Armando Serrano, director de la Fundación Casa Ganaderos, la empresa más antigua de España. Aparece en la sala de Juntas, en cuya silla central se sentaba el Justicia de Ganaderos, un 'juez' con jurisdicción civil y penal que provocaba que un sector económico tuviese su propio tribunal, ajeno al real.

Armando Serrano, director de la Fundación Casa Ganaderos, la empresa más antigua de España. Aparece en la sala de Juntas, en cuya silla central se sentaba el Justicia de Ganaderos, un 'juez' con jurisdicción civil y penal que provocaba que un sector económico tuviese su propio tribunal, ajeno al real. Cris Aznar EL ESPAÑOL

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Los secretos de Casa Ganaderos, la empresa más antigua de España: "La fundó Jaime I en 1218 y hoy factura 8 millones"

En el siglo XIII, este rey de Aragón accedió al trono con sólo 10 años. Buscó el apoyo del sector económico más importante de la capital del reino, Zaragoza, los ganaderos de ovino. Ahí se fundó una entidad que ha cumplido 807 años.

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Cuando murió Pedro II de Aragón, su único heredero varón apenas tenía cinco años. Su nombre era Jaime y fue coronado como nuevo rey en el año 1218, pero seguía siendo un niño. Sólo contaba con una década de vida. La maquinaria de recelos e intrigas de palacio se activó y la alta nobleza, capitaneada por la familia de su padre, inició sus movimientos para eliminarle.

Jaime I era un niño y era muy débil. Por ello, necesitaba ayuda para resistir el envite de los nobles que lo querían muerto. Así que buscó apoyo en el poder económico y social de la ciudad de Zaragoza, la capital del reino. Ese poder lo tenían los ganaderos zaragozanos dedicados al ovino. Ellos le dieron su amparo, pero era una negociación injusta: en un lado de la mesa, estaba un niño; en el otro, unos señores que controlaban la vida económica y social de la ciudad… En consecuencia, Jaime les concedió una situación privilegiada”, explica a EL ESPAÑOL Armando Serrano, director de la Fundación Casa Ganaderos.

Precisamente, en este episodio se encuentra el origen de Casa Ganaderos, la empresa más antigua de España y la octava más vieja de Europa. Una entidad dedicada al sector de la ganadería ovina que inició su andadura como cofradía hace 807 años hasta llegar a su estatus actual. Hoy es una cooperativa que “facturó alrededor de 8 millones de euros en 2024”, dice Serrano, también archivero de la Casa Ganaderos de Zaragoza e historiador.

El historiador y archivero, Armando Serrano, mostrando la documentación histórica de la Casa Ganaderos de Zaragoza.

El historiador y archivero, Armando Serrano, mostrando la documentación histórica de la Casa Ganaderos de Zaragoza. Cris Aznar EL ESPAÑOL

La Casa Ganaderos de Zaragoza, la empresa más antigua de España.

La Casa Ganaderos de Zaragoza, la empresa más antigua de España. Cris Aznar EL ESPAÑOL

En esos ocho siglos de historia, sin duda, se esconden incontables secretos. Decenas de enigmas que Armando Serrano muestra a este medio en un viaje por la historia: “Lo primero que hay que tener en cuenta es que el ovino es una seña de identidad de Aragón. No sólo a nivel económico, sino también cultural, como el marisco en Galicia. Esto es así desde la Edad Media; es historia del reino de Aragón”, cuenta Serrano.

Así, desde la Plena Edad Media la crianza y compraventa de ovejas, carneros y corderos supuso una importante fuente de ingresos para la economía aragonesa, particularmente de Zaragoza. De ahí que Jaime I sellara la fundación de una empresa “que agrupaba a los ciudadanos del sector económico principal de la ciudad”, asegura el historiador. Nacería con ello la Cofradía de San Simón y San Judas, mejor conocida como Casa Ganaderos.

Una empresa urbana

Fueron unos 30 ó 40 ganaderos los que empezaron la andadura de la empresa más antigua de España. Fueron esos cofrades los que le arrancaron a Jaime I un privilegio que no tenía ninguna otra entidad de la corona.

“El Rey les cedió la jurisdicción civil y criminal y en Zaragoza no sólo existía la justicia real, sino que el Justicia de Ganaderos, una suerte de juez, tenía jurisdicción propia y podía dirimir en pleitos relacionados con la ganadería o en los que estuviera implicado al menos un ganadero. No dependía de nadie y eso hacía que hubiera dos horcas en la ciudad”, dice Serrano.

Documento fundacional de la Casa Ganaderos, sellado por el rey Jaime I en 1218.

Documento fundacional de la Casa Ganaderos, sellado por el rey Jaime I en 1218. Cris Aznar EL ESPAÑOL

Armando Serrano, director de la Fundación Casa Ganaderos, sentado en la silla del Justicia de Ganaderos.

Armando Serrano, director de la Fundación Casa Ganaderos, sentado en la silla del Justicia de Ganaderos. Cris Aznar EL ESPAÑOL

Durante siglos, el Justicia de Ganaderos fue una persona “muy respetada y temida” en todo el reino de Aragón y, que se tenga constancia, sólo el primero fue elegido por Jaime I y después se votaba cada cuatro años entre los cofrades. Era uno de ellos, un ganadero, el que podía llegar a ser Justicia.

Pese a ello, no todo el mundo podía ser aceptado como cofrade de la Casa Ganaderos. “Tenían que ser vecinos de la ciudad de Zaragoza con explotación de ganado ovino y no podían ser nobles”, dice Serrano. Al más puro estilo de las viejas Génova y Venecia medievales, los cofrades zaragozanos querían que en su empresa sólo hubiera ciudadanos.

Zaragoza, hasta la llegada de la Edad Moderna y durante ella, “era la capital europea del ovino”. Por ello, el sector era eminentemente urbano y no rural, en contra de lo que se puede prejuzgar.

“El ganado era la materia prima de la industria cárnica; la piel, de curtidores o pergamineros; el sebo, de los veleros que hacían velas para iluminar las casas; hasta los violeros, hoy llamado lutieres, necesitaban las tripas del ganado ovino para fabricar violines y violas… Por eso el sector ovino zaragozano no sólo creaba puestos directos, sino indirectos”, desarrolla el historiador.

Armando Serrano, historiador, muestra la importancia histórica de la ganadería ovina en Aragón.

Armando Serrano, historiador, muestra la importancia histórica de la ganadería ovina en Aragón. Cris Aznar EL ESPAÑOL

De ahí que la actividad de Casa Ganaderos fuese urbana, por una mayor concentración poblacional. Así, a principios del siglo XV, la ciudad de Zaragoza contaba con 400.000 ovejas y 22.000 habitantes censados. Eso prueba la importancia económica del sector y, por supuesto, de la Casa Ganaderos.

Muchos nobles de esta época habían dilapidado sus fortunas y casaron a sus hijos con las hijas de los ganaderos zaragozanos –o viceversa– con el fin de que la unión matrimonial devolviera el poder económico a las familias con títulos nobiliarios. Resultó que llegó una generación en la que hubo personas que habían recibido un título por parte de un abuelo, el noble, y dinero por parte del otro, el ganadero.

Esto repercutió en que estos ganaderos tuvieran dificultad de acceso a la Casa Ganaderos, ya que los nobles no podían entrar. “Hasta que llegó Fernando el Católico, que eliminó el veto a la nobleza y así fue como empezó a haber nobles en la cofradía. El Rey mandó eliminar el artículo de la prohibición y la empresa accedió a ello”, esgrime Armando Serrano.

Adiós a la justicia, hola al crecimiento

Siglos después, cuando concluyó la guerra de Sucesión y accedió Felipe de Anjou al trono de España, la Casa Ganaderos perdió el privilegio de ostentar la jurisdicción penal. Los Borbones no entendían que hubiese un grupo económico con el mismo poder judicial que la Real Audiencia. Por ello, se forzó a la empresa más antigua de España a renunciar a esa jurisdicción aunque conservó la civil.

Armando Serrano, enseñando el mobiliario histórico de la Casa Ganaderos.

Armando Serrano, enseñando el mobiliario histórico de la Casa Ganaderos. Cris Aznar EL ESPAÑOL

“La Casa Ganaderos siempre supo adaptarse a los tiempos para pervivir, por ello, con la llegada de los Borbones y pese a perder jurisdicción criminal acogió la simbología real. Le pusieron la corona al escudo”, continúa Serrano. En este momento, en el siglo XVIII, el número de cofrades en la entidad ya superaba el centenar.

En el siglo XIX, bajo el reinado de Fernando VII, la monarquía estaba arruinada y eso salpicó también a la Casa Ganaderos. Como una suerte de extorsión, la corona le planteó a la empresa que, para conservar sus privilegios, debía aportar una importante suma de dinero. No le quedó otra y lo hizo. “Eso sí, la institución perdió la jurisdicción civil en 1828, pero en ese momento ya era algo anacrónico”, dice el historiador y archivero.

“Esa pérdida jurisdiccional de la Casa Ganaderos influyó en que desde entonces centraran todos sus esfuerzos en la parte económica, en el crecimiento”, añade. Y, en 1947, la cofradía pasó a tener su estatus jurídico actual: el de cofradía. Una empresa que hoy cuenta con 130 socios presididos en la actualidad por Miguel Zoco Herrero y que factura alrededor de 8 millones de euros.

Armando Serrano, el custodio de los secretos y de la documentación histórica de la Casa Ganaderos.

Armando Serrano, el custodio de los secretos y de la documentación histórica de la Casa Ganaderos. Cris Aznar EL ESPAÑOL

Después de 800 años, la Casa Ganaderos ha logrado otra cosa poco usual: conservar su vasto y rico archivo histórico, desde el acta fundacional de Jaime I, así como todos los privilegios que fueron atesorando a través de los siglos de la mano de otros monarcas y gobernantes. Todo eso es hoy cultura viva, custodiada por Armando Serrano, que habla por sí sola de todo lo que le aconteció a la empresa más antigua de España.