Domicilio de la mujer fallecida en Alicante.

Domicilio de la mujer fallecida en Alicante.

Reportajes

Una mujer escucha por teléfono cómo a su amiga la atropella su propio coche

La mujer llamó a una compañera y gritó al ser arrollada por su vehículo. Los servicios sanitarios no pudieron hacer nada por su vida. 

31 enero, 2019 14:19

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Una mujer de 54 años falleció en Alicante este martes arrollada por su propio coche. Lo aparcó en una rampa que daba acceso a su domicilio y, tras salir del automóvil, no se dio cuenta de que no había puesto el freno de mano. Iba hablando por el móvil y fue arrastrada por el vehículo. Una amiga suya, la persona con la que hablaba por teléfono, fue la que alertó de que algo pasaba. La escuchó gritar y alertó. Ya estaba muerta cuando llegaron los servicios sanitarios. 

La amiga de la víctima, al escuchar un fuerte grito por teléfono, se acercó a la vivienda al mismo tiempo que llamaba a los servicios sanitarios para que acudieran a la zona, situada en la Calle Desierto de la partida rural de Verdegás. De hecho, otro vecino también fue hasta allí y quitó el vehículo, un Volkswagen Polo, de encima de la mujer residente en Alicante.

Allí acudieron los bomberos y los servicios sanitarios lo más rápido posible. Atendieron a la víctima y la intentaron reanimar. Pero no pudieron hacer nada para salvarle la vida. Sólo pudieron certificar su fallecimiento. Todo indica a que fue consecuencia de un accidente mortal. Un despiste de la conductora que acabó en muerte. 

Aunque el caso se está investigando, todo indica a que se trata de una negligencia con el móvil. La mujer salió del coche creyendo que había echado el freno de mano, que no pasaba nada, hasta que se le vino encima, por detrás y la aplastó. Así lo indican también los auriculares del vehículo, que estaban enganchados al limpiaparabrisas. 

No es la primera vez que el móvil causa la muerte de una persona. Una mujer falleció en Murcia arrollada por un tren. Llevaba los auriculares puestos y no lo vio venir. Acabó atropellada en las vías. Y, en Madrid, un bebé murió asfixiado en el interior del vehículo porque su padre lo dejó olvidado. El hombre, en este caso, se bajó del coche mientras hablaba por teléfono y no sacó a la niña del automóvil.