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Sociedad

Zumotron, el videojuego que defiende el zumo de naranja como motor económico y de sostenibilidad

El sector citrícola español lanza un videojuego educativo para poner en valor el zumo 100% exprimido y promover hábitos saludables.

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El zumo de naranja no es solo una bebida habitual de los desayunos españoles. Está presente en hogares, bares y mercados de todo el país, pero también forma parte de nuestra identidad agrícola, pues España es uno de los principales productores de cítricos del mundo y el primer exportador mundial.

Es por ello que el sector citrícola español ha apostado por la tecnología y la divulgación para proteger uno de sus emblemas -el zumo de naranja 100% exprimido- y la industria que lo hace posible. Enmarcado en la iniciativa “Nada más que zumo. Nada menos que zumo”, se ha lanzado Zumotron, un videojuego educativo que busca reivindicar el zumo de naranja como alimento natural y saludable.

Promovida por el Comité de Gestión de Cítricos (CGC), Anecoop, Agriconsa y Zumos Valencianos del Mediterráneo (Zuvamesa), la iniciativa cuenta también con el respaldo de la propia Generalitat Valenciana.

A través de un enfoque lúdico, Zumotron permite a los jugadores recorrer todo el proceso detrás de un vaso de zumo: desde el cultivo del cítrico hasta su llegada a la mesa. El objetivo es conectar con las generaciones más jóvenes y desmontar algunos falsos mitos sobre esta bebida, al mismo tiempo que se promueven hábitos de alimentación saludables.

Un videojuego contra los bulos

El videojuego supone una innovadora herramienta para recuperar la reputación de un producto cuestionado a menudo en redes sociales, según las protestas del sector. Algunos de estos mensajes asocian el zumo de naranja con un alto contenido en azúcar y enfermedades como la diabetes, creando una alarma social sobre un alimento natural y distorsionando la percepción de los consumidores.

Frente a estos mitos, la evidencia científica sostiene que el zumo de naranja, por su composición en nutrientes y compuestos bioactivos, aporta beneficios similares a los de la fruta fresca. Aunque contiene menos fibra que la fruta entera, mantiene un perfil nutricional saludable y se sitúa dentro de los alimentos con índice glucémico bajo.

Además, si se trata de zumo 100% exprimido, los azúcares que contiene son los que están naturalmente presentes en la fruta, no añadidos, y en cantidades moderadas: un vaso de 150 ml aporta aproximadamente 13,2 g de azúcares, una cantidad que se sitúa por debajo de las recomendaciones de la OMS sobre el consumo de azúcares libres (debe ser inferior al 10% de la ingesta calórica total).

El zumo de naranja, cuando es exprimido y natural, puede formar parte de una dieta saludable y equilibrada e incluso ayudar a cumplir con las recomendaciones generales sobre el consumo de fruta y verdura.

Mucho más que zumo: economía circular y empleo

Desde el sector, señala la presidenta del CGC, Inmaculada Sanfeliu, “nos preocupa especialmente el creciente daño reputacional que está generando al sector del cítrico y a la industria de la transformación en particular”. La industria del zumo es un actor fundamental dentro de la cadena de valor citrícola, ya que actúa como mecanismo regulador del mercado de fresco al tiempo que valoriza el conjunto de la cosecha.

Más allá de su valor nutricional, el zumo de naranja representa un pilar socioeconómico clave para el territorio, cumpliendo una importante función medioambiental y de economía circular al reincorporar a la cadena de producción y distribución parte de la producción que, de otro modo, acabaría convirtiéndose en residuos orgánicos.

Cada año, España transforma en zumo exprimido unas 1,2 millones de toneladas de naranjas y clementinas (aproximadamente un 15% de la producción total) que, por diversos motivos, como el calibre o defectos en la piel, no pueden venderse como fruta fresca.

Este proceso no solo evita el desperdicio alimentario, sino que contribuye con la economía circular gracias al aprovechamiento total de la fruta. La pulpa se utiliza en la industria alimentaria, la piel de las naranjas sirve para obtener aceites esenciales y las cáscaras sobrantes se convierten en alimento para ganado.

El sector citrícola, además, engloba unas 300 empresas que sostienen más de 280.000 empleos directos (entre recolección, manipulado, confección, envasado y comercialización). Genera cada año unas 6 o 7 millones de toneladas de producto, cuyo valor se estima entre 4.000 y 4.700 millones de euros por campaña, consolidándose como un pilar económico de primer orden para comunidades como la valenciana.

La campaña “Nada más que zumo. Nada menos que zumo” invita al consumidor a redescubrir el zumo de naranja 100% exprimido no solo como una bebida saludable, sino como símbolo de una industria comprometida con la sostenibilidad y el desarrollo local de la agricultura.