De izquierda a derecha: Garzón, Rodríguez, Díaz, Bustinduy, Iglesias, López-Rey, Baldoví, Errejón y Colau.

De izquierda a derecha: Garzón, Rodríguez, Díaz, Bustinduy, Iglesias, López-Rey, Baldoví, Errejón y Colau. Diseño: Arte EE / EP

Reportajes

Errejón y otras víctimas de Iglesias boicotean el pacto con Sumar: 'Quien a hierro mata, a hierro muere'

La presencia de Irene Montero y Echenique es un escollo para alcanzar el acuerdo con Díaz. Mientras, Iglesias denuncia una "dinámica" de "venganza".

7 junio, 2023 03:19

"Han humillado a todo el mundo y ahora la gente no les tiene cariño", dice uno de esos ex dirigentes de Podemos a quienes sus bases, una vez desligado, trataron de humillar por disidente y de cuyo cariño original no quedan ni las pavesas. Se refiere a Pablo Iglesias, a Irene Montero, a Ione Belarra y a Pablo Echenique. Fundador y sursuncorda, ministras en activo y portavoz parlamentario de Podemos y a quienes nadie —retirado de la política activa el primero— quiere en sus listas, al menos, en primera fila. Yolanda Díaz no cuenta con ellos para Sumar porque considera que les resta y Pedro Sánchez, a través de la vicepresidenta económica Nadia Calviño, ya pone a Podemos el mismo cartel que a Ciudadanos tras el 28-M: el de "desaparecidos"

"Si la ministra acepta no repetir, lo demás sale solo. Pero es que Podemos ya solo existe para que ella vaya en una lista", tuiteó este martes Ramón Espinar, el más activo de esta suerte de pentitis para Podemos, uno de los muchos Joe Valachi que han narrado con detalle los entresijos del auge y caída de Podemos. 

Sobre "victimismo", "soberbia", "actitud regañona", "disparos indiscriminados contra periodistas, jueces y tuiteros" y "defensa dinamitera", entre otros muchos dechados de virtudes, escribió Santiago Alba Rico, referente intelectual para la izquierda, este lunes en Público. 'Contra la Unidad' llevaba por título un artículo más explícito que sugerente. Una voz autorizada contra esa tesis mayoritaria según la cual la concurrencia dividida de Sumar y Podemos a las elecciones equivaldría a una victoria segura de PP y Vox.

Ione Belarra e Irene Montero, el pasado 26 de mayo, en Madrid.

Ione Belarra e Irene Montero, el pasado 26 de mayo, en Madrid. Fernando Sánchez EP

"Imponer a Irene Montero y Ione Belarra, las ministras peor valoradas del Gobierno, es un error de Pablo Iglesias que pone en peligro la construcción de una alternativa de progreso", opinaba en la misma red social y al mismo tiempo Félix López-Rey, veterano concejal de Más Madrid, si bien se desmarcan y remarcan la individualidad del mensaje en la formación madrileña. "Estimado Félix, cuando te eligieron la primera vez concejal en el Ayuntamiento de Madrid, Belarra y Montero no habían nacido aún", le contestó Iglesias.

Sumar, por la mañana, celebraba la incorporación de Pablo Bustinduy para su equipo. Otro diputado de Unidas Podemos entre 2016 y 2019, asesor de Iglesias en Bruselas antes, experto en política internacional, totalmente enrolado en la causa de la vicepresidenta. "Es una persona muy valiosa, enhorabuena a Sumar", concedió Isa Serra, portavoz morada, preguntada en rueda de prensa. El ex secretario de Organización y ex diputado, Alberto Rodríguez, anunciaba ya por la tarde la alianza electoral de Drago Canarias con Sumar. La última parada de su proceso de desafección con la dirección de Podemos.

[Podemos y Sumar llegan a un preacuerdo político que encalla por el veto a Irene Montero y Echenique]

El ex vicepresidente Iglesias criticó este lunes las "dinámicas" de lo que considera "venganza" y "humillación" para Podemos, un partido en descomposición, mermada casi en su totalidad su representación autonómica y local tras las elecciones del pasado 28 de mayo, superados y marginados por ese zepelín electoral que es Yolanda Díaz. "Quien a hierro mata, a hierro muere", resuelve uno de los agraviados históricos.

El fundador de Podemos denunció en RAC1 la "presión" para que Montero quede "fuera" de Sumar. Una presión, un veto, que parece manifiesta. Mónica García, líder regional de Más Madrid e importante figura de Sumar, lo acusó en la Cadena Ser de "mentir" para "hacer daño" al proyecto de Díaz. "Más Madrid no ha vetado a ningún partido", aseguró.

Según fuentes de las negociaciones, tal y como publicó EL ESPAÑOL, ambas partes han llegado a un preacuerdo político acerca del programa electoral futuro. Sin embargo, todo se encuentra encallado por los vetos de Yolanda Díaz a figuras como Irene Montero o Pablo EcheniqueDesde Podemos ven en Díaz una estrategia de arrinconarles y ofrecerles un espacio minúsculo y que el único liderazgo que quede en Sumar después del 23-J sea el de la propia Yolanda Díaz.

El próximo viernes, 9 de junio, termina el plazo para registrar las coaliciones electorales que se presentarán el 23 de julio y la líder de Sumar no zanjar el asunto sobre la bocina. El fantasma de lo sucedido en Andalucía, donde la marca de Podemos se quedó fuera de las últimas autonómicas por no registrarse a tiempo, vuelve a aparecer.

El factor Errejón

El binomio Iglesias-Montero se hizo con la totalidad del poder en el partido tras purgar de forma muy detallada cada órgano del entonces llamado Consejo Ciudadano. Ahora, con el partido casi desaparecido a nivel autonómico y las alianzas rotas, los purgados parecen pergeñar su vendetta personal.

¿El primero y más evidente? Íñigo Errejón, líder de Más País, antaño número dos de la formación morada. Huelga explicar la archiconocida rivalidad con Iglesias, a quien aguó el quinto cumpleaños de Podemos tras anunciar su nueva marca electoral junto a la entonces alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena.

Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, el 20 de mayo de 2020, plena pandemia, en el Congreso.

Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, el 20 de mayo de 2020, plena pandemia, en el Congreso. Europa Press

La cabeza de lista en Madrid será Yolanda Díaz y en Sumar defienden que la segunda plaza sea para Íñigo Errejón, por la fuerza que tiene Más Madrid en la Comunidad, donde acaba de confirmarse como segunda fuerza frente a un Podemos que ni obtuvo representación el 28-M. 

El director de Canal Red situó geográficamente en la capital, la Comunidad Valenciana y Cataluña el "problema en las negociaciones" en la citada alocución. Las referencias son claras: Más Madrid, Compromís y los comunes. En Podemos ven la sombra de Errejón tras el veto madrileño y consideran insultante, indican fuentes del partido a este periódico, "ofrecer a Irene Montero un puesto de tercera fila". Compromís, a su vez, reclama los puestos de salida para sus candidatos en las tres provincias tras los resultados obtenidos el 28-M.

Las antaño alianzas de Podemos aguantaron mientras el partido de Belarra y Montero prácticamente desaparecía. Una condición que condena en las negociaciones a la formación de izquierda radical, que se aferra a los resultados de las pasadas elecciones generales frente a los recientes resultados autonómicos. Defienden que siguen siendo un activo electoral y no un lastre. "Compromís no veta a nadie para Sumar, y mucho menos a Podemos", decía Baldoví este martes, si bien la posición de Podemos nada tiene que ver con sus aspiraciones.

[Ramón Espinar: "Iglesias busca que gobiernen PP y Vox para crear una izquierda de resistencia"]

Que Alberto Garzón, ministro de Consumo, y Ada Colau, alcaldesa de Barcelona en la rampa de salida tras la derrota electoral, también defensores de Díaz, anunciaran la semana pasada que no se presentarían a las elecciones parecía otro gesto claro: una invitación a Irene Montero para que haga lo mismo. La pregunta "hay que formulársela a ella", deslizó Yolanda Díaz en los pasillos del Congreso. Una tibieza que desquicia a Podemos, sin encaje en Sumar a 48 horas de que se acabe el plazo.