Las cifras en los comedores sociales aumentan: "La necesidad no se ha reducido"

La Cocina Social Vistalegre nació con el objetivo de apoyar a personas y familias que se encuentran en una situación de vulnerabilidad de la Comunidad de Madrid. Se puso en marcha en 2021, ubicada en las instalaciones del Palacio de Vistalegre, que cede gratuitamente el espacio.

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“El objetivo principal de este proyecto es la elaboración de menús que se distribuyen luego en comedores sociales. Actualmente se preparan 450 menús semanales que se entregan en el Comedor Social de Torrejón de Ardoz.”

La cocina se mantiene gracias a la entrega de los voluntarios y a la ayuda de distintos colaboradores que buscan conseguir que todas las personas tengan acceso a una buena alimentación.

Cooperación Internacional es la ONG detrás de esta idea que fue impulsada en un momento clave gracias a una ayuda a Proyectos Sociales de la Fundación Mutua Madrileña. 

Cocina Social Vistalegre Esteban Palazuelos

“El comedor pasó de tener 80 usuarios, a los 240 diarios que tiene ahora. A raíz de la pandemia y de las crisis que se han ido encadenando, se incrementó el número de usuarios y cambió el perfil, ya no se trataba exclusivamente de personas sin hogar. Empezaron a acudir muchas familias que estaban en la cuerda floja y que ahora ya es que no pueden llegar a fin de mes, tienen que pedir ayuda para cubrir sus necesidades básicas, entre ellas la alimentación”, nos explica Iciar, portavoz de Cooperación Internacional.

El equipo que trabaja en la cocina está formado por voluntarios de Cooperación Internacional, que cocinan y preparan de lunes a miércoles los menús bajo la supervisión de una persona vinculada al IT Fuenllana, organización que ha brindado desde el principio su experiencia y conocimiento en el sector de la restauración.

“Al principio funcionábamos con donaciones de hoteles que tenían todavía guardado en el congelador todo el alimento que no habían podido sacar. Teníamos mucha ayuda de voluntarios que eran profesionales de la hostelería que en ese momento estaban parados”.

Cocina Social Vistalegre Esteban Palazuelos

Ahora el equipo está formado por 40 voluntarios: “Estamos en la cocina los lunes, martes y miércoles, y trabajamos divididos en dos turnos. Los lunes y los martes preparamos los menús que se distribuyen el miércoles al comedor social, y los miércoles es el día que utilizamos para organizar los pedidos, limpiar y clasificar los menús que vamos a servir la semana que viene”, explica Patricia, supervisora actual de la cocina.

Colaboraciones y ayudas

“A día de hoy contamos con la donación de producto tanto de Mercadona como KFC así como con el apoyo económico de Académica, Fundación Pryconsa y Fundación Pictet, algo que agradecemos muchísimo”, explica Iciar sobre las donaciones que hacen posible que esta labor se lleve a cabo.

Cocina Social Vistalegre Esteban Palazuelos

“También fue fundamental la ayuda de la Fundación Mutua Madrileña, que vino en un momento muy determinante para nosotros, ya que se nos acababa la única ayuda que teníamos en ese momento. Gracias a la Fundación Mutua Madrileña pudimos hacer frente a los gastos y garantizar la compra de la mayoría de los alimentos en el año 2022, algo que nos permitió concentrarnos en mejorar los procesos que teníamos, comprar materiales que nos hacían falta en la cocina y fortalecer el equipo de voluntarios”.

El hambre cero: un tema pendiente en España

Icíar recalca la importancia de que haya hambre cero y que todo el mundo tenga acceso a una comida suficiente, sana y nutritiva, algo que se da por sentado en nuestro país, pero que desgraciadamente falta mucho.

“Cuando hablamos con los comedores sociales, el tema es que la necesidad no se ha reducido, ni siquiera estabilizado, sino que sigue aumentando. Nosotros tenemos demandas de nuevos comedores sociales que nos están pidiendo ayuda. Ojalá poco a poco podamos hacer frente a todas esas necesidades y que la situación se vaya estabilizando. Pero la situación ahora no es así”.

Cocina Social Vistalegre Esteban Palazuelos

Todo el proyecto, como hemos mencionado anteriormente, sale adelante gracias a los voluntarios, que son la base de que la cocina pueda seguir funcionando y produciendo menús de calidad para tantas personas y dar un alimento digno a quienes más lo necesitan.

A pesar de su importante labor, los trabajadores subrayan que estar en la cocina social Vistalegre es un regalo: “Es un poco egoísta, porque siento que recibo mucho más de la gente a la que ayuda, de lo que yo estoy ofreciendo. Es una experiencia muy enriquecedora”.