Las autoridades aún no confirman si se trata de los cuerpos de Juan Herrera y Angelita Silva.

Las autoridades aún no confirman si se trata de los cuerpos de Juan Herrera y Angelita Silva. EFE

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Aparecen dos cadáveres en la zona de Mallorca donde Juan y Angelita desaparecieron: su hijo encontró el barco a la deriva

Las autoridades han encontrado dos cadáveres en aguas de Mallorca, en la zona donde se buscaba a una pareja desaparecida desde el sábado.

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La Guardia Civil encontró en la tarde de este miércoles el cadáver de Juan Herrera, el policía jubilado de 67 años que desapareció en Mallorca el sábado con su esposa Angelita Silva da Souza, de 57. Ambos salieron a navegar por la costa de Calvià y su lancha motora fue encontrada a la deriva dos días después.

El cadáver de Herrera fue encontrado en la zona de Sa Dragonera. La Guardia Civil también rescató otro cuerpo en estado de descomposición, frente a Cala Figuera. Se trata de un migrante de una patera que naufragó en días anteriores. Las autoridades aún mantienen las labores de búsqueda para encontrar a Angelita Silva da Souza.

Los tripulantes de una embarcación alertaron a la Guardia Civil tras ver un cuerpo flotando en el mar, a la altura de Cala Figuera. Tras recibir el aviso, el cadáver fue rescatado. Poco después, apareció el otro en la zona de Sa Dragonera.

Esta es la lancha en la que zarparon Juan y Angelita

Esta es la lancha en la que zarparon Juan y Angelita EFE

Embarcación a la deriva

Allan Krell de Souza no tuvo noticias de su madre, Angelita Silva da Souza, desde que zarpó con su marido, Juan Herrera, el sábado 7 de junio por la tarde. Ambos salieron en su lancha motora llamada Zaragall, como acostumbraban a hacerlo. En esta ocasión, ninguno de los dos regresó.

El lunes, Angelita no fue a trabajar, mientras que Juan, policía jubilado, no se presentó a una comida con amigos. Ambas situaciones hicieron saltar las alarmas y sus familiares comenzaron a buscarlos. Allan, al no tener noticias de su madre desde el sábado, decidió ir a buscarla al mar.

"Yo mismo, junto a un amigo, iniciamos la búsqueda por cuenta propia después de presentar la denuncia ante la Guardia Civil de Calvià, ya que mi madre no se presentó a trabajar. Tuvimos que pagar 200 euros a un patrón privado para que nos ayudara en la búsqueda", escribió el joven en un mensaje difundido por redes sociales.

Sobre las 18:00 de la tarde del lunes, Allan encontró la embarcación en la que había zarpado su madre con su pareja. "Logramos localizar la embarcación antes que las autoridades, que tardaron una hora y media en llegar tras el aviso", detalló. Estaba a la deriva, a 900 metros de la isla de Sa Dragonera, y sin rastro de sus ocupantes.

"En el interior del barco se encontraban todas las pertenencias personales de mi madre y del capitán, sin signos de robo o violencia, pero no se encontraba fondeado, lo que nos lleva a pensar que fue arrastrado por las corrientes o que hubo una emergencia", escribió Allan.

Desde entonces, las autoridades iniciaron la búsqueda para dar con Angelita y Juan. Medios locales igualmente informaron de que los investigadores creyeron en un primer momento que sus cuerpos podían estar bajo el agua, aunque sus familiares no perdían la esperanza de que aparecieran con vida. "Lo único que queremos es que aparezcan" dijo a EL ESPAÑOL una de las hijas de Juan Herrera, cuando aún no se había reportado la aparición de ninguno de los cuerpos.

Les gustaba pescar

Juan Herrera se jubiló hace dos años como subinspector de la Policía Local de Calvià. Tiene 67 y la mayor parte de su vida se la ha pasado navegando en el mar y pescando. "Es pescador con amplia experiencia en navegación", describió Allan en su mensaje en redes.

La lancha motora fue encontrada a la deriva por el hijo de Angelita Silva.

La lancha motora fue encontrada a la deriva por el hijo de Angelita Silva. EFE

La pesca es una afición que compartía con su pareja, Angelita Silva da Souza, de 57 años y de origen brasileño. "Es una excelente nadadora", dijo de ella su hijo Allan. Zaragall, la lancha motora en la que zarparon desde Port Adriano, es una Sea Ray 270 Sundancer de 27 pies.

Cuando Allan la encontró a la deriva en el mar, estaba con el motor apagado y la cubierta en orden. Los teléfonos móviles también estaban a bordo, al igual que los equipos de navegación y comunicación. Los investigadores analizaron el sistema de sonda del barco y hallaron que estuvo detenido durante un largo periodo en una zona de pesca situada a unas siete millas de El Toro. En ese lugar, la profundidad alcanza los 90 metros.

Por otro lado, la embarcación estaba equipada con un sistema de posicionamiento dinámico, lo que le permite mantenerse en un punto sin necesidad de fondear. La Guardia Civil ha pedido la colaboración del propietario anterior del barco para interpretar los registros de la sonda y averiguar la trayectoria que pudo seguir desde que salió de Port Adriano.

La lancha fue trasladada al puerto de Sant Elm, en donde la Guardia Civil le hizo una inspección. Los investigadores creen que Juan y Angelita pudieron sufrir algún accidente que les hiciera caer al mar y no pudieran volver a subir a la embarcación.