Bernardo, Esther, Álvaro, Merche y Jesús son los cinco seleccionados para completar el DESAFÍO SANTALUCÍA en septiembre de éste año.

Bernardo, Esther, Álvaro, Merche y Jesús son los cinco seleccionados para completar el DESAFÍO SANTALUCÍA en septiembre de éste año. E. E.

Sociedad

Cinco seniors, una misión polar: la segunda edición del Desafío Santalucía pone rumbo al Ártico con Bernardo, Esther, Álvaro, Merche y Jesús

Tras conquistar en 2024 los Andes peruanos, este 2025 el Desafío Santalucía Seniors nos llevará al archipiélago Svalbard en una expedición única de vela, kayak y trekking sobre el hielo ártico con cinco nuevos participantes. 

Julio César Ruiz Aguilar
Publicada
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Bernardo, Esther, Álvaro, Merche y Jesús tienen entre 65 y 73 años. Podrían estar cómodamente en casa, disfrutando de una jubilación tranquila, pero han elegido otro camino: el del esfuerzo, la aventura y la superación personal. Son los cinco protagonistas de la segunda edición del Desafío Santalucía Seniors, la expedición organizada por el Grupo Santalucía para visibilizar una longevidad activa, saludable y, sobre todo, inspiradora.

Esta vez, el reto los llevará al Ártico noruego, concretamente a las islas Svalbard, un paraíso polar donde el verano no trae calor, pero sí luz ininterrumpida, glaciares imponentes y paisajes que parecen salidos de otro planeta. Allí, durante el mes de septiembre, vivirán una experiencia extrema que combinará navegación a vela por fiordos y glaciares, travesías en kayak entre icebergs y rutas de trekking por tundras heladas. Todo ello, en una expedición que pone a prueba cuerpo, mente y alma.

Recorrido de la ruta que los seniors deberán completar: combina vela, kayak y trekking.

Recorrido de la ruta que los seniors deberán completar: combina vela, kayak y trekking.

Cinco historias, un mismo espíritu

La selección no ha sido fácil: más de 220 personas se presentaron al proceso. Tras varias fases y entrenamientos exigentes, estos cinco perfiles han sido elegidos por su fuerza, su trayectoria vital y su voluntad férrea de demostrar que la edad nunca será un límite.

Bernardo Negueruela, de 66 años, es empresario, patrón de embarcación y aventurero con un historial que incluye haber cruzado el Atlántico a vela y haber ascendido al Kilimanjaro. Cree que la edad es "una fuerza que impulsa a seguir superando límites".

Esther Aristieta, de 68 años, psicóloga y técnica en inserción laboral, es también autora de un libro sobre mujeres en los Juegos Olímpicos. Deportista incansable, ve en este reto una extensión natural de su vida activa y comprometida.

Álvaro Domínguez, de 73 años, ha vivido en India, Nueva Zelanda y EE. UU., y ha recorrido 90 países. Ha cruzado el Sáhara cuatro veces, navegado miles de millas y organizado torneos de ajedrez por todo el mundo. El Desafío es, para él, una nueva frontera por cruzar.

Mercedes Carbonell, de 68 años, superó un cáncer y no dejó de entrenar. Fue árbitra, corredora de montaña, nadadora, y técnica deportiva durante más de tres décadas. Su energía contagia y su determinación inspira.

Jesús Torres, de 65 años, es magistrado en activo y profesor universitario, pero también un alpinista experimentado que ha conquistado cumbres por todo el mundo. Participó en la exigente Ultra Trail del Mont Blanc (PTL) de 270 km. Su lema: "la mayor aventura siempre es la siguiente".

Logo oficial del Desafío Santalucía 2025 en el Ártico.

Logo oficial del Desafío Santalucía 2025 en el Ártico.

Más que un desafío

"El envejecimiento debe vivirse como una etapa de plenitud, aprendizaje y contribución activa", afirmó Andrés Romero, Consejero Director General de Santalucía. Bajo esta visión nace el Desafío Santalucía Seniors, un proyecto que no solo reta los cuerpos, sino también los prejuicios. Porque los protagonistas de esta historia demuestran que aún tienen mucho que decir, que enseñar y que compartir.

Como en la primera edición —aquella inolvidable ascensión al Vallunaraju en los Andes peruanos—, la expedición volverá a estar coordinada por Trex Exploring, la empresa del periodista Eric Frattini junto a su socia Araceli Aranda. Ambos, en colaboración con todo el equipo de Trex, serán, una vez más, los encargados de transformar esta hazaña en una historia que inspire a miles de personas.

Y es que, más allá del frío, el hielo o el esfuerzo físico, el verdadero motor de esta expedición es redefinir lo que significa envejecer. Porque la longevidad, cuando se vive con propósito, puede convertirse en un faro de inspiración para toda la sociedad.

Santalucía vuelve así a poner sobre la mesa una conversación necesaria: la vejez no es sinónimo de retirada, sino una nueva etapa donde se puede seguir soñando, explorando y liderando. Y Bernardo, Esther, Álvaro, Merche y Jesús lo están demostrando con cada brazada, cada paso, cada remada hacia el Ártico.