José Elías, presidente de Audax Renovables

José Elías, presidente de Audax Renovables

Sociedad

La dura confesión de José Elías (49 años) tras ser despedido por su jefe: "No vales para trabajar, te vas a morir de hambre"

El empresario multimillonario relata cómo un despido humillante marcó su vida y, años después, convirtió esa herida en el motor de su éxito empresarial.

Más información: Álvaro Mazariegos, director de audiencias de El Español, sobre el periodismo: "El impacto de la inteligencia artificial será total"

Publicada

En ocasiones, los golpes más duros en la vida profesional son también los que terminan marcando el rumbo del éxito.

Este es el caso de José Elías, presidente de Audax Renovables, que recientemente compartió en una publicación de X un episodio decisivo de su juventud.

Aquel día, hace casi tres décadas, su jefe le lanzó una frase que jamás olvidaría: "No vales para trabajar, te vas a morir de hambre".

José Elías tenía 20 años y trabajaba como becario en una empresa mientras cursaba el último año de carrera.

A los seis meses de prácticas, fue despedido. Lo que más le impactó no fue el despido en sí, sino las duras palabras que recibió de alguien a quien respetaba. Como él mismo recuerda: "Eso fue lo que me dijo mi jefe al despedirme con 20 años".

En su relato, reconoce que en aquel entonces no tenía una vocación clara. "Yo no soñaba con ser empresario. De hecho, no tenía ni idea de qué hacer con mi vida", afirma.

Era una etapa de incertidumbre y dudas, y la experiencia laboral no ayudó. La relación con su jefe no era buena, en parte por sus diferencias en la manera de trabajar: "El motivo es que yo no estaba de acuerdo con su forma de hacer las cosas".

Las tareas que se le asignaban no tenían sentido para él, y su forma de expresarlo no era la más diplomática.

Como él mismo admite: "Me pedía tareas que no tenían sentido y yo, que siempre he sido un poco abrupto, se lo decía".

Esa honestidad directa le pasó factura. Fue despedido, pero el impacto emocional fue más profundo que el profesional.

"Que te echen es una cosa… y que alguien con más experiencia, a quien respetas, te diga que no vales… eso jode", confiesa.

Aquella noche no logró dormir, invadido por la angustia y la autocrítica. "Le di mil vueltas a la cabeza, pensando a ver si iba a tener razón", recuerda.

Sin embargo, esa misma crisis le llevó a replantearse su futuro. Lejos de hundirse, optó por una salida valiente y pragmática: "Pensé que si no valía para trabajar para otros, tendría que encontrar la forma de trabajar para mí".

No fue una decisión basada en una pasión empresarial, sino una necesidad de supervivencia: "No por vocación, sino por pura obligación".

Ese fue el germen de su primera empresa. Años más tarde, con perspectiva, José reconoce que el dolor de aquel despido fue el empujón que necesitaba para lanzarse al mundo empresarial.

En un giro irónico del destino, agradece aquella experiencia: "Así que ahora, viéndolo con perspectiva, quizás debería darle las gracias a ese jefe por haberme despedido".

El testimonio de José Elías es un ejemplo claro de cómo una experiencia amarga puede transformarse en una lección poderosa.

Su relato es una invitación a todos los jóvenes que se sienten perdidos o golpeados por el sistema laboral a no dejarse definir por un mal jefe o un mal momento. En ocasiones, el rechazo puede ser la chispa que encienda una trayectoria de éxito.