Xoan Alberte Rivero, coruñés con migrañas

Xoan Alberte Rivero, coruñés con migrañas Cedida

Salud

Xoán Alberte, coruñés de 54 años con migrañas: "Se me pone la vista en negro y no veo nada"

Desde niño convive con la migraña oftálmica, que se le desencadena cuando sufre de estrés, falta de sueño o con algunos alimentos concretos: "El chocolate negro, el queso curado y el vino tinto"

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"De repente, se me pone la vista en negro y no veo nada. Es como si alguien pasara un folio delante de mis ojos", así describe Xoán Alberte Rivero, vecino de A Coruña de 54 años, sus episodios de migraña.

Desde niño convive con la migraña oftálmica, también conocida como migraña ocular o retiniana. "Hoy en día, todo el mundo conoce a alguien que padezca esta enfermedad, pero lo que la gente no sabe es que hay varios tipos". confiesa. En el caso de Xoán, los episodios le provocan la pérdida parcial y temporal de visión durante unos 15 o 20 minutos, seguida de un fuerte dolor de cabeza.

"Empieza con un pequeño destello, que va creciendo y moviéndose como el sol al ponerse. Lo que tengo delante desaparece: puedo ver lo que hay alrededor, pero no la cara de la persona que tengo enfrente", explica.

Xoán recuerda que esto era algo que le pasaba ya de niño, igual que su madre, que también las sufría. Con el tiempo los médicos le desvelaron que era algo hereditario. De hecho, hace apenas tres años, su hermana comenzó a tener los mismos síntomas: "Llegó a pensar que se trataba de un ictus", cuenta.

"De pequeño incluso llegué a vomitar. Ahora, de adulto, lo que más sufro es la pérdida de visión y el dolor. Es muy desagradable, porque aunque cierres los ojos y estés a oscuras, los destellos siguen ahí"

Xoán Alberte Rivero, paciente de migraña

Las migrañas oftálmicas no se presentan de la misma manera en todos los pacientes. En el caso de Xoan, la visión se nubla con destellos en forma de arco, como si fueran flashes permanentes, seguidos de un dolor de cabeza intenso.

"De pequeño incluso llegué a vomitar. Ahora, de adulto, lo que más sufro es la pérdida de visión y el dolor. Es muy desagradable, porque aunque cierres los ojos y estés a oscuras, los destellos siguen ahí", indica.

Desencadenantes

Además de su componente genético, hay desencadenantes claros: el estrés, la falta de sueño y algunos alimentos. "En mi caso, el queso curado es el peor. También el chocolate negro o el vino tinto. Puedo comer un trozo de manchego y a los cinco minutos, zas, empieza el destello", explica.

La frecuencia varía: hay meses en los que puede sufrir tres crisis y otros en los que pasa casi un año sin un solo episodio. El problema es que el trastorno no tiene cura.

Xoán Alberte, coruñés con migrañas

Xoán Alberte, coruñés con migrañas Cedida

"Solo puedes aguantar. Lo bueno es que es gradual, no ocurre de golpe. Si me diera de repente, sería muy peligroso, por ejemplo, conduciendo. Pero como empieza poco a poco, me da tiempo a reaccionar".

En la búsqueda de alivio, Xoan incluso probó con un piercing en el tragus de la oreja, un remedio alternativo del que había leído que podía disminuir la intensidad de las migrañas. "No sé si es efecto placebo, pero me ayuda a controlar el estrés, que es uno de los factores que las dispara", asegura.

Día Internacional de Acción Contra la Migraña

Hoy convive con la enfermedad con resignación y cierta naturalidad. "Ya sé cómo va a venir y qué hacer. Pero no deja de ser angustiante, porque durante esos minutos dejas de ver". Existen medicamentos para prevenir o para mitigar el dolor, pero no a todos le hacen efectos. Además, no hay que olvidar que se trata de una enfermedad incurable.

El caso de Xoán, como el de su hermana y el de su madre, son tan solo una pequeña parte de todos aquellos que conviven diariamente con esta enfermedad. Es por ello, que el 12 de septiembre de cada año se recuerda el Día Internacional de Acción Contra la Migraña.