La empresa elabora de forma artesana toda la bebida.

La empresa elabora de forma artesana toda la bebida. Cedida

Sociedad

Ferran Monfort (21), empresario: "Empezamos invirtiendo 15.000 euros, era todo lo que teníamos ahorrado"

Tras años de pruebas en casa, estos tres jóvenes de la Costa Brava triunfan con Sa Tuna, una ginebra premium que ya está en restaurantes de alta gama.

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A sus 21 años de edad, Ferran Monfort no sigue el camino de la mayoría de jóvenes de su edad. Y es que mientras ellos se centran en aprobar exámenes y planificar su futuro académico, él ya es fundador de Sa Tuna, una marca de destilados que ha logrado hacerse un hueco en el mercado tras conseguir una facturación de más de 60.000 euros.

Ferran, natural de la Costa Brava, estudió LEINN, un grado centrado en emprendimiento donde "nos evalúan en base a beneficio, facturación, clientes".

Sin embargo, tal y como confiesa a EL ESPAÑOL, la verdadera escuela de negocios la vivió mucho antes, cuando decidió lanzarse al mercado con una ginebra premium en un sector donde pocos novatos se atreven a entrar.

Los jóvenes arriesgaron todos sus ahorros.

Los jóvenes arriesgaron todos sus ahorros. Cedida

La chispa de Sa Tuna nació en 2020, cuando Ferran estaba en segundo de bachillerato. Junto a sus dos actuales socios, David y Arnau, trabajaban de camareros durante los veranos para ganarse un dinero con el que poder empezar a ahorrar.

Sin embargo, entre copas y gin-tonics, comenzaron a experimentar con ginebras y a añadir especies locales para mejorar el sabor de los combinados que servían, hasta comprender que esa esencia faltaba en el mercado.

Y se pusieron manos a la obra. Fue en el sótano de su casa, usando "un alambique pequeño de cobre de 10 L", donde los amigos comenzaron a crear.

Ferran recuerda que la confianza en su producto surgió de manera natural, casi sin planearlo. Y es que la mayoría de las pruebas que hicieron para ver si gustaba su producto, fueron de estraperlo "en los bares donde trabajábamos".

Durante esos veranos, los clientes que pedían gin-tonic, probaban su ginebra sin previo aviso y tal y como explica el emprendedor "se quedaban muy sorprendidos" tras el primer sorbito.

Fue ese feedback, asegura, el que les dio el impulso definitivo: "A lo mejor si nos hubiéramos parado en aquel entonces en analizar todo bien, no hubiéramos salido".

Los emprendedores se han establecido como un referente en la Costa Brava.

Los emprendedores se han establecido como un referente en la Costa Brava. Cedida

Sin embargo, el camino no fue sencillo. Aprender "casi todo" sobre producción, legislación y fiscalidad fue un reto constante.

La normativa del alcohol es estricta y exigente, y los tres jóvenes tuvieron que enfrentarse a ella mientras invertían únicamente sus ahorros.

A pesar de los obstáculos, lograron sacar su producto al mercado en julio de 2023, con 15.000 euros y muchas ganas de crecer.

"Nosotros empezamos invirtiendo 15.000 entre los tres, es decir, un 5.000 por cabeza, que es todo lo que teníamos ahorrado del trabajo. Y eso nos permitió a nivel operativo empezar a funcionar, pero no teníamos ya más margen ni para marketing ni para contratar a nadie, era solo a nivel de nave, de legislación, de la primera compra de stock, de alcohol, botellas...", relata.

El proceso incluye desde la creación de la propia bebida hasta el diseño y el embotellado.

El proceso incluye desde la creación de la propia bebida hasta el diseño y el embotellado. Cedida

Sin embargo, la perseverancia y el trabajo en equipo se convirtieron en sus mayores aliados. Y es que aunque durante el primer año y medio no vieron ingresos personales, no dudaron en continuar perfeccionando su fórmula para lograr hacerse un nombre en el mercado.

Sa Tuna utiliza un 80% de botánicos característicos de la zona, buscando un perfil de sabor "muy fresco, muy suave, para nosotros es como muy elegante".

Pese a ello, el camino tampoco estuvo libre de rechazo. Ferran recuerda haberse enfrentado a "muchísimos nos y a muchísimas puertas cerradas" por su juventud.

Sin embargo, supieron ganarse la credibilidad posicionando Sa Tuna en lugares selectos, incluyendo "restaurantes de estrella Michelín".

Su estrategia se centró en consolidar su presencia en la Costa Brava y en su área de influencia, fortaleciendo la marca en su entorno más cercano.

Tan solo un año después de su lanzamiento, en 2024, la facturación de Sa Tuna ya alcanzaba los 60.000 euros, y el equipo creció a seis personas.

Y es que aunque "a nivel de empresa aún no hemos dado nunca beneficios, a nivel del cierre de cuentas" Ferran sabe que la inversión es lo que le permitirá crecer de cara al futuro.

El joven catalán defiende que la juventud es la mejor etapa para emprender, porque "tienes menos obligaciones y puedes permitirte el lujo de fallar más de una vez".

Por ello, a quienes quieren lanzarse al mundo del emprendimiento les aconseja simplemente "que lo intentaran, que se lancen a la a la piscina", recordando que este camino es un constante aprendizaje y superación.