Raquel,  en una imagen cedida durante una jornada lectiva en su universidad.

Raquel, en una imagen cedida durante una jornada lectiva en su universidad. E.E.

Reportajes REPORTAJES

Raquel Santana, la joven 'Si-Si': trabaja para pagarse la carrera y ayuda a la familia con los gastos

Es la tercera hija de una familia numerosa especial, con un hermano mayor con TEA: se paga íntegramente sus estudios en Educación Especial trabajando en la hostelería.

2 octubre, 2023 01:52

Raquel no es influencer. No tiene muchos seguidores en redes sociales para que su vida pudiera trascender y sirviera de ejemplo para alguien, como le pasó hace unos días a David, conocido en Tiktok como NanoJr. Básicamente, porque esta chica de 21 años no tiene tiempo para eso. Sin embargo, Raquel Santana es una joven que representa a muchos de su generación cuyas historias no se suelen contar. Raquel no sólo trabaja. Raquel trabaja y estudia. Es una joven que se engloba en los denominados como 'Sí sí: Jóvenes que sí estudian y sí trabajan, fundamentalmente para pagarse una carrera universitaria a la que no podrían acceder de no trabajar.

Raquel estudia Magisterio de Educación Especial... y se paga la universidad íntegramente. Y con lo que le sobra, contribuye a la economía familiar.

La joven es de Cádiz pero por los motivos laborales de sus padres vive en Algeciras. Su madre, Silvia, es administrativo a media jornada, y su padre, Diego, electricista en una subcontrata en el Hospital Universitario Punta de Europa. Mileuristas. Tiene una hermana de 24 años, María, un hermano de 23, Diego, que es autista, y una hermana menor, Claudia, de sólo 9 años. Por ser tener su hermano un TEA, la familia es numerosa categoría especial. Por ello, únicamente está exenta de pagar la matrícula universitaria.

La joven trabaja en Hostelería "porque desde chica me encantaba la cocina". Y estudia Educación Especial "porque me gustan mucho los niños. Y porque estoy muy sensibilizada con lo de mi hermano Diego", cuenta a EL ESPAÑOL.

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Cuando acabó el instituto hizo un Grado Medio de Cocina y a continuación un Grado Superior en Educación Infantil. La nota de corte para acceder a Magisterio se situó en un 7. Ella sacó un 6. "Entonces tuve que elegir entre un año en blanco o irme a Magisterio por la concertada, en La Línea. Pero mis padres no podían pagarmelo. Ya pagan el logopeda y las clases de mi hermano". En la concertada, el año entero son 4.000 euros. 

En junio de 2022 se puso a trabajar en un restaurante "que no me pagó lo que me debía". Y en mayo de este año empezó a trabajar en una venta en Castellar de la Frontera como auxiliar de cocina. "Con lo que gano me lo pago todo: el año universitario, el coche, los materiales...". La mensualidad de su universidad es de 450 euros.

-¿Y estás contenta?

-Contentísima. Me pagan todas mis horas, aprendo y tengo muy buen ambiente.

De mayo a septiembre trabaja todos los días excepto los domingos. De 9 de la mañana a 6 de la tarde.  "Justo cuando debo ahorrar más dinero. Con lo que saco en verano me pago medio año de Universidad, y no veas el golpe que le quito a mis padres", cuenta a EL ESPAÑOL. El resto del año, y con el curso empezado, trabaja los fines de semana.

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Cuando empieza las clases, su jornada de estudio empieza a las 8 y acaba a las 8 de lunes a jueves. Aprovecha esas tardes para estudiar a destajo, porque los viernes, sábados y domingos se va a trabajar a la venta. "Yo hago allí de todo, pero sobre todo, cocina. Ensaladas, platos rápidos... de todo".

Su hermana mayor, María, estudia animación sociocultural. También trabaja en una asociación de autismo en el Campo de Gibraltar. "Lo suyo es enseñanza pública, pero ella se paga el coche y los materiales. A nosotros nuestros padres desde pequeños nos han acostumbrado a esforzarnos y trabajar", comenta.

Trabajan por ella, pero también "para ayudar. De hecho a nuestros padres le echamos gasolina al coche y cuando toca nos hacemos cargo de los materiales escolares de Claudia, nuestra hermana de 9 años".

El primer año de Magisterio de Raquel lo ha aprobado entero. Podría trasladarse a la pública: la más cercana está en Puerto Real, también en la provincia de Cádiz. Son 85 kilómetros de ida. No salen las cuentas, "He decidido quedarme porque me sale más rentable. Tendría que pagarme el piso, o quedarme con algún familiar. Sería más gasto", enumera.  

-¿En tu clase hay mucha gente que trabaje y estudie?

-De 60 estudiantes, solo trabajamos 2.

¿Qué le diría Raquel a aquellos que dicen que pertenece a la generación de cristal? "Yo a la gente que dice que la juventud es egoísta le diría que está bastante equivocada. En mi casa se trabaja para ayudar. Yo creo que esto depende del tipo de educación que te den. A nosotros nos han enseñado que hay que trabajar y estudiar para ganarnos la vida".