En España hay más de dos millones de personas mayores de 65 años que viven solas, según datos obtenidos por el Instituto Nacional de Estadística. Una cifra que sigue aumentando y que puede resultar preocupante si tenemos en cuenta las limitaciones que, en la mayoría de los casos, sufren tanto mujeres como hombres de edad más avanzada.

Para asistir y ayudar a las personas mayores o dependientes que así lo requieren en determinadas ocasiones, existen dos prestaciones que atienden sus necesidades básicas: el Servicio de Ayuda en el Domicilio (SAD) y el Servicio de Teleasistencia Domiciliaria (TAD).

El SAD está orientado a proporcionar la ayuda necesaria para que las personas mayores o con discapacidad puedan ver sus necesidades básicas atendidas, como puede ser la limpieza del hogar o el aseo personal, y, además, mitigar la sensación de soledad que se presenta en algunos casos. Por otro lado, el TAD, un servicio dirigido también a personas mayores o con discapacidad, funciona mediante un dispositivo que el usuario lleva puesto constantemente y que puede accionar ante cualquier situación de emergencia o inseguridad. Con tan solo pulsar el botón, la persona en cuestión será atendida por un operador, disponible durante las 24 horas del día, que movilizará los recursos humanos y materiales para solventar la emergencia.

Cómo optimizar el Servicio de Ayuda a Domicilio y de Teleasistencia

El 50 % de los usuarios del Servicio de Ayuda a Domicilio lo son también del de Teleasistencia, por lo que se trata de dos servicios que resultan complementarios. Sin embargo, en España, en la mayoría de las ocasiones, son empresas distintas las que ofrecen cada uno de ellos a un mismo usuario. De esta manera, son gestionados por entidades diferentes con equipos y herramientas diferentes. Esto supone que se dupliquen los costes y recursos y, además, se produzcan fallos en la comunicación, lo cual puede generar estrés e inseguridad a la persona que necesita ayuda.

Para mejorar la asistencia a las personas dependientes, Clece ofrece un servicio integral basado en la interoperabilidad de TAD y SAD de forma que es el mismo proveedor quien se encarga de ponerlos en marcha y mejorar la comunicación. Así, ante cualquier incidencia que se recoja en el Servicio de Ayuda a Domicilio se informará de manera automática en el de Teleasistencia, y viceversa. De esta manera, el usuario no tendrá que avisar a cada uno por separado.

Con esta interoperabilidad e integración de ambos servicios en una misma empresa gestora se comparten los datos en tiempo real, lo que da lugar a un mejor conocimiento de la situación que está viviendo el usuario. Además, el operador de teleasistencia puede acceder a los informes sociales actualizados del Servicio de Ayuda a Domicilio, así como a su planificación, lo que le proporciona más información sobre cada caso.

Clece ya ha conseguido aplicar las ventajas de esta gestión coordinada de ambos servicios en Valladolid, Diputación de Zamora, Ceuta y Melilla. De esta manera, consigue evitar duplicidades y optimizar los costes en la gestión.