
Este pequeño cambio en tu cocina puede hacerte ahorrar cientos de euros al año: un simple gesto en el día a día
Este pequeño cambio en tu cocina puede hacerte ahorrar cientos de euros al año: un simple gesto en el día a día
Algunas personas optan por reducir el consumo con la vitrocerámica.
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En la búsqueda constante por optimizar el consumo energético en el hogar, pequeños ajustes en nuestra rutina culinaria pueden conducir a ahorros significativos. Uno de estos cambios consiste en modificar ciertos hábitos en la cocina, especialmente al utilizar la vitrocerámica y otros utensilios comunes.
La vitrocerámica es una opción popular en muchas cocinas debido a su facilidad de limpieza y diseño moderno. Sin embargo, su eficiencia energética puede no ser la óptima si no se utilizan prácticas adecuadas. Para maximizar su rendimiento y reducir el consumo eléctrico, se recomienda:
Usar recipientes adecuados, como ollas y sartenes con fondos planos que coincidan con el tamaño de las zonas de cocción. Esto garantiza una transferencia de calor eficiente y evita pérdidas energéticas innecesarias. Aprovechamiento del calor residual: Apagar la vitrocerámica unos minutos antes de finalizar la cocción permite que el calor remanente continúe cocinando los alimentos, reduciendo el consumo eléctrico total.
Asimismo, la olla a presión es otro utensilio que contribuye al ahorro energético en la cocina. Al cocinar a alta presión, reduce significativamente el tiempo de cocción, lo que se traduce en menor consumo de gas o electricidad. Además, este método conserva mejor los nutrientes de los alimentos, proporcionando platos más saludables.
Además de los métodos mencionados, existen otras prácticas que pueden contribuir al ahorro energético en la cocina:
La descongelación adecuada de alimentos: Planificar y descongelar los alimentos en el refrigerador reduce el tiempo de cocción y el consumo de energía. Evitar métodos que impliquen el uso de agua caliente o microondas innecesarios es fundamental.
Preparación de múltiples platos simultáneamente: Cocinar varios platos a la vez aprovecha mejor el uso de la vitrocerámica y otros electrodomésticos, reduciendo el tiempo total de cocción y el consumo energético asociado.
Uso de pequeños electrodomésticos eficientes: Incorporar dispositivos como microondas, ollas de cocción lenta o freidoras de aire puede ser más eficiente que utilizar la vitrocerámica o el horno convencional, especialmente para preparaciones rápidas o de pequeñas cantidades.
Al adoptar hábitos como utilizar adecuadamente la vitrocerámica, emplear la olla a presión y optimizar el uso de electrodomésticos, es posible reducir significativamente el consumo de energía y, por ende, los costos asociados. Estos ajustes contribuyen al bienestar del planeta y a la economía doméstica, demostrando que pequeñas acciones pueden tener un gran impacto en nuestra factura energética.