A la izquierda, el concejal Víctor Sáez es sujetado por varios clientes y trabajadores del kebab, momentos antes de ser derribado; y a la derecha, él mismo en un acto público.
Los dueños del kebab de Murcia denuncian por racismo al edil LGTBI del PSOE agredido: "Nos dijo 'moros de mierda'"
EL ESPAÑOL accede en exclusiva a la denuncia presentada por Samia, dueña del negocio de esta familia paquistaní y esposa del hostelero que supuestamente pegó al concejal. "Él fue el primero en golpear".
Más información: La paliza al concejal LGTBI del PSOE en un kebab "gay friendly" de Murcia al pedir usar el baño: "Te voy a rajar el cuello, maricón".
La familia paquistaní que regenta un local especializado en döner kebab en Murcia ha denunciado por un delito de odio, con tintes racistas, al concejal de Derechos LGTBIQ+ en Lorquí, Víctor Sáez, al que acusan de llamarles "moros de mierda". De esta forma se ha formalizado un cruce de denuncias entre ambas partes y por el mismo delito: el odio, ya sea por xenofobia, en el caso de los hosteleros, o por homofobia, en el caso de la denuncia que había formulado el edil socialista que fue agredido por los dueños y los empleados del citado local.
El origen del conflicto es la trifulca que tuvo lugar en el citado restaurante durante la jornada del martes: el día que se celebró del Bando de la Huerta en Murcia. Este jueves, el edil Víctor Sáez denunció ante la Policía Nacional haber sido víctima de una agresión de los empleados del local, con supuestos tintes homófobos. Y solo unas horas después, Samia, la propietaria de este negocio regentado por una familia paquistaní, también denunció al concejal del PSOE, ya que según su versión, antes de la pelea, Sáez y su amigo le "dijeron a los trabajadores 'moros de mierda'".
Así lo recoge la denuncia presentada por Samia en una Comisaría del Carmen y donde la esposa del hostelero carga las tintas contra Víctor Sáez. De hecho, ofrece una versión diametralmente opuesta a la del concejal del PSOE en Lorquí. El abogado que representa a la familia hostelera, Manuel Chacón, confirma que han denunciado un "delito de odio"
A raíz de la viralización de este episodio y su trascendencia a nivel nacional, esta familia de Pakistán afirma que está recibiendo amenazas. "Estoy recibiendo varias llamadas en las que me preguntan a qué hora abrimos y cerramos. Aunque no dicen nada explícito y amenazante, sentimos temor de que sea motivo para querer tomar algún tipo de represalia tanto contra el personal como contra el establecimiento que en su mayor parte es de cristal".
Para corroborar sus palabras aportan un vídeo a EL ESPAÑOL. En la grabación aparecen dos llamadas de unos desconocidos donde profieren insultos contra los dueños de este negocio que lleva unos tres años funcionando en Murcia.
La propietaria del kebab donde tuvo lugar el incidente el pasado martes graba dos llamadas amenazantes de presuntos desconocidos.
En su denuncia, Samia explica a la Policía Nacional este supuesto episodio de odio comenzó cuando el concejal socialista y un amigo suyo que habían hecho un pedido, le solicitaron ir al cuarto de baño de su restaurante döner kebab.
"Dos personas vestidas de huertano, una con chaleco verde y otro con chaleco rojo [el concejal Víctor Sáez y un acompañante], entraron dentro del local para pedirnos comida, y en un momento dado nos pidieron ir al baño. Como consecuencia del día del Bando de la Huerta, el uso del aseo que hicieron los clientes llevó a que ese día se atascara", según expone Samia.
"Le indicamos a estas dos personas que el baño no estaba accesible, pero ellos querían entrar a la fuerza tirando un taburete que impedía el paso a los servicios. Pero ellos insistían de forma agresiva y reiterativa, y empezaron a golpear una vitrina diciendo que querían entrar". En ese momento, según el relato de Samia, su marido salió para ver qué estaba pasando.
"Mientras seguían golpeando la vitrina, solicitaron una hoja de reclamaciones, al tiempo que le decían a mis trabajadores que son unos 'moros de mierda'. En un primer momento, uno de los empleados les dijo que por los insultos no les iba a dar la hoja de reclamaciones". No obstante, acabaron accediendo a ofrecerle este documento porque, tal y como explica Samia, "como clientes tienen este derecho".
Sin embargo, fue en ese momento cuando todo comenzó a desmadrarse. "El que llevaba un chaleco rojo [el acompañante de Víctor] tiró el expositor de golosinas, rompiéndolo; y el del chaleco verde [el concejal] quería romper otra vitrina que tiene el local destinada a la panadería. Para evitarlo, uno de los trabajadores tiró al suelo al del chaleco verde". Este es el fragmento de la pelea que se puede observar en el vídeo que Víctor Sáez ha publicado en sus redes sociales.
Aquí está el vídeo, con las caras pixeladas todo lo que se puede, porque encima, si saco una imagen de ellos, me cae a mí el puro. Como si lo viera venir. pic.twitter.com/S67HnsbUCP
— Mr. Sáez (@victortin) April 23, 2025
En ese momento, la propia Samia afirma que "por temor a que rompiesen más objetos dentro del local, cogí un taburete y me puse delante de la vitrina en posición de defensa, sin llegar en ningún momento a golpear a nadie, pero con la actitud de querer proteger mi establecimiento".
Pero esto, al parecer, no intimidó al concejal y su acompañante, que lejos de querer abandonar el local, "seguían insistiendo diciendo que estaban en España y que tenían que entrar al baño, que es ilegal no dejarles acceder. Mientras esto sucedía, entraron una chica y varios chicos más apoyando la postura de estas dos personas, por lo que otros clientes que se encontraban en ese momento en el local, les dijeron que por favor desistieran y se fueran".
Cuando finalmente salieron del kebab, la propietaria asegura que Víctor y su amigo "fueron diciéndole a la gente que el local es homófobo, que no entrasen, que es un mal negocio". Samia expone que, como consecuencia de esta reyerta, su establecimiento "sufre daños en un expositor y en la puerta principal de entrada. Además, uno de mis trabajadores me ha llamado para decirme que tiene lesiones tras forcejear con el del chaleco verde, por lo que se encuentra en el Hospital Reina Sofía realizando una valoración física, y presentará también una denuncia".
De ser así, este caso podría hacerse aún más complejo, teniendo en cuenta el cruce de denuncias que ya se ha dado. De momento, las dos partes se acusan mutuamente por presuntos delitos de odio. En el caso del edil, este se ampara en unos supuestos insultos homófobos que profirieron contra él: "Cuando me facilitaron una hoja de reclamaciones, el dueño, al percatarse de que la estaba rellenando, acometió contra mí. Otra vez, la gente tuvo que interceder para que no me agrediese. Todo eso pasó a la vez que me gritaba: '¡Te voy a matar maricón de mierda, te voy a cortar el cuello, eres un maricón!'".
Al saber de la denuncia presentada por la propietaria del kebab, el concejal de Derechos LGTBIQ+ en Lorquí ha negado -de forma tajante- los hechos por los que ha sido denunciado. "Yo no iba borracho porque solo bebí tres copas en todo el día", tal y como precisa el edil. "No insulté a nadie y tengo más vídeos para demostrarlo. Están en manos de mi abogado. Hasta que no me dé permiso, no puedo difundirlos. Pero con ganas me quedo porque se ve que pido la hoja de reclamaciones, que hablo con fluidez, que ni me trabo, ni voy bebido, y cómo recrimino que se está burlando de mí".
El concejal de Lorquí, Víctor Sáez, este jueves, a la salida de la Comisaría de San Andrés, junto a su abogado Jawad Romaili.
Sáez también dirige el área de Juventud en el Ayuntamiento y la supuesta agresión homófoba la sufrió después de que su departamento organizase un viaje hasta Murcia, para que los jóvenes de la localidad pudieran disfrutar del Bando de la Huerta: el día grande de las Fiestas de Primavera de la capital del Segura. De hecho, más de 160 jóvenes ocuparon alguna plaza en los tres autobuses que fletó el concejal para disfrutar de una jornada festiva que se ha tornado amarga para Víctor Sáez.
Prueba de ello es que el joven edil socialista también ha asegurado que está sobrepasado por todo lo que se está moviendo en redes sociales alrededor de su persona y de su condición sexual: "La avalancha de apoyo me abruma, pero la otra avalancha de odio hacia mí, que he sido quien ha recibido la agresión, me deja por los suelos".