El joven gestiona sus propios proyectos.

El joven gestiona sus propios proyectos. Cedida

Sociedad

Alfonso Cobo (32), empresario: "Cuesta que te tomen en serio, hay una falta de credibilidad automática al ser joven"

Con tan solo 25 años, este emprendedor superaba las 60 millones de descargas en su proyecto y se colaba en la lista Forbes '30 under 30'.

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Mientras muchos a los 32 años todavía buscan un trabajo estable, Alfonso Cobo ya lleva tres proyectos a sus espaldas y la venta millonaria de su primera startup

Así lo cuenta emocionado a EL ESPAÑOL, recordando que todo empezó hace una década en Inglaterra, donde se marchó para estudiar arquitectura. 

Allí, con tan solo 25 años, de manera inesperada una beca lo llevó a Nueva York a hacer un máster, y fue donde su vida cambió.

"Fue un poco la combinación de curiosidad y casualidad. Siempre me ha apasionado el mundo del emprendimiento, pero tras estudiar arquitectura en Inglaterra, me dieron una beca para después poder estudiar un máster en Nueva York. Ahí descubrí que podía combinar diseño, tecnología y creatividad", confiesa recordando su trayectoria.

De esa mezcla surgió Unfold, una app para crear historias visuales con plantillas que no tardó en hacerse viral en redes sociales en el año 2018.

Tras superar los 60 millones de descargas y colarse en la lista Forbes '30 under 30', en 2019 Squarespace la compró por "una cantidad cercana a las ocho cifras".

Tras el gran éxito social que tuvo la aplicación "entendí que quería seguir creando productos que solucionaran los problemas de la gente y conectaran con ellos".

Ser joven no le ha impedido nada a este emprendedor.

Ser joven no le ha impedido nada a este emprendedor. Cedida

Sin embargo, confiesa que en ese momento ser joven fue una espada de doble filo. Con un poco de recelo, Cobo confiesa que su edad le abrió puertas, pero también le puso obstáculos.

"Al principio cuesta que te tomen en serio, hay una falta de credibilidad automática cuando eres joven. Te ven con energía pero dudan de tu capacidad de ejecutar", relata.

Pero eso no lo iba a parar. Y es que para demostrar que podía hacerlo, decidió apostar por los hechos. En menos de lo que pensaba, Cobo creó un nuevo producto, con una comunidad fiel y unos resultados que nadie podía ignorar.

En 2023 fundó Hypelist en Los Ángeles, una aplicación diseñada para crear, organizar y compartir listas de favoritos.

Un nuevo proyecto que surge para cubrir otra necesidad concreta: ofrecer un lugar donde guardar y descubrir lugares, productos, contenidos o experiencias recomendados por personas de confianza.

No obstante, Alfonso reconoce que no fue nada fácil. Y es que tal y como explica, la juventud tiene dos caras y a su edad ya había pasado por ambas.

"Era un obstáculo por la falta de experiencia y contactos, pero también una ventaja porque tenía tiempo, resiliencia y menos miedo a equivocarme. La juventud es frescura y ganas de arriesgar, algo que con los años se pierde", confiesa.

Pese a ello, lo que siempre tuvo claro es que quería trazar su propio camino. "No me veía siguiendo un camino tradicional en una empresa; quería arriesgar, probar y crear algo con mi sello".

Y es que a diferencia de muchos que buscan un puesto fijo toda su vida, Alfonso piensa que "hoy en día los jóvenes tenemos muchísimas herramientas no solo para aprender sino también para crear".

Sin embargo, como todo emprendedor, también ha cometido errores y el primero fue pensar que podía hacerlo todo solo.

Alfonso Cobo en una de las propiedades que regenta con Olivar.

Alfonso Cobo en una de las propiedades que regenta con Olivar. Cedida

"No delegaba y eso me quemó. Aprendí que tener un equipo fuerte es lo más importante y que hay que confiar en los demás, aunque no lo hagan exactamente como tú lo harías", explica con sinceridad.

Con el tiempo, también entendió la importancia de equilibrar la pasión con la estrategia, obligándose "a separar lo que me ilusiona como creador y lo que necesita el negocio para sobrevivir. He aprendido a escuchar a gente más experta, a rodearme bien y a no dejarme llevar solo por la emoción".

Ahora, si tuviera que resumir qué lo empuja a seguir, Alfonso lo tiene claro: "Curiosidad y ganas de aprender algo nuevo todos los días". Una curiosidad que le hace no parar y que lo ha llevado a innovar y a imaginar nuevos proyectos que van más allá de la tecnología.

Hace tan solo unos meses lanzó Olivar, una empresa que gestiona cinco propiedades en diferentes puntos del mundo, que se alquilan para estancias privadas, rodajes o eventos, combinando diseño, intimidad y autenticidad.

Es por ello, que tal y como nos revela, su trayectoria no va a acabar aquí. En menos de diez años, este joven canario se ve con empresas más consolidadas y creando espacios culturales que inspiren a otros.

Y es que como confiesa, para él, "el dinero nunca fue mi motor. Lo que realmente me mueve es crear productos que la gente use y que generen impacto cultural. El éxito económico es consecuencia de eso, no el objetivo en sí".

Así, a quienes empiezan en esta aventura, Alfonso les da un consejo claro: "No persigan el dinero. Hagan algo que les apasione y que resuelva un problema real. Empiecen con algo pequeño, sin esperar a que todo esté perfecto. El mercado enseña más que cualquier teoría".

Unas palabras con las que, mirando al Alfonso de 18 años, "le diría que confíe en su intuición y no se preocupe tanto por encajar, que lo diferente que siente es precisamente lo que le abrirá las puertas".