Fernanda de la Figuera es una de las mayores activistas de nuestro país.

Fernanda de la Figuera es una de las mayores activistas de nuestro país.

Reportajes

Fernanda, la 'abuela de la marihuana', a un paso de la cárcel por cultivar para ayudar a enfermas

Fernanda de la Figuera, incombustible activista de 76 años, se podría enfrentar a cuatro años de prisión por cultivar marihuana. 

30 octubre, 2019 12:12

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La infancia de Fernanda de la Figuera no fue especialmente fácil; pasó de jugar sobre los tejados de Zaragoza a vivir durante años en un internado de monjas. “Yo era una niña muy movida con problemas de epilepsia y reuma”, apunta la mujer a EL ESPAÑOL. Pero hubo algo que le ha servido de salvavidas durante sus 76 años: el cannabis. Fernanda fumó sus primeros porros en París y Londres, a finales de los 60. En 1995 se convirtió en la primera cultivadora legal de marihuana en España.

La mujer, a sus 76 años, sigue siendo considerada como una de las mayores activistas por la regularización del cannabis. Fundó la Asociación Ramón Santos de Andalucía, encargada de los estudios relacionados con esta hierba en toda la región. Además, también abrió camino a las mujeres con problemas médicos gracias a Marías x María -con más de 100 adeptas- y a quienes proporcionaba marihuana con fines terapeúticos. La 'abuela de la marihuana' -como así se le conoce- se ha enfrentado este miércoles a un juicio por cultivar cannabis para su asociación y por el que le pueden caer hasta cuatro años de prisión. “Me parece mentira tener que enfrentarme a los tribunales por disfrutar de una planta maravillosa”, ha afirmado a este diario.

Vivió en París y Londres

Fernanda de la Figuera fue una bofetada de realidad y lucha durante muchos años en España. Nació en Zaragoza, donde pasó gran parte de su infancia. Aunque no del todo idílica, ya que estudió en un internado de monjas. Algo que ella no recuerda con mucho cariño. “Esa educación católica y apostólica me curó para siempre de pseudo religiones y otras lindezas”, explica Fernanda a este diario. Durante sus primeros años de vida fue una niña muy movida y con diversos problemas de salud. Padeció reuma y epilepsia. “Enfermedades para las que el cannabis sabemos que son muy indicadas”, desliza.

Fernanda de la Figuera junto a una de sus plantaciones en un reportaje para El Español.

Fernanda de la Figuera junto a una de sus plantaciones en un reportaje para El Español.

Cuando entró en la edad adulta decidió estudiar Periodismo. Lo hacía en una época complicada para España, marcada por la Guerra Civil y posterior dictadura. Años donde la libertad de expresión era limitada y la defensa de las drogas era impensable. Pronto se dio cuenta que la universidad no era el camino “que quería seguir”. Por ello, -para encontrarse y también para poder descubrir cuál era su futuro- decidió mudarse hasta París. Allí las cosas eran muy diferentes. Una ciudad que se había convertido en referente respecto a los movimientos sociales y la libertad personal. En el 68 de marchó a Londres. Fue en sus largas estancias europeas cuando consumió sus primeros porros.

Primera mujer en presidir una asociación en España

Mi vida no sería la misma sin la marihuana”, afirma Fernanda. Una idea que lleva defendiendo durante más de 30 años. Ya en España, fundó la Asociación Ramón Santos de Andalucía, dedicada a estudiar el cannabis, convirtiéndose en la primera mujer en España que presidía una asociación. Antes había formado parte de la la misma con nombre homónimo, pero de orígenes barceloneses. También, en 1995, había conseguido que la absolvieran por unas plantas que tenía en el jardín de su casa. Entonces, se convirtió en la primera cultivadora legal de marihuana. Fundó el Partido Cannabis por la Legalización y la Normalización (PCLYN) y de la Federación de Asociaciones Cannábicas (FAC).

Fernanda, en defensa de la legalización del cannabis.

Fernanda, en defensa de la legalización del cannabis.

Probablemente uno de sus proyectos más especiales fue Marías x María. La asociación se centró en ayudar a mujeres con problemas de salud, proporcionando marihuana como solución terapéutica. “La maría es un placer y una delicia y sirve para curar enfermedades también, y yo lo que hago es compartirla con mis amigos”, afirmó Fernanda al diario Público el pasado mes de abril. En 2014, la Policía le requisó las plantas de su huerto con las que se abastecían con fines terapéuticos y medicinales más de un centenar de socias de esta asociación de mujeres. Este miércoles ha sido juzgada en Málaga, ya que la vista oral se suspendió el pasado abril. La Fiscalía pedía para Fernanda cuatro años de cárcel, mientras que sus abogados exigen el sobreseimiento de la causa contra la mujer de 76 años.

"He disfrutado de una planta maravillosa"

“Me parece mentira tener que enfrentarme de nuevo a los Tribunales”, explica Fernanda. “Lo que llevo haciendo durante años es disfrutar de una planta maravillosa”, apunta. Son muchos los colectivos los que se han movilizado a favor de la absolución de Fernanda. Entre ellos, Infocannabis y el Grupo de Acción para la Legalización del Cannabis en España (GALCE) quienes han convocado una concentración a las puertas de los Juzgados.

Fernanda, de 76 años.

Fernanda, de 76 años.

“Ahora es el momento de movilizarnos y dar la cara por quien lleva años luchando y defendiendo a las personas usuarias de Cannabis y la normalización de su consumo. Fernanda nunca se ha escondido de nada ni nadie y ahora nos necesita”, reza el comunicado de la asociación publicado a través de su página web. Y apunta: “La legislación española es cada vez más dura con las personas usuarias”. Un pensamiento compartido con Fernanda: “No me cabe ninguna duda que el siglo XXI será el de la aceptación definitiva de las medicinas cannábicas”. Además, ha afirmado que le parece un “tremendo error” la prohibición de las drogas: “El alcohol y el tabaco matan por sobredosis y por abuso y ahí están. La sobredosis mortal por marihuana es imposible”.

La mujer ha pasado estos días previos al juicio en su casa de Málaga. Están siendo jornadas complicadas donde la salud de la activista se ha visto claramente afectada. Pero Fernanda cuenta con el apoyo de muchas personas que han hecho que viva todos estos días con cierto optimismo. “Agradezco mucho las muestras de apoyo de mis compañeras; espero que todo esto sea un paso más hacia la aceptación del cannabis”, concluye.