Carmen y Tomás, dos farmacéuticos fallecidos por coronavirus. De fondo, la farmacia que abrieron hace años en Leganés.

Carmen y Tomás, dos farmacéuticos fallecidos por coronavirus. De fondo, la farmacia que abrieron hace años en Leganés. CEDIDAS

Reportajes Coronavirus

Estos son los 18 farmacéuticos cuya muerte ha sido silenciada: los sanitarios olvidados del virus

Los datos oficiales no los registran como sanitarios muertos por la pandemia. "La protección por parte de la autoridades públicas ha sido nula".

24 mayo, 2020 02:49
Jaime Susanna Nicolás Alba

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Llevaban más de 50 años juntos, hasta que el coronavirus acabó con sus vidas. Tomás Mijimolle y Carmen Cuadrado murieron con sólo tres días de diferencia y por la misma causa. Este matrimonio de farmacéuticos de Leganés (Madrid) se negó a abandonar su botica cuando comenzaba la crisis sanitaria, pese a que ella tenía 82 años y él, 79. La noticia fue un mazazo para el barrio. Todo el mundo les conocía, hasta el alcalde de la localidad.

Éstas son las muertes más sonadas por Covid-19 entre los farmacéuticos españoles, pero no son en absoluto las únicas. En total, 18 de estos profesionales entre farmacéuticos y técnicos de farmacia han perdido la vida por coronavirus en España.

Igual que entre los sanitarios y el resto de la población, la peor parte se la ha llevado la Comunidad de Madrid, donde han fallecido un total de 12. El resto están en Ciudad Real (2), La Rioja (2), La Coruña (1) y la Comunidad Valenciana (1), según los datos que ha podido recopilar el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos (CGCF).

“La protección por parte de la autoridades públicas ha sido nula. Desde el inicio sabíamos que la farmacia iba a jugar un papel vital y esencial durante la pandemia, como así ha sido, y pedimos a las autoridades autonómicas y nacionales que nos incluyeran en el grupo de profesionales sanitarios para protegernos”, denuncia a EL ESPAÑOL Ana López Casero, miembro del Comité Directivo del CGCF.

Actualmente, nueve farmacias de España están cerradas por estar sus profesionales ingresados. Es un dato relativamente bueno respecto a las 65 que llegaron a cerrar en los momentos más duros. No fue el caso de las farmacias de Tomás y Carmen, que en ningún momento echaron la persiana. Ni siquiera cuando perdieron a sus dueños y fundadores (28 y 31 de marzo).

Una farmacéutica, junto a un ciudadano, en Córdoba.

Una farmacéutica, junto a un ciudadano, en Córdoba. EP

Tomás provenía de una familia de farmacéuticos de Vega de Pas (Santander), por lo que fue algo natural que acabara ejerciendo el oficio. El caso de Carmen es distinto. Ella iba para perito agrónomo cuando su padre le confesó que le gustaría tener un hijo farmacéutico. Y así fue. Los dos se conocieron en la facultad y estuvieron juntos desde entonces. Incluso en la muerte.

Especialistas en ortopedia

En la casa de los Mijimolle Cuadrado no se concebía aparcar el aprendizaje en ningún momento. “Un año sin hacer un curso de formación era un año perdido”, era un lema de la familia. Eso les llevó a especializarse en la ortopedia. Tanto, que Tomás fue vocal nacional de dicha especialidad en el Colegio Oficial de Farmacéuticos durante más de dos décadas. El farmacéutico no perdió el tiempo ni durante la mili. La hizo en Sidi Ifni, antigua colonia española actualmente territorio marroquí, donde hizo un estudio sobre la alimentación de los bereberes.

“Era un hombre vitalista, familiar, cariñoso, emprendedor y generoso con cuantos le rodeaban, dejando una huella imborrable a cuantos tuvimos la suerte de convivir con él. Siempre tenía presentes a sus hijas y nietos con adoración. Sus convicciones cristianas las reflejaban en el día a día”, escribió sobre él Juan Santiago Arcas, compañero suyo de la mili, en el memorial de EL ESPAÑOL.

El matrimonio siempre consideró su oficio un servicio público y construyó una comunidad en torno al mismo. Los días de guardia invitaban a comer a otros farmacéuticos en la trastienda. Cuando reformaron el local, su única preocupación era que la mesa fuera de mayor tamaño para que cupieran todos, según relatan sus hijas Carmen y Nieves.

327 contagiados

327. Ese es el número de profesionales farmacéuticos ingresados o en cuarentena por coronavirus en España, según los datos del CGCF recogidos a 21 de mayo. En estas cifras no es Madrid la comunidad que peor sale parada, sino el País Vasco, con un total de 64 farmacéuticos ingresados.

A día de hoy, un total de 190 farmacias en todo el territorio nacional tienen algún trabajador contagiado de Covid-19. Esta curva también se está aplanando, ya que en el mes de abril llegaron a ser 270 las farmacias con algún empleado infectado.

La mejora de estas cifras se debe a “la recuperación sucesiva de los profesionales, cada vez más protegidos. Se van produciendo reaperturas de farmacias gracias al establecimiento de turnos y bolsas de voluntarios por los colegios y consejos autonómicos, con el fin de garantizar el acceso a los medicamentos y la continuidad de la prestación farmacéutica”, afirma el CGCF. Tomás y Carmen murieron en las fechas en que se disparó el número de farmacias atacadas por el Covid-19.

Hospital Quirónsalud de Pozuelo.

Hospital Quirónsalud de Pozuelo.

Cuando se decretó el estado de alarma fue el caos para esta botica en el barrio de San Nicasio. Leganés fue uno de los municipios más afectados de España. La Unidad Militar de Emergencia (UME) tuvo que intervenir varias veces en el Hospital Severo Ochoa por el colapso que sufría. Fueron días de mucho trabajo para la familia Mijimolle.

El 16 de marzo Tomás no fue a trabajar. No se encontraba bien. Tenía cansancio y mocos, unos síntomas que no hacían predecir que pudiera tener el dichoso virus. Carmen no quiso separarse de él como medida preventiva, pese a las indicaciones de sus hijas. Pese a los cuidados de su mujer, el estado de Tomás fue a peor e ingresó en el hospital Quirónsalud de la madrileña localidad Pozuelo de Alarcón. Allí tuvo el fatal desenlace el 28 de marzo.

El mismo día que murió su marido, Carmen ingresó en el Hospital de Montepríncipe pese a que no había mostrado síntomas previamente. Tres días después falleció, agrandando la honda tristeza que sufría la familia y todo el barrio de San Nicasio. Tomás y Carmen dejan dos hijas huérfanas y cinco nietos sin abuelos.

Los farmacéuticos no cuentan

El Instituto Carlos III de Madrid no está contabilizando las muertes de los farmacéuticos como parte del personal sanitario fallecido por coronavirus. Hace unos días este órgano publicó una cifra oficial actualizada de sanitarios fallecidos por el Covid-19 en España. 49 óbitos. Este periódico y la Asociación Médicos Unidos por sus Derechos pudieron comprobar que esa cifra dista mucho de la realidad. Han fallecido al menos 76 y a estos habría que sumarle 18 farmacéuticos.

Queremos que nos incluyan en las estadísticas del Instituto Carlos III de profesionales sanitarios impactados por el Covid-19: desde contagiados a fallecidos. Siempre hablan de médicos, enfermeros... pero los farmacéuticos, que es una profesión sanitaria más [según Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de ordenación de las profesiones sanitarias], también queremos ser reconocidos”, afirma López Casero.

El farmacéutico fallecido, Pedro García.

El farmacéutico fallecido, Pedro García.

Dos días después de la muerte de Mari Carmen, el coronavirus se cobraba su tercera vida dentro de este gremio. Esta vez, en Baños de Río Tobía (La Rioja). La víctima era Pedro García, de 68 años. El patrón se repetía: era un vecino de avanzada edad, conocido y respetado por todos en el citado pueblo riojano.

“Qué pena, Pedro, nos dejas sin tus charlas de presidente de cuadrilla, sin ese humor picante, esa inteligencia supina de tu prodigiosa cabeza”, escribía su amiga Merche Cerrolaza en una emotiva carta de despedida.

Y es que el dichoso virus ha dejado farmacéuticos muertos en muchos territorios de España. En Ciudad Real, Amparo Gadea, boticaria en Alcázar de San Juan, perdía la vida el pasado 29 de marzo. Su marido, también trabajador del sector, también se contagió pero ha sobrevivido a la pandemia.

Desde el Colegio de Farmacéuticos de Ciudad Real destacan que Amparo siempre estuvo “preocupada por la seguridad de sus trabajadores. No tanto para sí misma, sino por sus empleados”. Una seguridad que ha llegado sólo a algunas autonomías desde fondos públicos.

Una mala protección

La falta de protección para los farmacéuticos y técnicos de farmacias ha sido una constante durante la crisis sanitaria. Hasta que ellos mismos buscaron sus propios medios para protegerse, sin ayuda pública.

“Después de pedir protección al Gobierno, el Ministerio de Sanidad dijo que no nos la podía dar. Nos daban listados de empresas para abastecernos allí, pero que ellos no nos iban a facilitar ninguna protección. Aun así, tras nuestras reivindicaciones algunas comunidades autónomas, como Castilla-La Mancha, han ofrecido a los farmacéuticos y sus equipos algo de protección, concretamente mascarillas FFP2”, explica López Casero.

Amparo Gadea, farmacéutica fallecida por Covid.19.

Amparo Gadea, farmacéutica fallecida por Covid.19.

Quizá, si la protección manchega hubiese llegado antes, Francisco Javier Santamaría, farmacéutico de 63 años de Valdepeñas (Ciudad Real), no hubiese perdido la vida el pasado 30 de abril a consecuencia del coronavirus.

El presidente de la Federación de Empresarios Farmacéuticos de Castilla-La Mancha (FEFCAM), Mariano González, recordaba a este boticario como “una persona que siempre se preocupaba por los demás, con un extraordinario estado de ánimo. Era una persona muy querida por sus compañeros, familia y pacientes”.

“La farmacia ha estado en primera línea y absorbiendo la presión asistencial al no poder ir a centros de salud”, en palabras de López Casero. Hasta 30 millones de españoles han pasado por las boticas españolas en los dos últimos meses, según datos del CGCF.

Alguno de estos ciudadanos fue atendido por Luis Ramudo, técnico de farmacia en el barrio de Los Rosales de La Coruña, también fallecido. Su mujer, Eva Cela, farmacéutica, explica a este medio, con gran pesar, que su contagio se produjo al principio de la crisis por no contar con una protección adecuada.

Pese a la muerte de sus dueños o empleados, estos negocios siguen adelante. La farmacia de Tomás y Carmen abre bajo las directrices de sus hijas Carmen y Nieves. La de Pedro García, al mando de su hija María. La de Eva, igual, aunque ya no cuenta con la ayuda de Luis. “La cruz de la farmacia no se apaga”, sentencia López Casero.

La lista de farmacéuticos fallecidos por Covid-19 en España

Comunidad de Madrid

1. José Tomás Mijimolle, 79 años. Farmacéutico en el barrio de San Nicasio, Leganés.

2. María del Carmen Cuadrado, 82 años. Farmacéutica en el barrio de San Nicasio, Leganés.

3. Florentina Cimiano. Madrid. Farmacéutica en Madrid.

4. Nieves Quiralte. Farmacéutica en Madrid.

5. Santiago Díez. Farmacéutica en Madrid.

6. Adriana Alia. Farmacéutica en Madrid.

7. Óscar J. Álvarez. Farmacéutico en Madrid.

8. Teresa Baca. Auxiliar de Farmacia en Madrid.

9. Julio Gutiérrez. Farmacéutico en Madrid.

10. Anónimo. Farmacéutico en Madrid.

11. Anónimo. Farmacéutico en Madrid.

12. Anónimo. Farmacéutico en Madrid.

Castilla-La Mancha

13. Amparo Gadea, 65 años. Farmacéutica en Alcázar de San Juan, Ciudad Real.

14. Francisco Javier Santamaría, 63 años. Farmacéutico en Valdepeñas, Ciudad Real.

La Rioja

15. Pedro García, 68 años. Farmacéutico en Baños de Río Tobía, La Rioja.

Andalucía

16. Manuel Ruiz, 60 años. Técnico de farmacia en Loja (Granada).

Comunidad Valenciana

17. Hilario Pellín, 64 años. Farmacéutico en La Romana, Alicante.

Galicia

18. Luis Ramudo. Técnico de farmacia en el barrio de Los Rosales, La Coruña.