesita el dinero para algo urgente, como comprar un piso".

El peligro oculto

Torrens advierte, no obstante, de un detalle que muchos desconocen: donar puede generar impuestos adicionales para quien entrega el bien. "Dependiendo de lo que dones, puedes acabar pagando IRPF y hasta impuestos locales", afirma.

Concretamente, el donante puede verse obligado a abonar tres tributos: el Impuesto de Donaciones, el Impuesto sobre las Ganancias Patrimoniales, si el bien ha aumentado de valor y en el caso de inmuebles, la plusvalía municipal.

Las donaciones, dice, solo suelen ser ventajosas cuando se trata de efectivo o de activos de bajo valor o rentabilidad, o en casos donde el beneficiario no es un familiar directo y las condiciones fiscales sean más favorables.