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Reportajes REPORTAJES

Así se fraguó la guerra interna en la Guardia Civil de Algeciras por controlar al narco del Estrecho

La enemistad entre David Oliva, exjefe de OCON-Sur, y el jefe de la Policía Judicial, Joaquín Franco, fue una lucha de poder que perdió Franco en 2019.

16 abril, 2023 02:11

La caída del teniente coronel y exjefe de OCON-Sur, David Oliva, investigado ahora por cohecho y revelación de secretos, ha hecho esbozar una media sonrisa, amarga, a muchos en la provincia de Cádiz. Sobre todo, entre agentes y fuerzas de cuerpos de seguridad del Estado. De los de la vieja escuela y que siguen en activo.

A todos ellos les ha venido a la cabeza la figura del capitán Oliva durante los cuatro años que estuvo funcionando la unidad de élite contra el narco. Pero sobre todo, los de la vieja guardia, se han acordado del capitán Joaquín Franco, quien fuera hasta 2019 el jefe de la Policía Judicial de la Guardia Civil en la Comandancia de Algeciras.

Defenestrado. Tocado y hundido."Oliva le destrozó la vida. Por celos. Por la Comandancia de Algeciras iba diciendo que que lo iba a meter en la cárcel. Fue él quien denunció a Franco ante Asuntos Internos". Fue detenido el 4 de julio de 2019. Mientras que Oliva solo debe acudir una vez al mes a firmar, Franco pasó diez meses en prisión preventiva por pertenencia a banda criminal, prevaricación, omisión del deber... Hoy está en libertad y a la espera de juicio por el único cargo que no le ha sido retirado: el de revelación de secretos. Nunca se le imputó el de cohecho, como sí a Oliva, quien también está acusado de revelación de secretos. 

Investigan por corrupción al ex jefe de la Guardia Civil contra el narcotráfico en el Estrecho

La detención de Franco fue muy mediática porque fue filtrada. Los medios captaron la imagen descompuesta del hombre, en estado de shock. También se difundieron datos de su caso aun cuando el juez había decretado secreto de sumario. Contrasta con la detención del teniente coronel Oliva: no han existido ni imágenes ni información previa.

Sobre su detención y de dos de sus subordinados se ha guardado un absoluto silencio, que ha coincidido con el juicio a Los Castañas... y con demasiada cercanía al Caso Cuarteles, Tito Beni y la dimisión de la directora de la Guardia Civil por la investigación de su marido en una de las piezas del caso ERE. 

El recuerdo es amargo, porque aquellos que recuerdan la historia, si bien todos reconocen la efectividad de OCON-Sur, también cuentan a este periódico que "Oliva se cargó a través de Asuntos Internos a la única persona que le intentó parar los pies: el jefe de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Algeciras".Todo, por hacerse con el control policial del narcotráfico.

Cuando el entonces capitán Oliva, en 2018, se hizo cargo de OCON-Sur en Algeciras, "no tenía equipo", rememora una fuente de toda solvencia. Recurrió, en primer lugar, a agentes de la Guardia Civil que provenían de la Brigada Judicial que capitaneaba Franco. Con casi 20 años de experiencia frente al narco, Joaquín Franco, dicen las mismas fuentes, "respetaba la palabra dada y los códigos de honor".

[Oliva "compró a agentes de la Policía Judicial" para lograr el control de toda la lucha contra el narco]

También sabía, como toda la Comandancia, que fue Oliva quien le acabó denunciado a Asuntos Internos. "Fue porque le plantó cara. Franco podía hacerlo porque tenían el mismo rango". ¿Y qué le decía? "Pues que no podían hacer investigaciones prospectivas, que hiciera instrucciones normales..." Y el jefe de la Brigada Judicial de la Guardia Civil comenzó a enterarse de operaciones cuando éstas ya habían empezado, "en la que participaban sus subordinados sin que nadie le informase".

Filtraciones

David Oliva "captó a subordinados suyos de la Policía Judicial que lo traicionaban, lo ocultaban y lo vendían". Varios de ellos "acabaron en OCON-Sur". Uno de ellos era el jefe de Investigaciones Patrimoniales de la Brigada Judicial. Fue quien presuntamente, hizo una de las filtraciones que posteriormente se le endosó a Franco y que le valió la imputación por presunta revelación de secretos. El subordinado, un sargento, "envió a los abogados de Algeciras y La Línea un listado de personas que eran clientes de un concesionario advirtiendo de que los iban a llamar a declarar". Ese fue una muesca más en las fricciones en la Comandancia. 

La enemistad entre ambos era más que manifiesta. El detonante que hizo saltar por los aires las malas relaciones entre el capitán jefe de la Brigada Judicial, Joaquín Franco, y el por aquel entonces capitán y jefe de OCON-Sur tuvo lugar con la detención, o entrega pactada con la Fiscalía, de Abdellah El Haj Sadek El Membri, el Messi del hachís. "Fue Franco quien se encargó del operativo de su entrega", detalla otra fuente de toda solvencia a este periódico. 

Abdellah llegó a la playa de San García, en Algeciras, a bordo de una goma, y fue puesto a disposición del fiscal Juan Cisneros. Franco acudió a la playa "acompañado de otros agentes" y lo condujeron ante el fiscal antidroga."Oliva y la UDYCO quisieron intervenir y Franco les paró los pies, porque dijo que se había comprometido, siempre con conocimiento de sus superiores y guardando la legalidad". Todo esto consta en el procedimiento, consultado por este periódico. "A partir de ahí, comenzó el runrun de que era un corrupto, y luego se encontró sin apoyo por parte de sus superiores".

La puntilla del ataúd de Franco fue la declaración de un agente corrupto en prisión, como ya contó días atrás EL ESPAÑOL, quien atestiguó que Franco estaba a sueldo de los narcos. "Bajo engaño, le hicieron firmar una declaración en su contra".

Se le acusó de pertenencia a organización criminal, que se le retiró; omisión del deber, cargo que también se le retiró; prevaricación, se que le retiró también... "y se filtró, estando decretado el secreto de sumario, que le habían encontrado 20.000 euros, presuntamente, cobrados del narco. Luego se desmostraría que ni eran suyos ni se habían encontrado en su domicilio. Le persona que los tenía pudo acreditar su origen lícito".

Joaquín sabía que lo estaban investigando desde Servicio de Asuntos Internos (SAI) de la Guardia Civil. "Pero le dio igual, porque no tenía nada que esconder, y siguió a lo suyo". David Oliva, tras acudir a la fiesta de un narcotraficante, pidió, supuestamente, a un agente del SAI que averiguara si lo estaban investigando por aquello. 

Precisamente han sido unos mensajes por Whatsapp dirigidos por Oliva hacia ese teniente, ahora también investigado, los que han abierto la caja de Pandora. En ellos, presuntamente, le presionaba para saber si estaba siendo investigado tras asistir a esa fiesta de un conocido narcotraficante.

Oliva habría prometido al teniente en esos mensajes colocarle en el OCON-Sur aprovechando que el agente era andaluz y podría estar más cerca de su familia. Este agente de Asuntos Internos acabó entrando en OCON-Sur, según ha podido saber este periódico. En ese cruce de mensajes también había referencias a un tercer mando imputado, actualmente destinado en Ceuta y que entonces también estaba en la citada unidad antidroga, según ha detallado El País. Ha sido en el terminal telefónico de este tercer mando donde ha aparecido la cadena de mensajes.

Todo ello dio pie a que se aperturaran diligencias en una pieza separada en diciembre de 2022. Para entonces, OCON-Sur ya había sido desmantelada. Fue en septiembre de ese mismo año. Un mes antes David Oliva ascendió a teniente coronel.