Jóvenes residentes en el barrio de Salamanca.

Jóvenes residentes en el barrio de Salamanca. E.E

Reportajes

Los jóvenes 'cayetanos' y los 20.000€ de Sumar: entre "comprar un caballo" y "gastarlo en caballo"

La herencia universal de la vicepresidenta del Gobierno no entendería de rentas y se aplicaría a todas las personas.

9 julio, 2023 02:38

Una herencia universal de 20.000 euros para los jóvenes de entre 18 y 23 años. La propuesta de Sumar, el partido con el que la vicepresidenta Yolanda Díaz se presentará el 23-J a las elecciones, ha sido recibida con escepticismo en muchos sectores, incluso dentro de la propia coalición electoral. No sólo por los números. También por la presumible falta de equidad que supone dar ese dinero tanto a los jóvenes más ricos como a los más pobres

Díaz soltó la medida sin matices el pasado domingo: 20.000 euros a los 18 años. Y punto. Con el paso de los días, Sumar fue matizando un "derecho que se adquiriría a los 18 años y que se haría efectivo a los 23", según acotó Ernest Urtasun, portavoz de campaña de la candidatura, al día siguiente. Mientras tanto, se ofrecería al beneficiario un "acompañamiento administrativo" para "desarrollar un proyecto con ese dinero". El proyecto podría ser de tres tipos: de "inserción laboral", de "emprendimiento" o de "formación".

Nacho Álvarez, cerebro económico de Sumar, ahondó algo más en la medida durante una entrevista con este periódico publicada este jueves. "Viene acompañada de una nueva figura tributaria, un nuevo impuesto a las grandes fortunas que garantiza el doble objetivo de la medida. Por un lado, mejorar la igualdad de oportunidades y, por otro lado, ser un instrumento de redistribución de rentas y de riqueza en nuestro país", explicó.

[Nacho Álvarez, el cerebro económico de Sumar: "El hijo de un rico puede cobrar los 20.000€ si su familia paga 10 ayudas"]

EL ESPAÑOL ha hablado con varios jóvenes 'cayetanos' de Madrid para preguntarles por la propuesta de Yolanda Díaz.

"Me hubiera comprado un caballo"

La riojana Carla y la vasca Garbiñe, compañeras de piso, de 21 años, pasean distraidas por Juan Bravo. Garbiñe se ha graduado en Derecho Económico y en septiembre comienza un doble máster de acceso a la abogacía y Derecho Internacional en el ISDE. Carla, mientras, ha estudiado Publicidad y se irá a Dallas el curso que viene.

"¿Que cuando cumplas 18 años te dan 20.000 euros?", le pregunta una amiga a la otra. Lo primero que preguntan las chicas, lógicamente, es si hay algún tipo de requisito para acceder a la ayuda. Le suena raro lo de una herencia universal. "No se los daría a todo el mundo", acuerdan. "Hay gente que los puede utilizar bien, para una buena causa o para sus estudios, pero me parece mal porque hay gente que no van a saber aprovechar esos 20.000 euros", estima Carla.

"La gente joven lo puede ver como ¡wow!, cumplo 18 años, me dan 20.000 euros y me los gasto en un mes en Ibiza, por ejemplo. Yo creo que debe de haber un filtro bastante grande. Debe ser como una beca, que se sepa que esos 20.000 euros se van a invertir en educación o en emprendimiento. Me parece súper bien apoyar el emprendimiento joven. No se los daría a todo el mundo", desarrolla.

"Es complicado. Estoy muy a favor de las subvenciones y de las ayudas, pero no a favor de cómo se dan muchas veces y de la mala gestión que se hace después. Debería haber un filtro mayor que simplemente dárselo a un chico que cumple 18 años [como expuso Díaz en un primer momento]", sigue Garbiñe. "Las ayudas son para gente que las necesita con un filtro muy bien definido", insiste. "Yo no soy rica, pero no los necesito", estima. 

¿En qué se gastarían 20.000 euros en caso de no tener filtro? "Quizás los hubiera invertido en estudios, porque me parece muy importante", dice Carla, "pero se me hubiera ido un poco la pinza en el mundo de la moda". "No tiene nada que ver que te den el dinero con 18 que con 20 años", acuerdan ambas.

"En mi caso, no lo hubiera invertido en los estudios porque me los hubieran pagado igualmente mis padres. Así que lo hubiera invertido más en mi carrera deportiva. Monto a caballo, y es muy caro, y mis padres están dispuestos a pagarme un buen máster pero no un caballo. Yo lo hubiera invertido en comprarme un caballo". 

"Migajas de pan"

Juan R. estudia Derecho y ADE en la Universidad Autónoma de Madrid. Atiende a EL ESPAÑOL desde un piso de la calle Serrano en compañia de otros amigos. Son el fenotipo perfecto de una pandilla del barrio: responden al teléfono con un que te vote Txapote comunitario. "Nosotros consideramos que, como lleva haciendo Yolanda Díaz durante toda la campaña, es una forma más de comprar votos", acusan la medida de electoralista.

"Son migajas de pan sin saber las consecuencias", sigue Antonio. "Yo ahora que me he enterado estoy totalmente de acuerdo con lo que dice mi colega", dice otro. "Que te vote Txapote", repite alguien al fondo. "Darle esa cantidad de dinero a un chaval inmaduro es peligroso", asegura uno de los más cuerdos. "Para empezar, ese dinero no se puede dar sin condiciones, como dijo de primeras Yolanda Díaz. Todo el que tenga dos dedos de frente pensaría al escucharlo que es un disparate, porque es un disparate increíble. Y aunque haya requisitos, no entiendo que el Estado le dé 20.000 euros al hijo de alguien que aporta 200.000 al Estado. Para eso, que bajen los impuestos", razona.

¿En qué se gastarían el dinero? "Lo primero en que lo gastaría sería en un coche, para quien tenga el carné, luego un viaje y el resto en gilipolleces: alcohol, fiesta, droga y caballo", dice uno de ellos.

"En mi formación"

Lucía espera un Uber en la calle General Díaz Porlier. Tiene 21 años y la piel dorada de quien ha aprobado todas en junio y lleva ya semanas de piscina. La medida le parece "bien", le gusta que den 20.000 euros a la chavalería. ¿Qué harías con el dinero? "Lo intentaría ahorrar para hacer un buen máster o algo", dice. "No tengo la información suficiente, pero tiene que haber requisitos, no le puedes dar 20.000 euros a un joven a cambio de nada". Llega el Uber.

"A mí me viene de locos", dice Jorge, recién graduado en Economía en la Universidad de Zaragoza y a la búsqueda de piso en Madrid. Hará un máster este año. "Yo me lo gastaría en mi formación. Estoy buscando ahora piso por aquí y me ayudaría a eso y a pagar el máster", desgrana. "No sé si es universal para todos los jóvenes. Si nos metemos en temas de equidad...", desliza. 

"No sé si serían de golpe o fraccionados. La medida hay que estudiarla y ver de dónde sale, pero yo creo que podría beneficiar a los jóvenes", le agrada la potencial medida. "Eso sí, habría que ver las condiciones económicas".