Pescadería.

Pescadería.

Reportajes

El pescadero de Vitoria que llamaba “chochito” a su empleada: el fiscal pide tres años de cárcel

  • Lo acusan de “hostigamiento, insultar, controlar y maltratar psicológicamente” a su empleada.
  • La amenazaba con privarle de vacaciones o de  cambios reiterados en los horarios laborales. También la llamaba “tontita” y “medio cerebrito”.
24 septiembre, 2018 12:35

Noticias relacionadas

La Fiscalía de Álava ha pedido tres años de cárcel para el propietario de una pescadería de Vitoria. Lo acusan de “hostigar, insultar, controlar a una empleada y maltratarla psicológicamente”. Mientras trabajaban, le soltaba improperios como “chochito”, “medio cerebrito” y “tontita”. El caso habría comenzado el pasado 13 de abril, cuando el procesado se quedó en solitario en la gerencia. A partir de ahí, empezó a insultarla tanto fuera como dentro de la pescadería, a atosigarla y a amenazarla. 


El acoso, no obstante, no se circunscribía a insultos puntuales. El dueño de la pescadería también la amenazaba con dejarla sin vacaciones, con cambiarle los horarios laborales e incluso con llamadas por la noche. Lo que trataba, según El Correo, es “menospreciarla y humillarla”. Además, según la Fiscalía, la vigiló “constantemente” a través de las cámaras de seguridad del establecimiento y le registraba el bolso para ver si tenía dinero.


No es la primera vez que este pescadero tiene problemas con la justicia. Tiene antecedentes penales por lesiones. Con su empleada no se cortó. Además de todos los improperios citados, también le decía frases como: “Ni limpiando culos vas a encontrar trabajo”, “me pertenecéis, sois mis chicas”, “esto lo vende hasta un tonto” o “a ver si tenéis cabecita para vender más”.


Todos estos insultos y el acoso sufrido ha derivado en que la mujer presente un cuadro de trastorno adaptativa, con sintomatología ansiosa, que ha precisado atención médica y tratamiento farmacológico durante cuatro meses, según el Ministerio Público.


La Fiscalía, ahora, pide un total de tres años de cárcel y una indemnización para la mujer de 9.000 euros por un delito de acoso y lesiones. La víctima, por el momento, no ha querido hacer declaraciones, pero sufre secuelas después de lo vivido en la pescadería.