Miguel Ángel Gallardo, junto con David Sánchez Castejón, durante una rueda de prensa en la Diputación de Badajoz.

Miguel Ángel Gallardo, junto con David Sánchez Castejón, durante una rueda de prensa en la Diputación de Badajoz.

Reportajes

El PSOE extremeño teme una debacle con Gallardo, candidato imputado: "Tendría que haber dimitido hace mucho tiempo"

Por primera vez en la historia de la democracia concurre a unas elecciones autonómicas un candidato, el socialista Miguel Ángel Gallardo, investigado por prevaricación y tráfico de infuencias por, presuntamente, enchufar al hermano de Pedro Sánchez en la Diputación de Badajoz.

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El anuncio de elecciones anticipadas por parte de María Guardiola, presidenta de la Junta de Extremadura, ha causado un terremoto político en la región. Y en el caso del PSOE, ha agrandado aún más una grieta previa. Una que se abrió hace tiempo en el seno de la federación socialista extremeña. Una hendidura que, según todas las fuentes consultadas, no ha hecho más que agrandarse con el tiempo.

La inminencia de la cita electoral ha causado un más que lógico prietas las filas en torno a la figura de Miguel Ángel Gallardo, secretario general del PSOE-E , como candidato a los comicios autonómicos. Silencio y apoyo total. ¿La explicación? "No hay tiempo para buscar a otro", indica a EL ESPAÑOL un histórico socialista extremeño.

Gallardo se ha convertido en el primer candidato en la historia de la democracia que concurre como cabeza de lista a una cita electoral autonómica estando imputado -ahora, investigado- por los supuestos delitos de tráfico de influencias y prevaricación.

Presuntamente, por fabricar una plaza a medida en la Diputación de Badajoz, de la que era presidente, para el hermano de Pedro Sánchez, David Sánchez-Castejón.

"No, a Gallardo no voy a votarlo. Ni loco. Y soy socialista de pura cepa", cuenta a este periódico, también a cambio de anonimato, un afiliado de base, de muchos años, de la provincia de Badajoz

En Extremadura se masca la debacle socialista, y podría ser así por varios motivos. El último, además de por su imputación, por la jugada de Gallardo de renunciar a la presidencia de la Diputación de esta provincia para aforarse como parlamentario de la Asamblea extremeña "forzando cinco dimisiones", cuando prometió no hacerlo.

Aquello, que contó con el beneplácito de Ferraz, cayó como un jarro de agua fría en la militancia y en muchos dirigentes socialistas de Extremadura.

La convocatoria de elecciones arroja además una paradoja. Porque, luego de tratar de aforarse infructuosamente -la jueza Biedma lo rechazó por considerarlo un fraude de ley- "sin lugar a dudas lo logrará ahora, al entrar en la Asamblea como diputado tras estas elecciones".

La jugada de Guardiola se valora en los socialistas extremeños como redonda. "Buscaba el momento oportuno" para convocar elecciones "y lo ha encontrado. No tener presupuestos".

Al adelantar la fecha electoral, "ha dejado claro que no quiere seguir adelante para estar simplemente calentando el sillón, porque sin presupuestos no puede avanzar"

La otra lectura, pareja a la anterior, es que "a nosotros aquí nos ha dejado sin margen de maniobra. Y de camino, se desliga totalmente de Vox".

Esto "es descorazonador, porque los socialistas de Extremadura somos conscientes de que el partido tiene que ser un instrumento de cambio, pero con lo que tenemos ahora no es creíble. Pero ni en Extremadura, ni tampoco en el Gobierno, pues puestos a comparar, Sánchez, a diferencia de Guardiola, sigue adelante sin aprobar sus cuentas".

Pedro Sánchez y Miguel Ángel Gallardo, en un acto de partido.

Pedro Sánchez y Miguel Ángel Gallardo, en un acto de partido. EFE

La otra variable que influirá en los resultados electorales es la incertidumbre en torno al cierre de la central nuclear de Almaraz. "Es un motivo de peso para el voto en toda la región en la que se ubica la central".

De ella dependen muchos puestos de trabajo directos e indirectos, y por extensión, muchas familias. "Se han movilizado contra el cierre hasta los sindicatos, y su continuidad, pese a que las tres empresas propietarias quieren seguir, está en el aire".

Lo que ocurre, y eso lo entienden las fuentes socialistas consultadas, "es que en Madrid tienen que buscar un equilibrio entre lo que quieren sus socios de Gobierno, que son abiertamente antinucleares, y lo que demanda Cataluña, que quiere mantener sus dos centrales".

De ahí que se haya señalado a la Almaraz y a ninguna de las otras dos que hay en España, que se sitúan en Cataluña.

Malos resultados

Las fuentes consultadas aseveran que, por todo esto, "el PSOE en Extremadura tendrá malos resultados, empezando porque está roto. Pero no está rotito desde las últimas primarias de enero de este año. Lo está desde las anteriores, cuando Gallardo sucedió a Guillermo Fernández Vara."

En la provincia de Cáceres, donde Gallardo no tiene tanto poder y cuenta con menor respaldo, la desafección no viene de ahora. Porque el líder socialista "no fue capaz de suturar el partido cuando sucedió a Guillermo [Fernández Vara]. Al contrario, estigmatizó a cualquiera que hubiese estado en la ejecutiva de Guillermo".

Así, en Cáceres "está la cosa muy clara. Hay un rechazo frontal a sus comportamientos. Las navajas están afiladas y preparadas para cuando caiga".

En Badajoz, donde Gallardo fue alcalde y presidente de la Diputación, no hay tanta animadversión, pero sí "la gente está disgustada. Incluso la gente que lo apoyó".

Los votos

Por eso, entre las dos provincias, "a Gallardo le puede pasar en estas elecciones autonómicas como a Susana Díaz, que sus propios simpatizantes socialistas no fueron a votar", resume esta fuente.

En determinadas localidades de determinadas comarcas "hay familias de concejales socialistas que no le votarán. Eso, teniendo en cuenta de que hay un control exhaustivo, porque en las mesas electorales los interventores y apoderados apuntan a los militantes cuando van a votar".

Así, "si no van, antes de que se cierren los colegios electorales, se les llama por teléfono. Así que irán, sí. Pero el descontento es tal que muchos o votarán en blanco o tacharán la papeleta, para anularla".

Las mismas fuentes consultadas precisan que "también los va a haber, mucho más entre los simpatizantes, mucha abstención, Y los habrá que voten incluso a Guardiola".

Lo que subyace en esto es "que muchos socialistas extremeños pensamos que lo mejor es que Gallardo se pegue la hostia, y luego recompondremos el partido, de forma difícil y dolorosa".

Las mismas fuentes precisan que la situación actual es "lamentable" porque "no hace mucho, el PSOE extremeño era más fuerte que la federación andaluza en tiempos de Gaspar Zarrías".

Porque "en Extremadura, lo que tenemos es una concepción de la política bastante normal. Lo indecente, es indecente. Y lo que tendría que haber hecho Gallardo cuando fue imputado es dimitir. Aquí dimitió el alcalde de Trujillo por un positivo en un control de alcoholemia. Y ahora no se asume ninguna responsabilidad en ninguna parte".

También inciden en que "son muchas las familias socialistas que quieren poner freno a este esperpento, a esta bufonada. Somos el hazmerreír de España".

Pregunta.- ¿Por qué nadie alzó antes la voz?

Respuesta.- Los que hablamos y nos atrevemos lo hacemos porque no tenemos cargos en administraciones públicas. Y los que callan, porque los tienen.

"Aquí", continúan, "se ha tejido una red clientelar de alcaldes con hijos colocados en la Diputación, se colocó al hermano del presidente del Gobierno... y ahora han colocado en ese mismo puesto a la pareja del vicepresidente tercero de la Diputación de Badajoz. Y por eso todos callan".

El apoyo de Cerdán

En el PSOE extremeño tiene claro que la situación actual es producto de dos injerencias. En vísperas de las primarias de enero de 2025 "se metió Santos Cerdán por medio y apoyó de repente a Gallardo. Sabemos que antes no era del gusto de Ferraz, porque Gallardo había apoyado a Susana Díaz frente a Pedro Sánchez a la secretaría general del PSOE".

Pero el de Badajoz fue el candidato de Ferraz "en el último minuto. Hubo un cambio en Ferraz, de un día para otro. El apoyo de Santos Cerdán, como secretario de organización, ya no fue para la candidata Esther Gutiérrez Morán".

Miguel Ángel Gallardo y Santos Cerdán, el pasado enero, durante la proclamación del primero como secretario general.

Miguel Ángel Gallardo y Santos Cerdán, el pasado enero, durante la proclamación del primero como secretario general.

Así que "este apoyo, de repente, pues fue por estar en la contratación del hermano de Sánchez. Esther, de haber salido, y por su trayectoria y formación, habría sido hoy una buena candidata socialista para medirse con María Guardiola".

Fernández Vara "era entonces secretario de Política Autonómica en la ejecutiva federal del PSOE, y ese cambio de última hora se lo ocultaron allí". Por ello, Esther Gutiérrez, "como Susana Díaz, fue víctima de Santos Cerdán".

También cambiaron, "los diputados y senadores socialistas de Extremadura, y se volcaron con Gallardo. Y César Ramos, diputado en el Congreso, comenzó a recorrer los pueblos para cambiar los apoyos, porque el partido había decidido que había que apoyar a Miguel Ángel Gallardo".

El candidato de Ferraz, Miguel Ángel Gallardo, ganó en enero de este año con más del 80% de los apoyos, y fue reelegido secretario general del PSOE extremeño. Cuatro meses después fue imputado.

Así las cosas, los ánimos están bajos y la indignación, elevada. "En Extremadura están las espadas en alto, esperando. Y también tenemos la impresión de que una vez que pasen las elecciones, en Ferraz moverán ficha".

Pregunta.- ¿Sucesores? Suena Miguel Ángel Morales, presidente de la Diputación de Cáceres.

Respuesta.- Descartado, a no ser que se le imponga de arriba. Está de retirada, y tiene ya un bagaje político lo suficientemente solvente como para haberse ganado un puesto en el Senado.

P.- ¿Esther Gutiérrez Morán, quien se midió con Miguel Ángel Gallardo?

R.- Es posible. A la vista de los acontecimientos, es una buena candidata. Ya lo fue frente a Gallardo. Es una pena, porque ahora mismo hariía falta una revolución profunda y creíble, y no hay tiempo.

Precisamente y hablando de banquillo, hay poco. "Gallardo ya se ha encargado de quitarse de enmedio a la gente que tenía cierto empaque", deslizan las fuentes consultadas.

Las mismas no dudan en apuntar a quien consideran también responsable de la situación: el expresidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra.

"Ibarra apoyó a Gallardo desde el minuto uno. Ahora tiene que apechugar con lo que hizo. Al menos Guillermo Fernández Vara tuvo la prudencia de no señalar a ningún candidato como favorito y de no promocionar a nadie".