Samuel Heath, inversor inmobiliario y emprendedor

Samuel Heath, inversor inmobiliario y emprendedor

Sociedad

Samuel Heath, inversor, tras ganar 100.000 € con un piso okupado: "Me estoy forrando gracias a Pedro Sánchez"

Un inversor inmobiliario revela en TikTok cómo las leyes de ocupación le permitieron ganar miles de euros con un piso okupado en Madrid.

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El mercado inmobiliario español vive un momento de tensión en torno al fenómeno de la okupación.

En medio de este debate surge la historia de Samuel Heath, un inversor que asegura haber obtenido un beneficio extraordinario gracias a esta situación.

El propio Heath lo cuenta con una mezcla de contundencia y orgullo: "Me estoy forrando gracias a Pedro Sánchez. Estoy aprovechando al máximo las leyes de okupación que ahora mismo están en vigor".

Su experiencia no deja indiferente a nadie: adquirió un piso okupado por 36.000 euros y, tras un proceso de desalojo y reforma, asegura que ahora vale 170.000.

El inversor relata que el procedimiento para recuperar la vivienda fue más rápido de lo esperado: "Pude sacar a los okupas en solamente 3 meses, no tardé mucho. Y ahora el piso tiene un valor de 170.000".

Aunque admite que la vivienda estaba en un estado deplorable, los números, dice, le siguen cuadrando.

"Obviamente, el piso estaba asqueroso. Esta gente vivía como ratas y tuve que hacer una reforma integral, pero igualmente me salen muy bien los números", señala.

El estado de la vivienda

Para ilustrar su experiencia, Heath grabó el recorrido por el piso en las condiciones en que lo encontró.

Sus palabras describen un panorama insalubre y extremo: "Voy a enseñar ahora el piso que compré con okupas, y si de verdad esta gente vive en estas condiciones, estoy seguro que no has visto nada parecido".

El relato continúa y no se queda corto en detalles: "Entramos en la casa y bueno, como podéis ver, está hecha un desastre. El olor estaba impregnado en todas las paredes. El piso está en una segunda planta y se olía hasta en la portería de abajo".

Un hedor que afectaba incluso a quienes lo visitaban: "Daba asco, el aire estaba totalmente contaminado y costaba respirar. Después de estar en este piso, el olor se te quedaba también impregnado en la nariz y en la ropa".

La descripción continúa con la presencia de animales y suciedad extrema, dos aspectos que hacían imposible la habitabilidad de la casa.

"Tenían gatos y había heces por toda la casa junto con un montón de basura. Y ahora pasamos al baño y, pues, más de lo mismo. No sé cómo la gente puede vivir en estas condiciones, me parece una locura", explica.

En las habitaciones, la escena no era mejor; el desorden y la suciedad continuaban por todas partes, haciendo que el ambiente resultara aún más asfixiante e incómodo.

"Ahora pasamos a las habitaciones y, bueno, como podéis ver, los colchones negros se encuentran junto a colchones en mejor estado al lado de la basura. Todas las paredes también estaban negras y súper pegajosas", describe.

De la ruina al beneficio

Tras desalojar a los ocupantes y afrontar la reforma integral, Heath sostiene que la vivienda se transformó por completo.

Aunque no aporta cifras exactas de la inversión realizada en obras, asegura que el valor final del piso triplica con creces lo que pagó inicialmente.

La historia de Samuel Heath no es solo un caso de inversión particular. También pone sobre la mesa un debate social y político: las leyes de ocupación, la protección de la propiedad privada y la especulación inmobiliaria.

Mientras unos lo ven como un ejemplo de cómo sacar provecho en un mercado complejo, otros lo interpretan como una consecuencia de la precariedad habitacional y de la falta de soluciones estructurales al problema de la vivienda en España.