El obispo de Cádiz, Rafael Zornoza.

El obispo de Cádiz, Rafael Zornoza. Obispado de Cádiz y Ceuta

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El 'reinado del miedo' del obispo de Cádiz Zornoza, investigado por Roma por abusar durante 6 años de un menor seminarista

Los abusos se habrían producido entre 1994 y principios de los años 2000, cuando el ahora obispo tenía 45 años y dirigía el seminario mayor de Getafe.

Más información: El Vaticano sigue sin aceptar la renuncia del obispo Zornoza pese a que la víctima de abusos lo denunció a Roma en verano

Andrea Gómez
Publicada

Su salida es inminente. Roma ultima el cese Rafael Zornoza Boy, el titular de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, apenas cuatro días después de conocerse públicamente que se trataba del primer obispo español investigado canónicamente por el Vaticano por presuntos abusos sexuales a un menor.

Hasta ahora, se trataba de una figura relativamente anónima para el gran público, pero controvertida en las parroquias gaditanas, donde su gestión férrea y presuntamente mercantilista había provocado durante años desahucios, despidos y quejas que llegaron hasta el mismísimo Papa Francisco, creando una especie de 'reinado del miedo' eclesiástico.

Pero nadie, hasta ahora, podía imaginar que este prelado ultraconservador, de 76 años recién cumplidos y enfermo de un cáncer que se mantuvo en secreto hasta que estalló el escándalo, acabaría siendo acusado de pederastia.

La bomba estalló el pasado 9 de noviembre, cuando El País reveló que el Dicasterio para la Doctrina de la Fe había abierto una investigación contra Zornoza tras recibir en verano una carta desgarradora de una víctima que relataba abusos continuados entre 1994 y principios de los años 2000, cuando el ahora obispo tenía 45 años y dirigía el seminario mayor de Getafe.

Desde entonces, las piezas han ido cayendo una tras otra: el Vaticano prepara ahora su cese inminente, poniendo fin a una trayectoria eclesiástica marcada por la polémica, el autoritarismo y, ahora, la pederastia.

Tocamientos y curas contra la homosexualidad

El denunciante, hoy de 46 años, tardó décadas en comprender que había sido víctima de abuso. En la carta enviada a Roma, publicada por El País, describe con detalle cómo todo comenzó cuando tenía apenas 14 años y acudía los fines de semana al seminario mayor del Cerro de los Ángeles, en Getafe. "Rafa me besaba en la boca, acariciaba mis partes íntimas por encima de la ropa y yo tocaba las suyas", escribió.

Los abusos se intensificaron cuando, al alcanzar la mayoría de edad, el joven ingresó formalmente en el seminario y confesó su homosexualidad a Zornoza. Lejos de rechazarlo, el sacerdote le permitió acceder, pero le sometió a "una terapia de conversión para curar" su homosexualidad.

Durante los dos años que permaneció en ese seminario, asegura que Zornoza se metía en su cama "casi todas las noches y mañanas" para besarle y tocarle sus partes íntimas. "En varias ocasiones reclamé a Rafa que aquello que hacíamos no estaba bien. Él siempre me decía que era una amistad íntima", relata en su misiva.

El obispo de Cádiz, Rafael Zornoza.

El obispo de Cádiz, Rafael Zornoza. Obispado de Cádiz Cádiz

También le convenció para ir "a un psiquiatra dos veces por semana para curar mi herida" (Zornoza se refería así a su homosexualidad). El modus operandi era el siguiente: tras confesarse de sus "actos homosexuales", Zornoza acudía a su habitación para abusar de él, convirtiendo el sacramento de la confesión en una herramienta de control.

Con 32 años, ya consciente del abuso gracias a la terapia psicológica, la víctima escribió un correo electrónico a Zornoza diciéndole que había abusado de él. Nunca recibió respuesta. Pero este verano de 2025, se reunió personalmente con el obispo, quien, según su relato "reconoció la manipulación y los abusos", aunque matizando que "nunca fue su intención".

Sin embargo, desde el Obispado de Cádiz siempre han negado los hechos, aunque confirmaron la investigación por los mismos. "Las acusaciones que se hacen, referidas a hechos que tuvieron lugar hace casi treinta años, son muy graves y además falsas".

"Hay una plena confianza en la justicia y se colaborará con ella en todo lo que sea requerido. Al mismo tiempo, es necesario recordar el respeto a la presunción de inocencia que asiste a todas las personas", añadían.

Esta denuncia de presuntos abusos sexuales llegó al Vaticano a comienzos del verano de 2025, pero ni la Santa Sede ni la Conferencia Episcopal Española tomaron medidas cautelares durante estos cuatro meses. Zornoza permaneció en su cargo, en contacto con menores, celebrando misas y confirmaciones, hasta que el caso fue revelado públicamente.

La Iglesia tenía, además, una vía sencilla para apartarlo sin escándalo. El prelado había presentado su renuncia preceptiva al cumplir 75 años el 31 de julio de 2024, pero ni el Papa Francisco ni su sucesor León XIV la aceptaron.

El presidente de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, ha reconocido "con dolor" que el hecho de que el Vaticano haya abierto una investigación "concede una verosimilitud a la acusación", aunque insistió en respetar la presunción de inocencia.

Su vicepresidente, José Cobo, fue más contundente: el inicio de la investigación indica que "tiene que haber verosimilitud" y se mostró convencido de que será "muy exhaustiva y muy eficaz".

Del sector ultraconservador

Rafael Zornoza Boy nació en Madrid el 31 de julio de 1949, en el seno de una familia conservadora. Estudió con los Padres Escolapios en el Colegio Calasancio y cursó Teología en el Seminario Conciliar de Madrid, ordenándose sacerdote el 19 de marzo de 1975, en plena Transición española.

Su carrera eclesiástica estuvo marcada desde el inicio por su vinculación con Francisco José Pérez y Fernández-Golfín, quien sería el primer obispo de Getafe y su gran mentor. Durante años trabajó como vicario y luego párroco en la parroquia de San Jorge en Madrid.

Cuando se creó la diócesis de Getafe en 1991, Pérez se lo llevó consigo como secretario particular, con el que colaboró de modo muy estrecho hasta su muerte en 2004. En 1994, con apenas 45 años, fue nombrado rector del Seminario Mayor de Getafe, el cargo que desempeñaba cuando presuntamente cometió los abusos.

​Su perfil ideológico parece marcado hacia una postura muy determinada. Se le sitúa dentro del sector ultraconservador de la Iglesia española, cercano al cardenal Antonio María Rouco Varela, quien presidió la Conferencia Episcopal durante años con mano de hierro. ​

En 2005, el Papa Benedicto XVI lo nombró obispo auxiliar de Getafe, siendo consagrado el 5 de febrero de 2006. Pero su gran salto llegó el 30 de agosto de 2011, cuando fue nombrado obispo de Cádiz y Ceuta, tomando posesión el 22 de octubre de ese año. ​

Despidos, desahucios y conflictos

El mandato de Zornoza en Cádiz se ha visto siempre manchado por la polémica. Su gestión se caracterizó, según sus detractores, por priorizar la rentabilidad económica sobre la labor pastoral y evangélica.

Durante casi 14 años al frente del obispado, protagonizó el despido de una veintena de trabajadores del obispado y Cáritas, desahucios de inquilinos de viviendas propiedad de la diócesis, y cesó a vicarios y sacerdotes críticos con su gestión.​​

Las denuncias contra su gestión llegaron, incluso, hasta Roma. En 2019, el Grupo Cristiano de Reflexión-Acción de Cádiz envió al Papa Francisco, a través del nuncio apostólico en España, un informe denunciando la gestión "neoliberal" de Zornoza, "contraria al Evangelio".

El escrito, suscrito por unas 300 personas, acusaba al obispo de despedir trabajadores "sin ninguna contemplación" y de demostrar que lo que realmente le importaba no eran las personas, "sino los bienes materiales y económicos". El nuncio Bernardito Auza respondió en junio de 2021 que se había tomado "la debida nota y mostrado la debida atención", pero no se adoptaron medidas. ​

Quejas a Roma

Uno de los episodios más sonados de Zornoza hasta el momento era el caso del sacerdote Rafael Vez, canónigo de la catedral de Cádiz, quien fue suspendido de sus funciones durante más de tres años y juzgado por un tribunal eclesiástico por denunciar públicamente la gestión económica del obispado.

Vez se convirtió en la cabeza visible del clero gaditano que se oponía a lo que consideraban una gestión más mercantilista que cristiana. El juicio, que comenzó en febrero de 2020, le acusaba de violar el quinto y el octavo mandamiento. Fue el propio Zornoza quien nombró por decreto al promotor de justicia —el fiscal— que le acusó.

El obispo de Cádiz, Rafael Zormoza, saludando al papa  León XIV el pasado mes junio en la Basílica de San Pedro.

El obispo de Cádiz, Rafael Zormoza, saludando al papa León XIV el pasado mes junio en la Basílica de San Pedro. Vatican Media

Rafael Vez sigue esperando una sentencia que nunca llega, mientras permanece apartado de todas sus labores tras 30 años ejerciendo como párroco, profesor del seminario y canónigo.

En una entrevista con Público, Vez lo resumía así: "Es una vergüenza". A Roma y al Papa se han dirigido en numerosas ocasiones por escrito los grupos cristianos de apoyo a Rafael Vez denunciando la gestión mercantilista del obispo Zornoza y solicitando su intervención. Pero el silencio fue la respuesta.

En la lista de la CEE por encubrimiento

La denuncia contra Zornoza no es un caso aislado. El País ha documentado al menos otros seis casos de abusos sexuales en la diócesis de Getafe, tres de ellos ocurridos cuando Zornoza ocupaba cargos de responsabilidad.

En 2010, la diócesis recibió una denuncia sobre un sacerdote que había abusado de tres menores de 14 años en 2008. A pesar de que el caso no estaba prescrito y las víctimas seguían siendo menores, el obispado no lo comunicó a las autoridades civiles, como le obligaba la ley.

El sacerdote fue expulsado del estado clerical y la diócesis pagó 14.000 euros para terapia psicológica a una de las víctimas. Zornoza aparece por ello en la lista interna de la Conferencia Episcopal Española por no comunicar a las autoridades estos dos casos de abusos contra al menos 16 menores.

Otro caso es el que involucró al sacerdote José Poveda, acogido en la diócesis en 2005 con una carta de recomendación procedente de Italia, pese a haber abusado de al menos 11 niños en una parroquia de Roma. Cuando su historial se hizo público, fue trasladado a una residencia de ancianos sin denuncia ni proceso.

Especialmente revelador es el testimonio un hombre, hoy de 40 años, víctima de abusos del sacerdote José Alberto Arrastia entre 2001 y 2004. En 2002, durante un viaje a Italia organizado por la diócesis para captar seminaristas, intentó contárselo a Zornoza, quien era rector del seminario y quien elegía a los jóvenes candidatos.

"Salíamos de ver a Santa Clara y le dije: 'Don Rafael, tengo que hablar con usted de una cosa que está pasando con don Alberto en la parroquia y que no está bien'", relata a El País. "Me largó con un: 'Bueno, bueno, después hablamos'. Nunca lo hicimos. Yo me quedé bloqueado y no volví a intentar sacar el tema. Me largó, no me hizo ni caso".

Pero hay algo de ironía en todo esto. El 4 de junio de 2020, Zornoza aprobó y publicó un "Protocolo de prevención y actuación frente a abusos sexuales a menores y personas vulnerables".

En él se recoge: "De poco valen las palabras si no van acompañadas de acciones que las avalan y les dan credibilidad". El protocolo establece que "cuando haya motivos para creer que los delitos pueden repetirse, se toman sin demora las medidas de precaución adecuadas".

Sin embargo, como señala El País, el Vaticano y la Iglesia española mantuvieron durante cuatro meses en el cargo y en contacto con menores al obispo Zornoza desde que se recibió la denuncia.​

En Madrid por un cáncer

Tras conocerse la denuncia, Zornoza suspendió temporalmente su agenda y se encuentra ahora en Madrid, en una vivienda de su propiedad, sometido al tratamiento contra un "cáncer agresivo" que el obispado anunció por primera vez cuando estalló el escándalo. ​

Ahora, el Vaticano prepara una salida inminente para el obispo de Cádiz y ultima su cese. Para ello se pueden emplear dos fórmulas: que el Papa acepte su renuncia presentada en 2024, o que sea apartado como aplicación de medidas cautelares en el proceso canónico.

Dadas las circunstancias, las fuentes consultadas por este diario el pasado 11 de noviembre sostienen que "ahora la vía más rápida es que el Papa acepte ya la renuncia de Zornoza, presentada el 31 de julio de 2024".

Así, y estando el Obispado en situación de sede vacante, "se puede nombrar desde la Santa Sede a un obispo de otra diócesis cercana como administrador apostólico mientras se cubre la vacante".

Algo que ocurrió, por ejemplo, con el ex obispo de Solsona, Xavier Novell, quien presentó su renuncia ante el Papa Francisco en agosto de 2021 por mantener una relación sentimental con una mujer, con la que se casó meses después.

El nombre que suena con más fuerza para sustituirlo es, según El Pueblo de Ceuta, el del actual obispo de Guadix, Francisco Orozco Mengíbar, de 55 años. La intención es que el relevo se produzca antes del 1 de diciembre de 2025, cuando el nuevo nuncio apostólico, Piero Pioppo, asuma plenamente sus funciones.