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En un entorno donde la tecnología y la estrategia se cruzan, los ingenieros y militares del CEDEA-CEUS buscan perfeccionar el uso de drones para la seguridad nacional. Estos dispositivos no solo sirven para la vigilancia y el reconocimiento, sino que también se emplean en simulaciones de misiles y en la evaluación de sistemas de defensa antiaérea.

José Antonio Quesada, coronel del Ejército del Aire y del Espacio y director del Centro De Experimentación De El Arenosillo y del Centro de Ensayos para Unmanned Systems. Fotografía realizada con Leica Q3 43.

José Antonio Quesada, coronel del Ejército del Aire y del Espacio y director del Centro De Experimentación De El Arenosillo y del Centro de Ensayos para Unmanned Systems. Fotografía realizada con Leica Q3 43. Rodrigo Mínguez

El coronel Quesada, al frente del proyecto, supervisa los ensayos con una visión clara: integrar estos sistemas en el futuro de la defensa. "Cada prueba nos acerca un poco más a una tecnología más segura y eficiente", explica. Entre los proyectos en desarrollo destacan drones tácticos diseñados para operar en misiones estratégicas y aeronaves no tripuladas con capacidad de respuesta ante amenazas.

El trabajo en estos centros de experimentación no se detiene, y las próximas incorporaciones tecnológicas, como el SIRTAP y el Eurodron, prometen consolidar a España como un referente en la innovación aeroespacial. "El futuro de la defensa no es una cuestión de velocidad, sino de anticipación y precisión", concluye el coronel, observando la trayectoria de una de las aeronaves en vuelo.