Néstor, de 48 años, falleció el pasado domingo en Madrid.

Néstor, de 48 años, falleció el pasado domingo en Madrid. E.E.

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La muerte de un motociclista: Néstor, el rider que murió llevando una hamburguesa por 3 euros

La empresa de comida a domicilio asegura a EL ESPAÑOL que va a pagar el funeral del 'rider'. Abogado en Venezuela, llegó a España hace tres años. 

9 febrero, 2021 02:19

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Jaime volvía este domingo a casa, poco antes del toque de queda en Madrid, se dio cuenta de que no tenía cena y abrió la aplicación de Deliveroo. Pidió al Five Guys, una hamburguesa de 15,20 euros, una Coca-Cola Zero de 500 mililitros por 3 euros y pagó los otros 3 euros que cuesta el servicio. Y ahí quedó. Un rato más tarde le llamaron de la plataforma, le dijeron que el rider había tenido un accidente, le pidieron disculpas, le devolvieron el dinero de la cena y le dieron 5 euros por las molestias.

Cuando la mañana de este lunes leyó las noticias y vio que un rider había tenido un accidente mortal en el barrio madrileño de Arganzuela, Jaime -nombre falso tras pedir anonimato- empezó a sospecharlo. Al publicar este diario la historia del repartidor, ya cayó en la cuenta.

El rider fallecido se trataba de Néstor P.M., un abogado venezolano de 48 años que había llegado hace tres años a Madrid, huyendo de la precariedad, y que desde entonces había estado empalmando trabajos de repartidor para Glovo y Deliveroo. El accidente se produjo a las 23.30 del domingo, en el cruce entre las calles de Embajadores y Tomás Borrás, cuando su motocicleta impactó de manera frontolateral con un camión de la basura. Los pormenores del siniestro, aún sin esclarecer, están siendo investigados por la Policía Municipal.

“Yo soy un ser racional, sé que no es mi culpa, que podría haber pasado cualquier otra cosa y que es absoluta casualidad”, explica Jaime en conversación telefónica con EL ESPAÑOL. “Pero, joder, si no me hubiera pedido la hamburguesa no habría pasado”, añade.

Néstor, de joven.

Néstor, de joven. Cedida por la familia

La muerte de Néstor vuelve a poner encima de la mesa el debate de los riders en España, ya que muchos de ellos trabajan de manera precaria y como falsos autónomos. El ejemplo es ese, a fin de cuentas, que a Néstor el servicio que le costó la vida tenía un valor de 3 euros. El Ministerio de Trabajo está preparando una ley para reconocerles como falsos autónomos y que las empresas sean obligadas a ofrecerles un contrato laboral y una protección social de la que en muchas ocasiones carecen.

Desde Deliveroo, por su parte, han confirmado a este diario que van a asumir todos los costes del funeral de Néstor. Ello supondrá un respiro para Marcos, el hermano del repartidor, que ya contó que el presupuesto más barato para su cremación les iba a costar más de 2.000 euros y que la familia no sabía cómo hacer frente a ello. “Era un extranjero que venía a emprender y no es fácil. Como los españoles que fueron a Venezuela. Siempre trató de ser el mejor ciudadano posible en su día a día”, explicaba a este diario Marcos, el hermano del fallecido.

5 euros por molestias

Jaime cuenta que, después de hacer el pedido y ver que no llegaba, se fijó en que el mapa indicaba que estaba parado en un punto concreto del mapa durante mucho tiempo. Escribió a Néstor por el chat interno de la aplicación y le contestó que había tenido un accidente. “Le pregunté entonces qué había pasado, que si estaba bien. Pero ya no contestó nadie”, explica. Seguramente, ese mensaje fue mandado por parte de algún compañero o de la propia central, ya que Néstor falleció en el momento.

“Al rato, sobre las 00.00 horas, me llamó una señora de Deliveroo disculpándose muchísimo. No entendí nada. Me dijo que el rider había tenido un accidente y yo me imaginé que se había caído de la bici y se había torcido un tobillo”, explica. “Me había quedado sin hamburguesa, pero, claro, yo esperaba que estuviera bien, lo otro me daba igual. Aún así, se preocuparon mucho, me devolvieron el dinero y me dieron un crédito de 5 euros para compensar las molestias”, añade, explicando que la reacción de la empresa le parece ahora algo frívola.

La primera atención que recibió Néstor vino por parte de dos enfermeros del Hospital Clínico y un jubilado del Samur que vieron el accidente y bajaron a socorrer. Después llegaron los miembros de Samur-Protección Civil, pero no pudieron hacer más que certificar su muerte. Néstor había recibido múltiples traumatismos, uno en el pecho y otro severo en la cabeza.

Néstor, a la izquierda, en una fotografía junto a su familia.

Néstor, a la izquierda, en una fotografía junto a su familia. EL ESPAÑOL

“Estamos desolados por el trágico suceso ocurrido en Madrid”, han asegurado desde Deliveroo en un comunicado. “Queremos transmitir nuestras condolencias a la familia de Néstor y a sus allegados, con los que hemos estado en contacto. La compañía se asegurará de que la familia reciba el soporte necesario [...] Lamentablemente, estos trágicos acontecimientos confirman la importancia de seguir trabajando con la comunidad de repartidores, las autoridades locales y los expertos en seguridad vial para continuar aumentando la seguridad de los repartidores”, reza el mismo.

Abogado de profesión

Néstor abandonó hace tres años su Caracas natal y se vino a vivir a Madrid. En Venezuela había desarrollado una carrera como abogado, pero las cosas en el país se torcieron y decidió venir a donde se encontraba su hermano Marcos, que había emigrado un par de años antes que él. Vino con su mujer, aunque se separaron después, y nunca llegaron a tener hijos. Sí que deja dos hermanos.

“Al principio, cuando llegó a España, estaba trabajando en lo que podía. Pues a veces ayudaba en alguna mudanza o cualquier cosa que saliera. Luego empezó a trabajar para Glovo y ahora lo hacía para Deliveroo”, explicaba Marcos en conversación telefónica. “Trabajaba muchas, muchas horas para intentar llegar a fin de mes… pues como todos nosotros”, apuntalaba Marcos, que ejerce como mozo de almacén.

La muerte de Néstor recuerda al fallecimiento del nepalí de 22 años que, el pasado mayo de 2019, también perdió la vida tras un accidente en Barcelona. El joven, que había llegado a la ciudad catalana tan sólo cuatro meses antes, impactó contra un camión de la limpieza. El accidente supuso un revuelo entre las múltiples plataformas que representan a los repartidores y que denuncian ser víctimas de una precariedad laboral apabullante.

“Lo único que pedimos es que estas empresas cumplan la prevención de riesgos laborales y que paguen un salario digno a los trabajadores”, explicaba a este diario una portavoz de Riders X Derechos, tras la muerte de Néstor. “Creemos que estos factores van directamente relacionados con las probabilidades de accidentarse”, añadía.