Imagen generada por IA de una jubilada y Joana.

Imagen generada por IA de una jubilada y Joana. Gemini

Sociedad

Una jubilada no se corta y confiesa su dura realidad: "Mi pensión es de 800€ y tengo que pagar un crédito de 20.000€"

Joana Regidor es una mujer que sacó varios microcréditos con un valor superior a 20.000 euros y a día de hoy vive asfixiada con la deuda.

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Con la economía actual en España, es una clara realidad que muchos optan por pedir microcréditos para poder financiar deudas con frecuencia, ya sea para vacaciones, tratamientos dentales, reformas o educación.

Sin embargo, a veces estos microcréditos se pueden salir de las manos y el cobro constante llegar a asfixiar, una clara evidencia de que muchos viven por encima de sus posibilidades.

Un caso de eso es el de Joana Regidor, una mujer que a día de hoy tiene una pensión de 800 euros mensuales y todavía no ha acabado de pagar varios microcréditos con un valor superior a los 20.000 euros.

Los microcréditos, señalados

Los microcréditos surgieron como una herramienta financiera para apoyar a personas y comunidades vulnerables. Con un enfoque social, estos préstamos de pequeñas cantidades ayudan a quienes no pueden acceder a la banca tradicional.

Actualmente, también se utilizan para pymes y emprendedores que necesitan dinero de forma rápida. Así, los microcréditos se han convertido en un recurso flexible tanto para fines personales como profesionales.

De tal manera, estos microcréditos se han vuelto parte de la rutina del día a día, desde usarlos para comprar electrodomésticos a muebles, dispositivos electrónicos o incluso viajes de vacaciones. Incluso muchas páginas de compra digital lo ofrecen para pagos a partir de un euro.

Es decir, la población se ha acostumbrado a los microcréditos y los ha implementado a su vida diaria, algo que en muchos casos puede tener efectos devastadores.

Durante el programa Y Ahora Sonsoles, este tema generó especial discusión por lo que contaron con Joana Regidor, una mujer que tiene dificultades para poder asumir la gran deuda de microcréditos que tiene.

"Tengo un microcrédito de 20.000 euros que me falta por pagar año y medio, pero luego tuve que pedir otro de 6.000 euros por la boca. Tenía la boca fatal y tuve que pedir otro", señala la mujer.

Regidor explicó que cuando los sacó trabajaba, pero ahora vive de su pensión: "¿Qué pasa? Que dejas de trabajar, yo, por enfermedad, tengo una pensión baja de 800 euros y pago 400 euros del crédito más todo lo que hay en la casa (el IBI...). No me llega".

En el caso de su reforma, se trató de "tirar un tabique y hacer algunos arreglos". "Tengo el piso de mis padres; son casas viejas y hay que mantenerlas. Fue un poco por estética, porque tenemos una habitación pequeña y una cocina al lado del salón, y queríamos juntarle", indicaba la mujer.

Durante este período Joana ha pagado un 7% de interés de su deuda original. "El crédito inicial era de 19.672 euros, y ahora tengo pendiente 5.000 y pico. Cuando lo pedí estaba trabajando y han pasado unos 10 años", aseguraba.

No obstante, aunque sorprenda esta historia, lo cierto es que el caso de Joana no es el único, El programa también contó con Yolanda Marcos, otra mujer a la que acechan los microcréditos.

"Tengo 5.100 euros de microcréditos de unas ventas, un curso de interiorismo, una hipoteca, un coche, estoy pagando los dientes... Las ventanas las tuvo que hacer mi pareja porque a mí no me dejaban. Tengo créditos activos que suman una carga mensual de más de 500 euros al mes", revelaba Yolanda.

Por tanto, los microcréditos pueden ser una herramienta útil para conseguir rápidamente una financiación, ya que permite cubrir necesidades urgentes y ofrecen un apoyo financiero que de otra manera sería inaccesible.

Pero no dejan de ser créditos, por lo que pueden traer importantes riesgos de endeudamiento si no se solicitan con una determinada planificación y responsabilidad.