El proyecto social de Clece ofrece oportunidades de empleo a colectivos desfavorecidos.

El proyecto social de Clece ofrece oportunidades de empleo a colectivos desfavorecidos.

Con la colaboración de:

Sociedad

Colaboración entre organizaciones para dar a los jóvenes un futuro laboral

El trabajo conjunto de entidades sociales y empresas resulta en oportunidades de empleo para jóvenes en situación de vulnerabilidad.

8 abril, 2022 03:07

Unos 2,7 millones de jóvenes en España se encuentran en riesgo de exclusión social, según un reciente informe de Cáritas y la Fundación Foessa. En estas circunstancias, en las que no pueden transitar hacia la vida adulta, el empleo es uno de los factores esenciales para la integración social de personas en situación de vulnerabilidad.

Procurar la igualdad de acceso al empleo y a la educación a menudo corre a cargo de organizaciones sociales, que realizan una labor de intermediación entre los más jóvenes y el mercado laboral. Es el caso de la Federación de Plataformas Sociales Pinardi, que en sus 25 años de trayectoria se ha dedicado a ofrecer oportunidades de formación y empleo a colectivos desfavorecidos. Javier Doval, coordinador general de Pinardi, explica que la asociación “trabaja por la inserción laboral y social de los colectivos más vulnerables, en nuestro caso concreto de la infancia y la juventud. Para estos últimos tenemos programas formativos y dirigidos a la inserción laboral a partir de 17 años”.

Esta inclusión se produce en muchos casos a través de la colaboración directa con empresas como Clece, que mantiene una firme apuesta social: el 12% de sus más de 77.000 empleados pertenece a colectivos vulnerables. En la empresa “apostamos por la integración de los colectivos que tienen mayor dificultad por la inclusión laboral teniendo siempre en cuenta el principio de igualdad de oportunidades”, cuenta Javier Gallego Zugasti, jefe del departamento de Acción Social e Integración para la zona centro y Canarias de Clece.

Estas dos entidades tienen a sus espaldas más de 10 años de colaboración, siendo la primera vertiente de esta labor conjunta la formación. El objetivo, tal como explica Gallego, “es ofrecer a jóvenes que quizá provengan de fracaso escolar la posibilidad de incorporarse al mercado laboral”.

En general, los jóvenes que acuden a las organizaciones sociales como Pinardi tienen diferentes factores de vulnerabilidad, “económicos, familiares, sociales, escolares… Siempre hay algo que hace que no puedan seguir los itinerarios normalizados”, describe Doval. Y a través del trabajo que se hace a nivel formativo con las empresas “es donde surgen las oportunidades”, concluye el coordinador de Pinardi, donde el año pasado atendieron a más de 10.000 personas en sus diferentes programas.

“Lo que intentamos es que sean programas de formación que estén muy enfocados a las necesidades de la empresa. Analizamos la realidad laboral, vemos dónde hay oportunidades y trabajamos con las empresas diseñando propuestas formativas y las desarrollamos de forma conjunta”, aclara Doval. Por su parte, Gallego afirma que empresas como Clece contribuyen con sus propios planes de empleo “para que todas estas personas encajen dentro de la compañía”, afirma Gallego, y especialmente los jóvenes que estén fuera del mercado laboral “para que vuelvan a formarse, a ilusionarse y tengan un puesto de trabajo”.

Según Gallego, esta colaboración con entidades como Pinardi “nace desde la responsabilidad que tiene Clece. De manera conjunta podemos dar oportunidades a los colectivos desfavorecidos que de otra manera tendrían difícil inserción en el mercado laboral”.

Muchas de las dificultades que estos jóvenes enfrentan a la hora de buscar un empleo es que “no tienen herramientas suficientes para hacer llegar un currículum a la empresa o llegar hasta la entrevista de trabajo. Hay que facilitarles esas herramientas y Clece apuesta por ello desde la formación para el empleo”, declara Gallego.

Además de la formación, en otras ocasiones, la colaboración de Clece con entidades sociales -alrededor de 400 en toda España- se concreta en demandas de empleo más específicas, como cubrir una baja u ocupar un puesto de alguien que se acaba de jubilar. En estos casos la asociación se encarga de seleccionar a las personas que podrían encajar con el perfil requerido por la empresa y después es la compañía la que se encarga de dar la formación específica al trabajador, en limpieza o logística, por ejemplo.

Por la experiencia de Gallego, tras varias décadas de trabajo con entidades sociales, “lo más importante con las asociaciones es que conozcan muy bien el perfil que necesitas, y eso lo trabajamos de manera conjunta. Y tenemos claros ejemplos de que la inserción laboral con estos colectivos cuando lo haces con una entidad como Pinardi es garantía de éxito”.

La ecuación resulta de gran éxito cuando, mediante el esfuerzo de ambas entidades, la formación ofrecida da lugar a un puesto de trabajo, pues también se convierte en la puerta de entrada a un futuro laboral para cientos de jóvenes en nuestro país. A veces, concluye el responsable de Acción Social de Clece, “lo que necesitan es confianza y que les den la oportunidad. Y a partir de ahí, ellos te van a dar mucho más de lo que tú les ofreces”.