Niños españoles han sido sustraídos por sus madres a Rusia.

Niños españoles han sido sustraídos por sus madres a Rusia. Cedida

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A Miguel, Sofía y otros 350 niños se los llevaron sus madres a Rusia al perder la custodia en España: "Putin no los devolverá"

Algunos niños llevados a Rusia se olvidan de hablar español y sus madres hacen lo posible para que sus padres en España no tengan comunicación con ellos.

Más información: Madres Protectoras, la red que ayuda a mujeres que pierden la custodia a huir con sus hijos: "Sin vacunas y sin escuela"

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Sofía Imaz tenía cinco años cuando su madre Angélica, de origen ruso, la separó de su padre Juan José y se la llevó a Saratov, Rusia. La niña vivía en San Sebastián, Guipúzcoa, en aquel verano de 2009.

14 años después, tras cumplir los 18, Sofía ha regresado a San Sebastián para encontrarse con su padre. "A su lado me siento libre, necesaria y, lo más importante, viva", cuenta la joven al recordar el infierno vivido con su madre en Rusia, donde fue víctima de violencia por parte de Angélica y su novio.

"Recuerdo cómo a menudo oía palabras sobre mi inutilidad, cómo el alcohol se convirtió en una parte integral de la vida de mi madre. Esos momentos me obligaban a encerrarme en mí misma, a dudar de mi propio valor y de la capacidad de cambiar algo. La situación alcanzó un punto crítico cuando el nuevo compañero de mi madre levantó la mano contra mí, y mi madre se puso de su parte", relata.

Sofía junto a su padre Juan José.

Sofía junto a su padre Juan José. Cedida

Las razones por las que su madre la raptó cuando era una niña no son claras para Sofía porque en aquella época era "demasiado pequeña para entender lo que ocurría". En varias ocasiones su madre le hablaba mal de España.

"Quizás estuvo relacionado con un choque cultural o experiencias personales, pero aseguraba que en España se trataba mal a los niños. Yo no estoy de acuerdo con ello", relata la joven. Como ya es mayor de edad Sofía ha podido regresar a España por su cuenta, pero muchos otros niños españoles que han sido raptados con la ayuda del régimen de Vladimir Putin aún siguen en ese país.

"El partido de Putin está vinculado a estos casos de sustracción parental. Siempre ha habido una implicación clarísima del partido Rusia Unida de Putin que lo que hace es ponerse del lado de la madre que sustrae a los niños", detalla Javier Somoza, presidente de la asociación Niños Sin Derechos (NISDE).

Esta asociación aglutina a personas cuyos hijos han sido sustraídos. Muchos de ellos, explica Somoza, han sido llevados a Rusia por sus madres originarias de ese país. Es decir, son niños de madre rusa y padre español.

Más de 350 niños

"Rusia es el país que más niños secuestra en el mundo y nunca los devuelve. Desde el año 1995, más de 350 niños españoles han sido secuestrados en Rusia", detalla Somoza. Esas son las cifras que registra la asociación que dirige y que por varios años ha colaborado con el Centro Nacional de Desaparecidos del Ministerio del Interior.

Una vez que un niño español llega a Rusia con su madre de origen ruso, el menor es considerado un ciudadano de ese país, aun cuando este solamente tiene pasaporte español.

Muchos de estos menores ya han cumplido los 18 años. Algunos como Sofía optan por regresar a España y encontrarse con sus padres, pero también hay casos en que los progenitores pierden por completo el contacto con sus hijos.

Miguel en clases de artes marciales en Rusia.

Miguel en clases de artes marciales en Rusia. Cedida

Javier Somoza ha vivido este drama en carne propia. Su hijo, Miguel Somoza Suraev, fue sustraído por su exesposa en 2014 cuando el menor tenía 2 años. Lleva más de una década sin saber nada de él.

"No he tenido ningún tipo de contacto con él. No sé dónde está y tampoco las autoridades del país donde está mi hijo cooperan". El pasado 23 de julio el hijo de Javier cumplió 13 años. Él espera que Miguel en algún momento tenga la capacidad para entrar a internet y se dé cuenta de que su padre lo está buscando desde hace años.

Para ello, Javier se ha esforzado todo este tiempo por publicar información de su hijo en sitios rusos con la esperanza de que algún día su hijo contacte con él. "Hay que esperar con paciencia", señala.

Javier explica que como los niños son raptados desde temprana edad, estos se desvinculan de España y de sus padres, e incluso les hacen olvidar el español. Asisten a escuelas en ese país, se relacionan por años en ese entorno y terminan convertidos en un ruso más.

Eso sucedió con Sofía. Ella no habla el español. Aunque lo está aprendiendo, se comunica a través de un traductor digital o con frases en inglés.

Rusia Unida

Como en toda dictadura, el partido de Vladimir Putin controla las esferas del Gobierno de ese país. Por ello es que ha sido cómplice "de manera sistemática" en el secuestro de menores españoles, valora Javier Somoza.

Él asegura conocer de casos en que el consulado ruso en Barcelona y Madrid ha facilitado documentación falsa e incluso ha acompañado hasta el avión a las mujeres con sus hijos. "Y no se les puede denunciar porque tienen inmunidad diplomática", señala.

El presidente de Nisde también indica que existen grupos en redes sociales en donde las mujeres rusas se explican entre ellas cómo salir de España con los menores. "Incluso se recomiendan entre ellas acercarse al consulado".

En 2017, Javier denunció ante la Policía la existencia de este grupo llamado "Chicas en España". Según el atestado, el grupo "se dedica a facilitar información para llevar a cabo sustracciones parentales de menores de nacionalidad española hijos de madres rusas".

También se menciona a una mujer rusa que tiene un contacto en Francia y otra que solicita un consejo para una mujer rusa que reside en Tenerife, con pareja española y que quiere llevarse a un bebé lactante a Rusia, pero que su pareja no le da permiso.

Una vez que los niños están en territorio ruso, los padres que reclaman la repatriación del menor no lo consiguen porque las autoridades de ese país no hacen caso a las sentencias españolas que les han otorgado la custodia. En su lugar tratan de obligar a los padres a que paguen pensiones a la madre.

A Javier Somoza un tribunal de San Petersburgo le determinó que solo tenía derecho a hablar con su hijo durante 12 horas al año. Es decir, una hora al mes.

"También decía que yo debía proporcionarle al niño el dispositivo para hablar. Le compré una tablet y luego la madre no me permitía hablar con él porque decía que yo no pagaba la electricidad con la que se carga la tablet y tampoco el internet", relata.

Valdimir Putin.

Valdimir Putin. EFE

Uno de los casos en el que más se evidencia la ayuda del régimen de Putin para no regresar a estos menores con sus padres es el de un menor natural de Dúlcar, Granada con iniciales E.S.S.

El Juzgado de Primera Instancia Número 3 de Granada le otorgó la guardia y custodia del menor al padre español el 26 de junio de 2009. La mujer, en lugar de entregar al niño, se lo llevó a Rusia en agosto de ese mismo año.

El padre se fue a ese país en busca de su hijo y denunció a la mujer ante un tribunal ruso. La madre lo que hizo fue buscar la protección de la oficina regional de recepción pública del presidente del partido Rusia Unida: Vladimir Putin. No consiguió reunirse con él, pero sí logró una audiencia con el diputado de la Duma Estatal (Congreso ruso) Vasili Kopylov.

El funcionario ruso se puso en contacto con Pavel Astakhov, Defensor del Menor y este asumió personalmente el control del caso. Finalmente, el menor nunca fue devuelto al padre.

La última esperanza

Los padres de hijos sustraídos que han sido llevado a Rusia tienen la esperanza de que cuando estos sean mayores de edad puedan regresar a España con ellos así como hizo Sofía Imaz.

Este verano ha estado en San Sebastián con su padre Juan José, aunque su estadía en España es temporal. Solo está de visita porque quiere terminar de estudiar en la universidad en Moscú.

Una vez que termine la carrera planea regresar a la península con su padre y vivir en la que considera su "verdadera patria".

"Aquí siento el verdadero amor y aceptación que he buscado tanto tiempo. Creo que el futuro me espera luminoso, lleno de amor, comprensión y apoyo de los seres queridos. España se ha convertido para mí en más que un país en un mapa. Se ha convertido en mi hogar, en el lugar donde puedo ser yo misma y construir mi vida tal como siempre he soñado", concluye.