Pedro Sánchez, perdido, sin saber qué hacer. Begoña Gómez, su esposa, a su lado, dando la mano. Ambos saludan, pegados a sus Majestades, como si fuesen los reyes, con cara de que algo falla. Entonces, una persona acude al rescate. Según ha podido saber EL ESPAÑOL, su nombre es David, el ‘becario’ de protocolo de la Casa Real, el encargado de ponerlo todo en su sitio, el que ‘desalojó’ al presidente del Gobierno del besamanos. Él fue el encargado de guiarlos tras el desaguisado, el protagonista inesperado del 12 de Octubre, “del momento de confusión” el día de la fiesta nacional.

El besamanos, a cámara rápida



David estudió en la escuela diplomática de protocolo. Antes, había pasado pequeñas temporadas en zonas denominadas de Patrimonio Nacional (San Lorenzo de El Escorial, Basílica de Atocha...). Ahora, es uno de los dos asistentes de Alfredo Martínez Serrano, jefe de protocolo de la Casa Real. No ha cumplido los 30 años, llegó hace apenas tres meses y ayuda a los seis empleados fijos que tiene la institución. Hasta este viernes, ninguna foto pública, escaso protagonismo y menor relevancia de puertas para afuera.



Pero, el viernes, día de la Hispanidad, en el besamanos, fue el encargado de apartar a Pedro Sánchez y su esposa de la estela de sus Majestades. El presidente del Gobierno se colocó al lado de Felipe VI porque había sido informado de que se realizaría una fotografía con ellos y el resto de los representantes de los tres poderes del Estado (legislativo, judicial y ejecutivo). Finalmente, no se hizo. Y David, el ‘becario’ de protocolo, fue el encargado de decirles: no va a haber instantánea, continúen.



La que falló, realmente, según fuentes de Zarzuela, fue la persona que daba la entrada al salón del trono. Por un lado, porque dejaron entrar a los invitados. “Si hubieran parado, habría sido un caos”, reconocen las mismas fuentes. Así que, finalmente, no se hizo la fotografía.



Antes, los reyes, que habían adelantado unos minutos antes su llegada al salón del trono para poder viajar a Palma de Mallorca para acompañar a los afectados de la riada, estuvieron diez minutos solos. Esperaron que entraran los invitados y los jefes de protocolo informaron a todos de que se realizaría una fotografía entre los tres poderes del Estado. Esa fue la orden. Y eso fue lo que cumplió Pedro Sánchez al entrar. Saludó a sus Majestades y se situó al lado de ellos. Ana Pastor siguió y los encargados de protocolo dieron paso al resto de invitados. David, para que el desaguisado no fuera a más, apartó al presidente del Gobierno y su esposa y los dirigió a otra sala.



No hubo foto. Sí “una confusión”, según Zarzuela. David, el ‘becario’ de protocolo, salió al rescate de todos ellos. La instantánea fue la suya.

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