El economista Gonzalo Bernardos.

El economista Gonzalo Bernardos. E.E.

Sociedad

Gonzalo Bernardos (62), economista, sin tapujos: "Pronto veremos yeseros cobrando 6.000 euros al mes en España"

La falta de mano de obra en construcción dispara los sueldos: Gonzalo Bernardos alerta de que oficios como el de yesero serán de los mejor pagados.

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El panorama de España en la actualidad lleva a jóvenes que tienen que lidiar con contratos precarios a pesar de tener estudios, una situación contraria a la de los oficios manuales, que ganan peso en el mercado por la escasez existente.

En este sentido, el economista Gonzalo Bernardos apunta a los yeseros como una profesión que puede ver disparado su sueldo tanto en Madrid como en el resto del país, considerando que es un oficio con mucho futuro dada la situación actual.

En el año 2025, la Encuesta de Población Activa (EPA) muestra una mejoría con 584.000 trabajadores en activo más en 12 meses, alcanzando así los 22,27 millones, y con un gran empuje del sector servicios. Pese a ello, la tasa de paro se sitúa en un 10,29%.

El desajuste entre la oferta y demanda en los oficios de la construcción está provocando un aumento de los salarios que no se veían desde hace mucho tiempo, tal y como recuerda el economista de 62 años.

Los yeseros, una profesión cada vez mejor pagada

Bernardos destaca que es una profesión manual y que haya estado infravalorada en los últimos años como la de yesero, puede llegar a convertirse en una de las profesiones mejor pagadas, con la ventaja adicional de que no es necesario tener un título universitario ni superar una oposición.

Para ello solo es necesario tener habilidad con las manos, y su predicción es que "pronto veremos a yeseros cobrando entre 5.000 y 6.000 euros", todo ello por la falta de mano de obra en construcción.

Aunque el empleo avanza, el paro continúa siendo alto y se aprecia una notable escasez en determinados perfiles y puestos de trabajo, como la yesería, donde cada vez se suben las nóminas por la necesidad de cubrir tanto la obra nueva como de rehabilitación.

No obstante, no son ellos los únicos beneficiados, sino que hay otros perfiles con destreza manual necesarios y para los que no es necesario estudiar más allá que tener práctica y cualificación en tareas de obra, reforma, rehabilitación y mantenimiento.

Dentro del terreno de la construcción existe un déficit de albañiles, fontaneros, yeseros y electricistas. Estas actividades son esenciales para sacar adelante una obra nueva y, sobre todo, para atender las necesidades en materia de reformas y rehabilitaciones.

Gonzalo Bernardos explica que la media de edad en este tipo de profesiones es elevada y que muchos jóvenes prefieren optar por otras salidas profesionales, lo que genera un "vacío generacional" que explica la subida del sueldo.

El economista relaciona este distanciamiento con un mayor nivel de bienestar de partida y con unas expectativas que no en todos los casos se cumplen en el mercado tradicional. De esta forma, no quiere decir que haya que renunciar al estudio, pero sí abrir la puerta a los oficios de la construcción.

Y es que algunos de ellos, como el de yesero, están llamados a tener una gran demanda de profesionales en un futuro no muy lejano, lo que abre las puertas a generar importantes beneficios económicos.

El mercado laboral se inclina a los oficios manuales

Los oficios manuales se perfilan como uno de los sectores mejor pagados en el futuro en España, una tendencia que, aunque pueda resultar sorprendente para muchos, se explica por una serie de factores relacionados y que suponen que se está moldeando el entorno laboral.

Entre estos factores, el más evidente es el ya comentado de la escasez de profesionales cualificados para desempeñar este tipo de trabajos, ya que muchos jóvenes prefieren optar por estudios universitarios y carreras tecnológicas, alejadas de los oficios.

Este hecho provoca que haya una oferta cada vez más limitada de profesionales en áreas como la electricidad, la fontanería o la carpintería. Esta escasez hace que la demanda supere ampliamente la oferta, y, por tanto, suponga un aumento de la remuneración de estos trabajos.

A ello hay que sumar que estos oficios tienen una dificultad de automatización. A diferencia de lo que sucede con muchos trabajos administrativos o repetitivos que la inteligencia artificial está reemplazando con rapidez, los trabajos manuales necesitan de habilidades prácticas.

Además, también se requiere de flexibilidad y capacidad de adaptación a entornos cambiantes y distintos, algo que aún no pueden replicar de manera efectiva las máquinas. Este factor genera una barrera tecnológica que protege y da valor a estas profesiones.

Y es que, a pesar de los avances tecnológicos, la mano de obra humana sigue siendo indispensable para tareas concretas que necesitan de precisión y experiencia para poder llevarlas a cabo de la forma adecuada.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que el mercado laboral está evolucionando hacia una mayor especialización y demanda de habilidades prácticas que complementan el avance tecnológico. Los oficios manuales habitualmente requieren de formación técnica específica pero no universitaria.

Esto hace que sean opciones viables y atractivas para una gran cantidad de trabajadores, sobre todo en un escenario en el que la automatización reduce las oportunidades en otros sectores menos cualificados. Esta dinámica ocasiona un ajuste natural para alinear oferta y demanda.

Dicho lo anterior, el futuro de los oficios manuales en España es prometedor y, a pesar de los cambios que puede haber en el futuro y la evolución laboral, la conclusión es que trabajadores como fontaneros, electricistas o carpinteros seguirán siendo esenciales. Y además, cada vez estarán mejor pagados por desempeñar su trabajo.