Leonardo y Stephanie fueron recogidos por su madre en el colegio. No se les ha vuelto a ver.

Leonardo y Stephanie fueron recogidos por su madre en el colegio. No se les ha vuelto a ver.

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"No los volverás a ver": la amenaza de la exmujer de Heriberto tras llevarse a sus hijos hace 4 meses

Su madre, separada de su padre hace cinco años, los tuvo el fin de semana. Los llevó al colegio, los recogió y desapareció con ellos. 

1 junio, 2021 03:12

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"La relación con mis hijos siempre ha sido muy, muy especial. No sé qué les dirá cuando le pregunten por mí, si estoy muerto, si los he abandonado… pero te garantizo que le preguntarán todos los días por su padre”. Quien habla es Heriberto Centeno. Profesor de Matemáticas de un instituto de Estepona y padre. Un padre que lleva cuatro meses buscando sin descanso a sus hijos, Leonardo y Stephanie (de cinco y siete años), sin rastro desde el pasado 29 de enero. Su vida cambió ese viernes, a las 15.00 horas, después de que su madre, exmujer desde hace unos años, fuera a recogerlos al colegio. No volvió a verlos. Ostenta la guarda y custodia exclusiva desde abril de 2019. No sabe nada de ellos.

La alarma saltaría el lunes, 1 de febrero, en el mismo centro, cuando Heriberto fue a buscar a sus pequeños. Empadronados en Estepona, y escolarizados en la misma ciudad, Heriberto fue a la puerta del colegio, pero los niños no salieron. En la puerta del centro educativo se quedó esperando hasta que salió el último alumno. Los suyos no lo hicieron porque nunca habían entrado. Sin previo aviso pero, conforme a lo que vendría después, “perfectamente planificado”, se activaba un protocolo por presunto secuestro parental que sigue abierto desde entonces. Han pasado cuatro meses y nada se sabe de los menores. Heriberto lucha una batalla que se antoja interminable. Son cuatro meses sin descanso. Cuando hablamos con él, lo encontramos casi sin aliento. “Voy a seguir luchando porque es lo que me queda, mis hijos”. Pero la situación duele. La impotencia aprieta. La incertidumbre nunca es consuelo.

“Mis hijos pueden estar en cualquier lugar del mundo. Sin previo aviso y sin consentimiento del progenitor custodio exclusivo, que soy yo, mi exmujer los ha sacado del país. No sé cómo, ni dónde, ni de qué manera. No sé cómo ha sido posible, pero los hechos son estos”, lamenta. Cuatro meses de incesante búsqueda en los que la información no llega. “Todos los días le mando un correo a mi exmujer, todos, hoy lo haré cuando terminemos de hablar”. Nunca hay respuesta. “Sé que la cuenta está operativa. Además, a través de una amiga suya he podido saber que los lee, y me ha hecho llegar que no me va a contestar y que no volveré a ver mis hijos nunca en la vida”.

Niños desaparecidos en Estepona.

Niños desaparecidos en Estepona.

Calvario judicial

Heriberto y la madre de sus hijos, que tiene nacionalidad rusa y española, se divorciaron hace años. Su relación quedó rota el 27 junio de 2017. Cinco años después el balance que hace es durísimo. “He pasado por un auténtico calvario judicial”. El archivo suma 13 denuncias en contra y muchos fines de semana en calabozos. “Me denunció hasta el día de Nochebuena y me metieron en el calabozo para quitarme a los niños, para que no estuvieran conmigo en Navidad. Todas quedaron archivadas por falta de pruebas”.

La última no se archivó, se volvió en contra. “Podría haber sido el detonante”. Según ha podido saber EL ESPAÑOL, la madre de los menores está siendo actualmente investigada por posible simulación de delito. “Puso uno denuncia falsa y había una cámara de vigilancia que delató la verdad”. Tras la imputación, “en un escrito de su abogado dijo que se iba de España porque no confiaba en la justicia española”. Es lo único que tiene. Ese dato. A eso se tiene que agarrar. Después de eso, silencio. Amenaza cumplida: no ha vuelto a saber nada más.

Ante el vaivén de encuentros en los juzgados, la Audiencia Provincial Málaga otorgó la custodia exclusiva a Heriberto. Una sentencia que ha sido ratificada en cuatro ocasiones. El 29 de enero se rompió esa orden de custodia, no ha vuelto a saber nada de sus hijos. “Al margen, mis hijos tienen otra sentencia en la que se prohíbe la salida del territorio nacional y la expedición de pasaporte. ¿Cómo lo ha hecho?”, pregunta al aire. La respuesta aún no llega.

Niños desaparecidos en Estepona.

Niños desaparecidos en Estepona.

Investigación judicial

Los hechos se investigan en los juzgados de Estepona desde el pasado 2 de febrero. Pendientes de juicio, a Heriberto solo le queda esperar. “He elegido la vía judicial porque confío en la justicia, aunque es lenta”. La suma de los días hace mella. “Esto es durísimo. Recuperar a mis hijos es harto improbable, pero es lo único que me queda. Luchar por ello, aunque pueda estar jugando una batalla perdida. Solo me queda la justicia. Tengo que luchar por ellos”.

Los días pasan y las vidas de los pequeños avanzan. Él desde el fatídico 29 de enero no vive, sobrevive. “Tengo que ir a trabajar porque la lucha cuesta esfuerzo y dinero, no puedo rendirme”. En el calendario, todos los días duelen, pero el pasado miércoles hirió mucho más. “Stephanie cumplió 7 años el 26 de mayo”. Respira y pausa. “Nosotros teníamos un vínculo muy estrecho, muy especial”. En estos cuatro meses los pequeños no han ido al colegio ni un solo día. “No están escolarizados”. El dolor aprieta. No puede hablar mucho más.

Secuestro parentales: basta ya

La situación por la que atraviesa Heriberto no es un caso aislado. Sin ir más lejos, grandes titulares protagonizan la prensa diaria con el presunto secuestro parental de las pequeñas Anna y Olivia, sin rastro –junto a su padre Tomás Gimeno- desde el pasado 27 de abril en Tenerife.

Desde SOS Desaparecidos denuncian la situación y lanzan el grito de “¡basta!”. Joaquín Amills, portavoz de la asociación, ruega cordura. “Los niños no son una herramienta para que la utilicen los padres uno contra otro. Los niños no tienen que derramar una sola lágrima porque un progenitor le hable mal del otro, porque intenten marcar en su infancia el odio. No puede ser que se intente manipular la infancia, es tremendo, es antinatural”, y continúa, “los padres estamos para educar a nuestros hijos, estamos para prepararlos. Los niños no pueden ser esponjas de esa venganza, odio, rencor… tiene que haber un ¡basta ya! Basta ya a las sustracciones parentales, a los secuestros. Un basta ya de que se intente dañar al otro a través de los niños. Los grandes perjudicados son ellos. Eso no es amar”.