El suceso ha ocurrido en el número 91 de la calle Desamparo de Madrid.

El suceso ha ocurrido en el número 91 de la calle Desamparo de Madrid. Jaime Susanna

Reportajes

Julien, el fotógrafo francés que ha asesinado a su hija Abril, de 3 años, en Lavapiés y se ha suicidado

El presunto asesino y suicida era un fotógrafo francés de 47 años que llevaba dos décadas afincado en el barrio madrileño. 

1 enero, 2022 00:05

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María llevaba horas sin saber nada de su hija Abril, de 3 años, y de su expareja. Este jueves, en torno a las 21 horas, decidió llamar a la policía por el temor a que hubiera podido pasar algo. Los agentes se personaron en el domicilio del hombre, en el número 91 de la calle Amparo de Madrid, y se toparon con los cuerpos sin vida de padre e hija. Los primeros indicios indican que el hombre mató a Abril y después se quitó la vida. El presunto asesino y suicida es Julien C., según ha podido confirmar EL ESPAÑOL.

A las 22 horas, la céntrica calle se llenó de coches patrulla para sorpresa de los vecinos. Hasta el lugar de los hechos se trasladaron agentes de Seguridad Ciudadana, del Grupo de Delitos Violentos de Policía Científica y de Homicidios para proceder a la investigación. Asimismo, el equipo de psicólogos del Summa 112 atendieron a María y a la abuela de la pequeña fallecida, que se encontraban en el lugar, según ha informó Emergencias Madrid.

El matrimonio llevaba décadas viviendo en el barrio de Lavapiés y recientemente se había separado. María, psicóloga de profesión, vive en el edificio de enfrente al suceso. Lo que extrañó a esta madre fue ver que la casa de su exmarido tenía la luz encendida pero nadie respondía al teléfono. Finalmente, el desenlace ha sido el peor posible.

El lugar del suceso, en el madrileño barrio de Lavapiés.

El lugar del suceso, en el madrileño barrio de Lavapiés. Jaime Susanna

Julien tenía 47 años y se dedicaba a la fotografía. Trabajaba en el laboratorio de revelado del centro cultural La Casa Encendida, donde impartía talleres. Los vecinos consultados, todavía consternados por este suceso, le tenían como “una buena persona”. Nadie se imaginaba que esto podía llegar a suceder.

El presunto asesino era natural de Francia pero llevaba 20 años viviendo en Lavapiés. De hecho, para conmemorar sus dos décadas viviendo en el barrio madrileño publicó un libro de fotografías del mismo. Era parroquiano habitual de los bares de la zona y quienes coincidieron con él le tenían en buena estima.

Julien era un enamorado de su barrio. “Lavapiés es para mí, un poco, el mundo”, dijo él mismo en una entrevista en 2015 que todavía figura en YouTube. “Cuando llegué aquí, me pasé un año y medio sin conocer el barrio. (...) Después, tuve una gran experiencia en Laboratorio 3, que era un centro okupado en la calle Amparo. Desde esta experiencia decidí centrarme en el barrio”. El hombre tenía publicados varios libros de fotografía.

Hace tres años tuvo a su única hija, Abril, con María. La pareja había iniciado recientemente un proceso de separación, pero no constan denuncias previas por violencia de género ni órdenes de alejamiento. Por el momento, no han trascendido detalles sobre cómo se han producido las dos muertes, si bien los cuerpos presentaban signos de violencia, según ha declarado Javier Chivite, portavoz del Summa 112.

Séptima víctima del año

De confirmarse el parricidio, el número de menores de edad asesinados por violencia de género ascendería a siete en 2021 y a 46 desde 2013. Este 2021, también han sido asesinadas las pequeñas Anna y Olivia Gimeno, Isabel, Mohamed, Rocío Caíz y la hija menor de Eva Jaular, que también murió a manos del mismo asesino hace menos de dos semanas.

"No hay palabras que acompañen el dolor para la madre y familia de esta niña. La violencia vicaria busca dar donde más duele a las mujeres", ha tuiteado la ministra de Igualdad, Irene Montero.

La Delegación del Gobierno en Madrid también ha mostrado sus condolencias en Twitter. "Estamos recabando datos del asesinato de una niña de 3 años en Madrid por presunta violencia de género", exponían. Este tuit se remata con dos mensajes acompañados de dos puños en alto con lazos violetas: "Vivas nos queremos; ni una menos".