Alejandra Blázquez, redondeada, junto al resto del equipo de la Consejería de Inmigración de la Comunidad de Madrid, en 2007. Entre ellos, el actual diputado nacional Percival Manglano  (segundo por la izquierda) o la entonces consejera Lucía Figar (de blanco y naranja, justo en el centro de la imagen).

Alejandra Blázquez, redondeada, junto al resto del equipo de la Consejería de Inmigración de la Comunidad de Madrid, en 2007. Entre ellos, el actual diputado nacional Percival Manglano (segundo por la izquierda) o la entonces consejera Lucía Figar (de blanco y naranja, justo en el centro de la imagen). Cedida Jessica Zorogastúa

Reportajes

Alejandra Blázquez, la colaboradora de Cruz Roja que fichó el PP en un Vips y frenó a Bolaños en Sol

Sin carnet del partido, la jefa de Protocolo de Ayuso ha contado para los sucesivos presidentes de la Comunidad de Madrid desde 2005. "Tiene mucho dry humor", dice de ella el diputado popular Percival Manglano. 

7 mayo, 2023 02:51

"La representación institucional está perfectamente establecida". Y punto. Alejandra Blázquez (Madrid, 1977), jefa de Protocolo de la Comunidad de Madrid, paró, templó y mandó a Félix Bolaños con una carpeta roja como muleta y el ministro se quedó en los chiqueros de la Puerta del Sol sin subir a la tarima, sin pose en la tradicional parada militar junto a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso; la ministra de Defensa, Margarita Robles; o el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo. Una imagen menos trascendental a la postre que la suya entre bambalinas, doblegado por la formalidad protocolaria.

Fue la anécdota por la que se recordarán las celebraciones del Dos de Mayo de 2023 en la Comunidad de Madrid. Una secuencia llena de detalles que arroja un saldo ganador para Ayuso en la penúltima escaramuza entre Sol y Moncloa

La mirada tímida, de soslayo, de la ministra Robles hacia su compañero de Gobierno antes de subir las escalerillas, sin detenerse. La muesca de sorpresa de Reyes Maroto, candidata a la Alcaldía de Madrid, ministra hasta hace poco más de un mes, cuando Bolaños salta la catenaria y encara el protagonismo. Las negociaciones infructuosas entre la esquina del ministro José Vicente Monleón, Chevi, su responsable de Protocolo; y Rafael Oñate, director general de Presidencia y jefe de gabinete— con Blázquez. La retirada a la francesa del ministro después de que esta última sujetara la carpeta como Manuela Malasaña las tijeras en 1808. 

Alejandra Blázquez y Félix Bolaños el pasado 2 de mayo, en la Puerta del Sol.

Alejandra Blázquez y Félix Bolaños el pasado 2 de mayo, en la Puerta del Sol. Laura Mateo E.E.

¿De quién se trata? Los perfiles de urgencia lanzados por las redacciones el pasado martes, ya convertida en musa semanal para algunos columnistas, dibujaron a una mujer profesional, recta, firme, perfectamente integrada desde hace dos décadas en la institución joya de la corona del PP a pesar de no tener carnet del partido. "Es tan buena y discreta en su trabajo como han dicho todos los periódicos", corrobora un antiguo compañero de despacho de Blázquez en la Consejería de Inmigración que Lucía Figar dirigió entre 2005 y 2007.

¿Extrañó entre quienes la conocen su comportamiento? "A mí no me sorprendió porque la conozco muy bien. Ha tenido que lidiar con situaciones muy tensas durante todos estos años. Es una persona muy firme, muy valiente, y sobre todo con una firmeza absoluta en cuanto a los procedimientos", describe en conversación con EL ESPAÑOL un destacado miembro del gabinete de Ayuso, testigo de la escena. "Vi que era una situación muy incómoda para ella, pero confiaba plenamente en que iba a solucionarlo y que no se iba a achantar por la presión del ministro", asegura el también amigo de Alejandra Blázquez.

El fichaje en un Vips

La relación entre Blázquez y los sucesivos gobiernos populares madrileños comienza en octubre de 2005 en uno numerosos restaurantes Vips que hay en Madrid, el ubicado en la esquina de Serrano y Ortega y Gasset en concreto. Percival Manglano era el hombre al otro lado de la mesa en esta informal entrevista de trabajo. El ahora diputado nacional del PP acababa de aterrizar junto a Figar en una consejería recién parida por Esperanza Aguirre, presidenta madrileña entre 2003 y 2012.

"Había que conformar un gabinete y pensar distintos perfiles. Teníamos una serie de técnicos de Inmigración y de Cooperación que trabajaban bien, pero nos fijamos en ella. Nos pareció una persona trabajadora, competente, con iniciativa, muy proactiva y que, en fin, podría encajar perfectamente en un gabinete", relata Manglano a este periódico. "Se quedó con nosotros hasta 2007, hasta después de las elecciones, y cuando Lucía pasa a ser consejera de Educación se va con ella, ya afianzada la relación", añade.

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Las cuatro fuentes consultadas por EL ESPAÑOL se retuitean la misma descripción almibarada de Blázquez. Todas hacen hincapié, además, en el particular sentido del humor de la jefa de Protocolo de Ayuso, con 46 años y dos hijos, hija de empresario y vecina de Pozuelo de Alarcón. Una mujer que comenzó estudiando Trabajo Social  entre 1995 y 1998 en la Universidad de Comillas ICAI-ICADE, que después se graduó por la Escuela Universitaria de Trabajo Social de San Vicente de Paúl y que acabó de rebote en el mundo del protocolo institucional aunque ahora sea "todo un referente nacional", según su entorno.

"Su trabajo requiere mucha mano izquierda, ver las cosas con cierta distancia y, en el caso de Alejandra, ayuda mucho que tenga ese sentido del humor, lo que en Inglaterra llaman dry humor [humor seco], que a mí —personalmente— me hace mucha gracia", sigue el diputado nacional. "Pasábamos muchas horas juntos en el despacho y siempre mostraba un humor muy característico, me parece una persona muy divertida", resuelve el antiguo compañero antes citado.

Isabel Díaz Ayuso y su jefa de Protocolo, Alejandra Blázquez, el pasado 30 de marzo, en Madrid.

Isabel Díaz Ayuso y su jefa de Protocolo, Alejandra Blázquez, el pasado 30 de marzo, en Madrid. Alejandro Martínez Vélez EP

Jessica Zorogastúa, doctora en Ciencias de la Comunicación y profesora colaboradora en la Universidad Rey Juan Carlos, también formaba parte de aquel gabinete joven, treinteañero en su mayoría, que se juntaba para almorzar el menú del día en el restaurante del Círculo de Bellas Artes, muy cercano a la calle Madrazos donde se erigía la Consejería de Inmigración.

Pilates y Modestia Aparte

"Ella trabajaba en Cruz Roja antes de comenzar en la Consejería. Siempre estaba muy implicada con el tema social —estudió Trabajo Social— y desarrollaba proyectos en Cruz Roja", cuenta Zorogastúa en conversación con este periódico. "Estábamos allí de nueve a nueve, todo el día, pero Alejandra siempre ayudaba a crear buen ambiente. Dos veces por semana se escapaba a la hora del almuerzo para hacer pilates", relata su todavía amiga, que prefiere reservarse las anécdotas vividas. "La música la ponía yo normalmente, aunque a ella le gustaba mucho Modestia Aparte", un grupo que a Manglano le parece "horrible".

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Alejandra Blázquez siguió en la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid tras la marcha de Figar. Un gabinete donde trabajó codo con codo con José Luis Carreras, jefe de Prensa de Ayuso y uno de sus principales valedores para que fichara por el equipo de la presidenta madrileña en 2018. Todavía independiente, sin afiliar al PP, Blázquez ha prosperado en los gobiernos de Aguirre, Ignacio González, Cristina Cifuentes, Ángel Garrido, Pedro Rollán [interino] y el actual de Díaz Ayuso. "Fue un fichaje que se explica por sus méritos y su expediente de trabajo", argumentan fuentes de la Puerta del Sol.

Esta semana, cuentan desde el entorno de la presidenta madrileña, ha sido incómoda para ella, más acostumbrada a la "invisibilidad" y el "segundo plano". Su sueldo actual es de 75.667 euros brutos anuales. "Mucha gente dice que a mi jefa de protocolo hay que duplicarle el sueldo. Lo que hay que hacer es despedir directamente al jefe de protocolo del señor Bolaños", dijo Isabel Díaz Ayuso al día siguiente, a falta de 364 días para el próximo Dos de Mayo.