Una de las reclusas y la 'viuda negra' entrando en volandas al Juzgado

Una de las reclusas y la 'viuda negra' entrando en volandas al Juzgado E.E.

Reportajes

La viuda negra en silla de ruedas obliga a otras presas a moverla usando sábanas

23 agosto, 2018 20:39

Dos mujeres que han coincidido en el calabozo con María Concepción M.V., la ‘viuda negra’ de Alicante, han relatado a los medios cómo ha pasado su noche en prisión. Las dos han afirmado que Conchi mantiene que se encontraba de pie en el momento del asesinato por haber sido impulsada por la adrenalina propia de una situación límite. También han asegurado que la detenida las obligó a moverla de un lado a otro utilizando una sábana por su supuesta discapacidad.

La detenida ha pasado a disposición judicial en el Palacio de Justicia de Alicante este jueves. El día anterior tanto ella como su presunto cómplice, su cuidador de 58 años, se acogieron a su derecho a no declarar en comisaría. 

Conchi, la viuda negra en silla de ruedas acusada de matar a su cuarto marido, ha sido trasladada al Juzgado por la policía en volandas tras negarse a caminar, pese a que en el momento del crimen fue sorprendida de pie inmovilizando a la víctima mientras su cómplice le clavaba un destornillador hasta la muerte. Todo ello, sólo dos semanas después de casarse

Las compañeras de calabozo de la ‘viuda negra’ de Alicante relatan cómo ha sido su noche en prisión

La mujer había contraído matrimonio en tres ocasiones anteriormente, y sus dos primeros exmaridos viven mientras que el tercero falleció en un suceso violento en el que, en principio, ella no tiene relación alguna, según las fuentes consultadas por Efe.

La mujer se había casado por cuarta vez hacía 15 días con la víctima, un santanderino de 69 años que vivía en Santa Pola, y fue arrestada el pasado lunes sobre las 22 horas después de que una policía nacional fuera de servicio viera cómo sujetaba a su marido en un aparcamiento al aire libre del barrio de la Albufereta mientras que el otro arrestado le asestaba puñaladas mortales con un destornillador en el cuello y pecho.

En el momento de la detención la mujer, que tenía puestos unos guantes y estaba cerca de una silla de ruedas, adujo que el otro hombre, que hoy se ha negado a declarar en la comisaría, era su cuidador, aunque los agentes tratan de aclarar este extremo.