Mujer mayor escribiendo con bolígrafo.

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Sociedad

Luisa, jubilada: "He ahorrado a mi familia más de 500.000 euros de impuestos por hacer esto en el testamento"

Esta mujer de 92 años ha ayudado a ahorrar en impuestos a su familia más de 500.000 euros por un piso en herencia de 120 m².

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Recibir una herencia, ya sea en forma de dinero, bienes inmuebles o seguros de vida, suele ir acompañado de un proceso legal complejo y en muchos casos, de una carga fiscal considerable. En la mayoría de los países europeos, incluido España, el Impuesto de Sucesiones grava el incremento patrimonial que recibe una persona tras el fallecimiento de un familiar.

Este impuesto, que varía en función del valor de lo heredado y de la Comunidad Autónoma en la que residía el fallecido, contempla reducciones y bonificaciones según el grado de parentesco. No obstante, por mucho que se haya normalizado, lo cierto es que un mal asesoramiento o una planificación inadecuada pueden suponer un coste innecesariamente elevado para los herederos. Detalles como los plazos, los errores de cálculo o el desconocimiento de ciertos mecanismos legales pueden marcar la diferencia entre pagar o ahorrar miles de euros.

Una muestra de ello la encontramos en Francia, donde Louise, una mujer de 92 años, ha logrado ahorrar a su hija más de 500.000 euros en impuestos al planificar de forma estratégica su herencia. Su caso, recogido por Le Figaro, ha dado nombre a lo que ya se conoce como la "técnica Louise": una fórmula legal poco conocida que permite optimizar la transmisión del patrimonio sin recurrir a donaciones en vida ni renunciar al control sobre los bienes.

La Técnica Louise en el testamento

En junio de 2024, Louise, una mujer francesa de 92 años residente en París, decidió planificar su testamento para evitar que su familia enfrentara una carga fiscal excesiva al heredar su patrimonio. Su patrimonio incluía dos pólizas de seguro de vida y un apartamento de 120 metros cuadrados en el distrito 15 de París, valorado en 1,4 millones de euros. Su hija única, Marie, de 63 años, era la heredera natural.​

Louise temía que la transmisión de su apartamento implicara una carga fiscal insostenible para su familia. A pesar de que existe una asignación fiscal entre padres e hijos que permite reducir la base imponible a 1,3 millones de euros, "en el marco de una herencia, el tipo impositivo marginal para un bien de tal valor es del 40%", como señala al medio francés, Antoine de Ravel d'Esclapon, notario y doctor en derecho.

Además, Louise no estaba convencida de realizar una donación en vida, ya que deseaba mantener el control total sobre su propiedad. Como muchos propietarios mayores, temía perder la gestión de sus bienes si los transfería antes de su fallecimiento.​

Su notario, Antoine de Ravel d'Esclapon, le propuso una solución alternativa: redactar un testamento en el que nombrara a su hija Marie como legataria universal. Aunque Marie ya era la heredera legal y a simple vista esto podía parecer innecesario, esta designación específica en el testamento permitía aplicar una cláusula poco conocida que optimizaba la transmisión del patrimonio.​

Este término tiene que ver con la persona que hereda todos los bienes, pero que en este caso tiene la opción de limitar lo que acepta, haciendo que esta pueda disfrutar de una gran ventaja fiscal. Y es que, mientras en un testamento tradicional el heredero acepta o rechaza toda la herencia, en un testamento con el término "legatario universal" este tiene la posibilidad de aceptar solo una parte de la herencia, dejando al resto para las generaciones siguientes. En este caso en particular, los beneficiarios de ese resto de la herencia serían los hijos de Marie. De esta forma la base imponible se divide entre varias generaciones, reduciendo así los impuestos para cada heredero.

Más allá de ese gran ahorro fiscal, esta estrategia también evita una segunda tributación futura. Y es que, como los hijos de Marie ya son propietarios de la nuda propiedad, se convertirán en propietarios plenos sin tener que pagar impuestos de sucesión después del fallecimiento de su madre. "Una manera inteligente de preservar el patrimonio familiar y al mismo tiempo limitar la evaporación de impuestos, sobre todo si el bien o lo que se convertirá en él, aumenta de valor", detalla Antoine al citado medio.

Gracias a esta estrategia, conocida como la "técnica Louise", la familia pudo ahorrar 508.818 euros en impuestos de sucesión. Esta técnica demuestra cómo una planificación sucesoria adecuada y asesoramiento legal especializado a la hora de realizar el testamento, pueden resultar en beneficios fiscales significativos para los herederos.​