Esperanza Moyano, usuaria de TikTok

Esperanza Moyano, usuaria de TikTok

Sociedad

Una mujer no se calla sobre la realidad de las 'paguitas' en España: "Te sueltan una limosna y dejas de ser libre"

Esperanza Moyano denuncia en TikTok que las 'paguitas' en España no son un apoyo, sino un mecanismo de control que limita la libertad de la población.

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En España, el debate sobre las llamadas 'paguitas' siempre ha estado cargado de polémica.

Para algunos, representan un mecanismo de apoyo social, mientras que para otros son vistas como una herramienta de control.

Una voz que ha resonado con fuerza en redes sociales es la de Esperanza Moyano, usuaria de TikTok, quien ha denunciado con contundencia lo que considera la verdad oculta detrás de estas ayudas.

Moyano comienza su exposición de manera clara: "Lo que llaman paguitas no son ayudas, son cadenas invisibles. Y hoy voy a contarte toda la verdad, aunque duela".

Con esta declaración, introduce una visión crítica que cuestiona la intención detrás de los subsidios. Según ella, cada euro que entrega el Estado "tiene una trampa" y lo que busca en realidad es obediencia.

La tiktoker recuerda cómo las políticas de subvenciones han influido en distintos sectores productivos del país, afectando a empresas consolidadas y nuevos emprendimientos.

"A los pescadores les pagaron para que dejaran de pescar, a los agricultores para que arrancaran sus viñas o dejaran el campo baldío y a las fábricas locales para que cerraran con subvenciones...", explica. 

En su relato, señala que las grandes beneficiadas han sido las multinacionales extranjeras y que el gran perjudicado ha sido el pueblo español, que pasó de productor a consumidor dependiente.

En su análisis, Moyano no duda en acusar a la política social de ser un instrumento electoral: "Las paguitas aseguran votos cautivos. Quien depende de ellas, vota al que se las da".

Este vínculo entre dependencia económica y control político es, a su juicio, la clave para entender este fenómeno en nuestro país. 

Y añade que, mientras tanto, una parte de la población gasta esas ayudas en "tabaco barato, alcohol, porros y pastillas", lo que deriva en un pueblo "dopado, adormecido y entretenido con telebasura y pantallas".

La crítica no se queda en el plano nacional. Moyano apunta directamente a la Unión Europea, a la que acusa de diseñar este modelo: "Somos un pueblo dependiente, sin soberanía laboral ni cultural, consumidores obedientes de lo que ellos fabrican".

Para la creadora de contenido, aceptar las ayudas es aceptar la renuncia a la libertad: "La paguita no es ayuda, la paguita es el precio de tu rendición. Te quitan la dignidad del trabajo, te quitan el orgullo de crear".

En su discurso, no obstante, también deja un mensaje de esperanza: "Aún hay salida, recupera tu oficio, tu tierra, tu soberanía y tu fuerza".

Su mensaje es, en definitiva, un llamado a despertar, a no resignarse a depender de migajas, y a recuperar el sentido de orgullo y soberanía.

"El verdadero alimento no viene de una paguita, sino de tus manos, de tu dignidad y de tu libertad", concluye.