Número 1 de la plaza Arturo Piera de Valencia. EE
Rafa, el casero ciego que mató a su inquilino Ángel a golpes con una mancuerna en Valencia tras discutir: "Era un piso tranquilo"
La víctima presentaba múltiples heridas y sangrado abundante en rostro y cabeza. Los agentes detuvieron 'in situ' al presunto autor de los hechos.
Más información: Un hombre ciego mata a golpes a su compañero de piso con una mancuerna tras un brote de la enfermedad mental que sufre
Dos compañeros de piso, una mancuerna y un asesinato. Podría tratarse de la trama de una película de terror, pero es un suceso que ha ocurrido en una vivienda de Valencia, un lugar que se convirtió en el piso de los horrores.
En él vivían hasta ahora Rafa y Ángel, el primero era el casero y el segundo, el inquilino en una de las habitaciones. Se trata de un primer piso de un edificio del barrio de Nou Moles. Allí, en el número 1 de la plaza Arturo Piera, la noche del martes tuvo lugar la muerte de Ángel a manos de Rafa, su compañero ciego, quien lo reventó con una mancuerna.
Según explican los vecinos de las puertas colindantes a EL ESPAÑOL, se trata de dos personas que "nunca se metían con nadie": "El ciego siempre iba con su bastón, y como ninguno trabajaba, el dueño del piso lo compartía para tener algo de ingresos".
Precisamente por la buena actitud de ambos el suceso conmovió a los vecinos, que no se explican cómo en una zona familiar, tranquila y llena de comercios de barrio pueden ocurrir situaciones como la vivida en la noche del martes. Fue en torno a las 21.30 horas de ese día cuando Rafa asesinó a su casero, Ángel, con una mancuerna.
Un vecino de la finca llamó a la Sala CIMACC 091 para alertar de que escuchaba ruidos de pelea en uno de los domicilios. Hasta el lugar indicado se desplazaron varios agentes, que accedieron a la casa por la ventana a través de una cesta de bomberos.
Esta no da a la plaza, que se caracteriza por tener un parque infantil, bancos para sentarse y varios comercios como un bar o una lavandería. Por contra, da a la calle Profesora Olimpia Arozena Torres, y fruto de la entrada de los bomberos para intentar socorrer a la víctima, luce ahora con la barandilla parcialmente suelta. La persiana, medio subida.
Los policías observaron, al entrar, a un hombre fallecido en el pasillo y al presunto autor de la agresión mortal de rodillas, a su lado. Ambos estaban llenos de sangre y el agresor sostenía el mango de una mancuerna en la mano.
La víctima presentaba múltiples heridas y sangrado abundante en el rostro y la cabeza. Los agentes detuvieron inmediatamente al presunto autor de los hechos, que fue trasladado a un centro sanitario por un brote de la enfermedad mental que padecía.
El suceso no tardó en trascender entre los numerosos vecinos. Se trata de un edificio de grandes dimensiones, como 63 puertas distribuidas en 6 alturas. De hecho, así lo evidencia la vivienda en la que ocurrió el suceso, que es la puerta 10 y se encuentra en el primer piso.
Por ello algunos residentes, los más cercanos a la vivienda, conocían mejor a Ángel y Rafa, y otros menos. Fermín A. es uno de los que más sabía de ellos. Es el vecino de al lado, y desde su domicilio se percató de todo lo ocurrido. Mientras, se lo relató a sus familiares a través de mensaje de WhatsApp.
Ventana por la que entraron los bomberos a la vivienda. EE
Así, durante la noche del martes, Fermín contó a su familia cómo, en torno a las 23.00 horas, agentes de la policía le tomaron declaración de lo ocurrido. Sobre las 2.00 horas, se llevaron el cadáver. A la mañana siguiente, a primera hora, la puerta de la vivienda amanecía precintada por la policía.
El tío de Fermín, vecino también del barrio, conocía bien a ambas personas. Al fin y al cabo, vivían al lado de su sobrino. Así, apunta que "nunca" ha visto al asesino "violento": "Sabía que tenía problemas mentales, no sé si igual es que no se tomó la medicación, pero me ha extrañado mucho", añade.
Sobre el asesinado, Ángel, el vecino asegura que "vivía toda la vida allí". "Sus padres ya murieron, y se quedó él en el piso", recuerda. También destaca que Rafa "estaba mucho en la calle". "Bajaba a pasear por la plaza y siempre iba a un bar en la calle de al lado", explica.
El bar está situado a apenas 150 metros de la vivienda. Se trata de un local común, de barrio, regentado por una familia asiática. Conocían al asesino, aunque preguntados por este diario, prefieren no hablar.
El matrimonio que vive en el piso de enfrente también está consternado. Son dos personas mayores, llevan "más de 60 años" viviendo allí, y nunca esperaban que algo así pudiera pasar.
Explican a EL ESPAÑOL que Ángel y Rafa eran dos personas completamente normales, que "nunca se metían con nadie". "La convivencia era normal", apuntan.
Así, detallan cómo Rafa, el agresor, "siempre caminaba con su bastón". El dueño del piso era Ángel, y aseguran que "ninguno de los dos trabajaba": "Tenía al inquilino para tener algo de ingresos".
Ahora, agentes del Grupo de Homicidios de Policía Nacional y de la Policía Científica de la Jefatura Superior de la Comunitat se han hecho cargo de las investigaciones para esclarecer lo ocurrido.