Andrea, 22 años, y su plan para jubilarse antes de los 71: "Ahorro 1.000 euros al mes aunque no llegue a fin de mes"

En la actualidad, los jóvenes se encuentran con muchas dificultades para poder ahorrar y tener buenas perspectivas de futuro. La precariedad y otros muchos factores llevan a que la edad de jubilación se lleve a dilatar hasta los 71 años de edad si siguen con su ritmo de vida actual.

Diferentes estudios recalcan que, para evitar que esto suceda, la clave está en empezar a ahorrar desde una edad temprana, y esto lo tiene muy claro Andrea, una joven que ha participado en el programa Y ahora Sonsoles de Antena 3.

La invitada ha explicado su situación económica, destacando que ahorra 1.000 euros cada mes "aunque no siempre llegue a fin de mes", siendo consciente de que el aumento de los pensionistas y las complicaciones en el entorno laboral no hacen más que alargar la jubilación.

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Siendo consciente de ello, a sus 22 años ha comenzado a ahorrar aprovechando sus primeros años de trabajo. De esta forma, destina la mitad de su sueldo como autónoma al ahorro, lo que es una posibilidad para ella gracias a que aún vive con sus padres.

Esta circunstancia es excepcional y privilegiada, ya que otros muchos jóvenes no tienen la posibilidad de ahorrar tal cantidad de dinero con sus trabajos, ya sea porque sus sueldos son inferiores o porque están independizados.

Consejos para ahorrar con el primer trabajo

Aquellas personas que acaban de encontrar su primer trabajo, pueden no tener muy claro ni resultarles sencillo saber cómo empezar a ahorrar, pero a través de una serie de recomendaciones básicas de expertos será más fácil poder conseguirlo.

Fíjate objetivos

Una de las grandes claves del ahorro es fijarse objetivos, ya que será más sencillo apartar un dinero cada mes cuando se tiene una meta en mente, tanto de cantidad como de tiempo. Estos pueden ser muy variados y dependen de las preferencias de cada persona.

Mientras que hay quien puede tener claro que desea ahorrar para poder darse un capricho, como ir de viaje a un determinado destino o ir a un festival de música, en otros casos se pueden establecer metas de ahorro pensando a largo plazo.

Reparte el dinero

Cuando se recibe el ingreso mensual, lo más recomendable es hacer un reparto de este dinero, de forma que se destine un porcentaje o cantidad a cada fin de todos los deseados, de manera que se pueda reservar parte para los gastos fijos, otros para el ahorro, etcétera.

Perspectivas realistas

Para poder tener metas realistas, habrá que conocer el total de ingresos y de gastos fijos. A partir de ese momento se podrá tener una mejor perspectiva de las finanzas personales y empezar a tomar decisiones.

Si se fija un objetivo de ahorro, habrá que tener muy en cuenta estos aspectos para poder no caer en la frustración que supone no poder ahorrar. Si este es tu objetivo, tendrás que adaptarte a tu capacidad de ahorro.

Evitar los impulsos

Aunque en ocasiones no resulta sencillo ser capaz de controlar el deseo de comprar algo, antes de hacerlo es importante tener la cabeza fría y darse un tiempo para decidir. La finalidad es poder determinar si de verdad se necesita o es solo un capricho puntual.

Si es demasiado tarde y te has hecho con ese determinado objeto o producto, pero pasados los días ya no lo usas, lo más inteligente es venderlo y poder recuperar así parte del dinero invertido en su adquisición, mejorando así la economía.

Dado el caso de que te decidas a comprarlo, tampoco deberías dejarte llevar por el primer impulso, sino que es aconsejable comparar precios entre diferentes comercios, tratando así de conseguir el mejor precio posible.

Formas sencillas de empezar a ahorrar

Independiente del motivo que te lleve a querer ahorrar, lo más importante es tratar de seguir una estrategia que se adapte a tus necesidades y situación económica para que te resulte más sencillo poder lograr tus objetivos.

Uno de los métodos de ahorro más populares es la regla 50-30-20, en la que el 50% de tus ingresos mensuales está destinado a gastos fijos (hipoteca o alquiler, comida, transporte, suministros…), un 30% a gastos prescindibles (ocio, ir a cenar, viajes) y un 20% destinado al ahorro.

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Asimismo, hay quienes deciden seguir otras alternativas como el reto de las 52 semanas, que consiste en ahorrar una cantidad creciente. En la primera semana se ahorra 1 euro, en la segunda, 2 y así sucesivamente hasta llegar a la semana 52 (52 euros).

Este es un método que resulta muy interesante, ya que es sencillo de seguir y permite lograr cada vez más ahorro, estando más cerca de conseguir a final de año una importante cantidad de dinero ahorrada. Concretamente, se consiguen ahorrar 1.378 euros al año.

Una variante es el reto del céntimo, con el que se pueden llegar a ahorrar 667,95 euros al año. Consiste en ir incrementando el ahorro desde 1 céntimo a 3,65 euros el día final del reto. Se puede realizar de manera ascendente o descendente, como cada uno prefiera o incluso de manera desordenada.

Estos son solo algunos ejemplos de las muchas formas y métodos que podemos poner en práctica para tratar de potenciar el ahorro. En cualquier caso, la clave radica en buscar aquel con el que cada uno se sienta cómodo para poder seguirlo y mantenerlo con el paso del tiempo.