
Un joven mirando bebidas energéticas en un supermercado Europa Press
Las bebidas energéticas triunfan entre los menores de A Coruña: "No son refrescos normales"
La presidenta de la Asociación Galega de Pediatría Primaria alerta sobre los peligros que esconden: taquicardias, alteraciones en el sueño, cambios de ánimo y alteraciones en el sistema nervioso y en el cardiovascular
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Galicia podría convertirse en 2025 en la primera comunidad en prohibir la venta de bebidas energéticas a menores. La Xunta trabaja en la redacción de la ley de protección de la salud de las persones menores y prevención de conductas adictivas. La previsión es que entre en funcionamiento este año. Y es que tanto el Gobierno autonómico como los profesionales de la salud están preocupados por el consumo de bebidas energéticas entre los menores.
La presidenta de la Asociación Galega de Pediatría de Atención Primaria, Amparo Rodríguez, alerta que "el consumo es más elevado de lo que debería". Basta con entrar en cualquier aula de estudio o gimnasio de la ciudad para comprobar lo extendidas que están estas bebidas entre los jóvenes. Los fabricantes prometen que su producto dará un chute de energía con apenas unos tragos, pero lo cierto es que hay otros peligros asociados a su consumo: alteraciones del sistema nervioso y cardiovascular, cambios en los ciclos de sueño, ansiedad o taquicardias son solo algunos de los efectos secundarios de estas bebidas.
Un estudio realizado por la Revista Español de Salud Pública estima que del 73% de los adolescentes de entre 16 y 17 años de España ha probado alguna vez una bebida energética y un 20% tiene un consumo regular. En la mayoría de casos (71,1%) el motivo es reuniones y celebraciones con amigos. Aunque también es habitual hacerlo en momentos de estudio (11,1%) y en época de exámenes (6,7%) o para rendir más en el ámbito deportivo (2,2%).
"El consumo es más elevado de lo que debería y se da cada vez a edades más tempranas. El problema es que no saben el peligro que supone para la salud", apunta Amparo Rodríguez sobre los datos. Agua, sacarosa, glucosa, taurina y cafeína son algunos de los componentes que pueden encontrarse en la cualquier lata de bebida energética. "No son refrescos ni bebidas isotónicas. Tienen compuestos que, en cantidades elevadas, actúan sobre el sistema nervioso central, alteran el sueño de los adolescentes y afectan al sistema cardiovascular aumentando la presión arterial", enumera la pediatra.
"Tienen compuestos que, en cantidades elevadas, actúan sobre el sistema nervioso central, alteran el sueño de los adolescentes y afectan al sistema cardiovascular aumentando la presión arterial"
Los peligros no se limitan a las afectaciones físicas, consumir habitualmente bebidas energéticas puede afectar en el estado de ánimo. Es habitual que los consumidores "pasen de la euforia al apagón en cuestión de minutos" . El impacto puede ser tal que muchos profesionales pediátricos ya preguntan a sus pacientes si beben habitualmente estos productos.
Amparo Rodríguez también defiende que en algunos casos las bebidas energéticas "pueden ser la puerta de entrada a otras sustancias". Explica que cada vez más jóvenes mezclan bebidas energéticas con alcohol. Un combo que puede ser brutal y que también abre la puerta a otras drogas, según su opinión.
Además, cuanto mayor es el consumo, más cantidad se requiere para tener los mismos efectos. "Vivimos en una sociedad muy complicada para nuestros adolescentes. Quizás han estado hasta las 3 de la mañana con la tablet y, como han visto que tomando estos productos estás más despierto, lo toman para ir al colegio y no dormirse. Tenemos un problema verdaderamente serio", reflexiona Amparo Rodríguez.
La ley gallega

Un menor de edad consumiendo una bebida energética.
La presidenta de la Asociación Galega valora muy positivamente la ley proyectada por la Xunta, aunque recuerda la importancia de regular la publicidad. Precisamente la norma gallega limitará la publicidad en centros sanitarios, colegios y recintos deportivos con alta afluencia de menores de edad.
La Xunta estima que el 40% de los jóvenes gallegos menores de edad y "el porcentaje va en aumento", sobre todo de sustancias estimulantes como la cafeína, la taurina o L-Carnitina. Por ello, es probable que a lo largo de 2025 ya sea necesario mostrar el DNI para comprar bebidas de este tipo.
Además, será obligatorio que en las tiendas se diferencien los refrescos y las bebidas energéticas y no podrá haber presencia de publicidad en centros sanitarios, docentes o espacios recreativos, además de que no estará permitido que este tipo de bebidas patrocinen eventos dirigidos a menores. También se regulará la presencia de máquinas expendedoras en lugares públicos.