Un vehículo de la Guardia Civil circula por un túnel de Gran Canaria en una foto de archivo sin relación con el suceso narrado.
Un hombre discute con su novia y acciona el freno de mano en plena marcha en Gran Canaria: "Pues nos matamos"
El Juzgado de Violencia sobre la Mujer de San Bartolomé de Tirajana le ha enviado a prisión provisional sin fianza. Ya había sido condenado por maltrato.
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El coche avanzaba por el túnel de Taurito, en el suroeste de Gran Canaria, cuando A.S.M., sentado en el asiento del copiloto, se volvió hacia su pareja. La insultó, primero. Le dijo: "Pues nos matamos", después. Y tiró del freno de mano. El vehículo derrapó, perdió el control y terminó empotrado contra un muro.
Sucedió el pasado lunes 15 de julio. Él, residente en la isla, viajaba con su pareja sentimental —conductora del turismo— cuando, en mitad de una discusión, presuntamente provocó el accidente de forma deliberada.
No era la primera vez. Según el testimonio de la víctima, al que ha tenido acceso Canarias7, el hombre ya había hecho algo similar años atrás, con una hija menor de ambos en el asiento trasero.
La Guardia Civil acudió al lugar junto a los servicios de emergencia. Había operarios de mantenimiento trabajando dentro del túnel que escucharon el frenazo seco y la colisión. Las cámaras de seguridad también captaron el momento del impacto.
Un agresor reincidente
Los agentes detuvieron al sospechoso esa misma tarde. El miércoles, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de San Bartolomé de Tirajana decretó su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza.
El juez le atribuye un delito de lesiones en el ámbito de la violencia de género y destaca en el auto que el acusado actuó "con total conocimiento de las graves consecuencias que su comportamiento pudiera acarrear".
Además del episodio en el túnel, el juzgado ha tenido en cuenta la reincidencia: A.S.M. ya fue condenado en el pasado por maltratar a la misma mujer.
La resolución judicial, según recoge Canarias7, subraya que existen "múltiples indicios" de que durante los ocho años que ha durado la relación "han sido múltiples las ocasiones en las que ha atentado contra su integridad física y psíquica".
La víctima, tras el accidente, reconoció que había normalizado comportamientos similares. En aquel primer caso, él también activó el freno de mano sin avisar. Entonces el coche iba despacio, y ella decidió no denunciar. Esta vez, su vida corrió peligro.
