Los nuevos radares que la DGT instalará en 2022 son 'antifrenazo': te pueden poner multas de 600 euros

Con la llegada de 2022, también comienza un nuevo periodo en el que la Dirección General de Tráfico (DGT) persigue mejorar su arsenal para cazar a los conductores infractores. Y es que con la Estrategia de Seguridad Vial 2021-2030, Tráfico busca reducir en un 50% el número de siniestros y fallecidos en España. Para ello, uno de los puntos clave es aumentar la vigilancia para que los conductores eviten sobrepasar las velocidades máximas permitidas en cada carretera. La razón: es una de las tres causas de mayor accidentalidad en este país junto a las distracciones y el alcohol.

En consecuencia, este año que acaba de comenzar, la DGT espera instalar hasta 26 nuevos radares de velocidad en la Red de Carreteras del Estado. Sin embargo, 16 de ellos son muy peculiares, ya que controlarán la velocidad de cada conductor en un tramo de carretera. O, en otras palabras, estos cinemómetros detectarán si el usuario de la vía frena antes de pasar por delante de cualquier control de velocidad.

Así será el modus operandi de estos nuevos radares antifrenazos de la DGT. Estos, como cualquier otro sistema de vigilancia de Tráfico, pueden poner una multa al conductor infractor de hasta 600 euros —con retirada de seis puntos de carnet— si excede la velocidad límite. Eso sí, como muchas en sanciones, la cuantía puede ser menor en función de la gravedad de la infracción.

Un radar de la DGT en una carretera. EP

Este tipo de cinemómetros, junto a los radares en cascada, son utilizados, a su vez, por la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y buscan sancionar a los denominados infractores conscientes. Es decir, a aquellos conductores que saben que están sobrepasando la velocidad límite, pero al tener algún sistema de detección de radares, aunque sea el propio Google Maps, deciden frenar para no ser multados.

Pero, ¿cómo funcionan? Bien, se coloca un primer radar unos kilómetros antes del radar indicado por los carteles o Apps de circulación que supervisa a los coches que pasan delante de sí. El conductor, confiado, sólo frenará en el segundo radar, que sí está indicado. Sin embargo, si el coche tarda menos de un tiempo prudencial en cubrir el tramo entre uno y otro, significa que ha circulado con una velocidad superior a la permitida. Por lo que podría ser multado con hasta 600 euros.

¿Y los radares en cascada?

El sistema de estos radares es parecido al anterior, pero al revés. Es decir, habrá un segundo cinemómetro después del indicado que controlará cuánto ha tardado el infractor en llegar hasta él. Si lo ha conseguido en un tiempo demasiado corto, significa que el usuario ha pisado el acelerador más de lo adecuado tras pasar el cinemómetro indicado. Por lo que podría ser sancionado.

Así, los nuevos radares de la DGT utilizarán estas técnicas que serán capaces de detectar a aquellos que sólo frenen al pasar por el radar indicado. De este modo, el nuevo sistema cuenta con dos cámaras repetidas en unas zonas concretas. La fotografía del momento será así más amplia y se producirá durante un tramo más grande.

Una señal señalizando la proximidad de un radar de velocidad. EP

Para la DGT estos radares son capaces de dar caza a aquellos conductores que al saber donde están colocadas las cámaras sólo cumplen la legalidad en ese momento.

Además, el frenazo de los conductores al llegar a un radar puede ser peligroso para el resto de usuarios de la vía. El motivo: un cambio repentino de velocidad puede poner en riesgo la seguridad, motivo por el cual esta práctica ya está penalizada con 200 euros.

Llegados a este punto, la DGT espera con este nuevo sistema de detección evitar que los conductores sobrepasen los límites de velocidad y, además, que sólo los respeten en los radares.

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