Fran, el alma del Derby Café de Ferrol, se despide: "Lo que pasó estos días fue abrumador"
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Fran, el alma del Derby Café de Ferrol, se despide: "Lo que pasó estos días fue abrumador"
El hostelero ferrolano se despide del bar más antiguo de la ciudad entre aplausos, recuerdos y mensajes de cariño. Con los pies de nuevo en Mais Bolsos, reivindica la atención personalizada como clave del futuro de la hostelería y el comercio local
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Imagínate dejar tu trabajo y que tu ciudad se vuelque para despedirse de ti. Eso es lo que le ha pasado a Fran Fajardo, quien deja la gerencia del Derby Café, el local en activo más antiguo de Ferrol, después de diez años.
Todo empezó con un vídeo en redes sociales en el que anunciaba su retirada e invitaba a su clientela a compartir un último café o caña el pasado fin de semana. Lo que Fran no sabía era que a ese vídeo le iban a acompañar más de 50.000 visualizaciones y cientos de comentarios de agradecimiento por su gran profesionalidad y cercanía durante esa década al frente de la mítica cafetería ferrolana.
"Lo que pasó estos días fue abrumador", cuenta Fran todavía emocionado, "no sé cómo voy a hacer para contestar a todo el mundo, porque la verdad es que fue espectacular", mientras reconoce que no se esperaba la avalancha de cariño e incluso regalos que recibió sus últimos días en el Derby por parte de su clientela y compañeros de oficio.
Fran Fajardo es uno de esos hosteleros que parece haber nacido detrás de la barra, pero la realidad es que se formó profesionalmente en el seno Mais Bolsos, su pequeño negocio familiar, también mítico en la ciudad naval.
La crisis del 2008 le obligó a complementar su trabajo en la tienda con horas en el local de un amigo descubriendo-casi por accidente-el mundo de la hostelería, del que se enamoró hasta hoy. "Fui aprendiendo coctelería y no aprendí a hacer un café hasta hace seis años, cuando empecé a trabajar a diario en esto", cuenta entre risas.
Desde aquellos inicios hace ya casi dos décadas, la hostelería se ha transformado. Una evolución a la que todavía le falta camino por recorrer y que no afronta sus mejores momentos ante una falta de personal generalizada en el sector.
Para el ex gerente del Derby la solución pasa por un cambio de mentalidad tanto en el empresario como en el cliente. "No solamente hay que cobrar lo que vale el producto, hay que pagar el servicio", explica, "si tú quieres dar un buen servicio tienes que tener un personal mejor pagado, más cualificado y en mejores condiciones".
Condiciones que se traducen en un aumento de días libres para compensar el horario partido y el trabajo en fin de semana, o unas horas extras bien pagadas en temporada alta.
"El público también tiene que entender que hay que pagar más por la consumición y que el coste del servicio va a subir porque si no a la mínima que tiene una oportunidad fuera de hostelería se va", añade Fajardo, poniendo de ejemplos ciudades más grandes como A Coruña o Santiago donde -para él- ese cambio de mentalidad ya se está dando.
"Internet no nos va a fagocitar"
Con sus cosas buenas y sus cosas malas, para Fran Fajardo el trabajo de cara al público es su vocación y de ella no va a despedirse, pues deja el Derby para volver a retomar a tiempo completo su negocio ‘Mais Bolsos’ a escasos metros de la cafetería.
Fajardo vaticina buenos tiempos para el pequeño comercio, a pesar de que tampoco atraviesa su mejor época. "No pinta de maravilla para el pequeño comercio, pero se siguen abriendo tiendas: Internet no nos va a fagocitar... El comercio va a aguantar porque tú en las ciudades paseas", contempla.
Fran Fajardo en Máis Bolsos.
Para él, tanto en un comercio como en un local de hostelería, hay algo con lo que no puede competir ni el pedido a domicilio ni la compra online: la atención personalizada. Algo que, para él, marcó la diferencia estos últimos diez años en el Derby.
Son miles las anécdotas que guarda de clientes fieles y de otros más esporádicos, como los cruceristas que siempre paran en el local al bajar a la ciudad. De ellos recuerda con especial cariño a un joven músico inglés, con quien pasó horas conversando. Al día siguiente dejó una reseña que aún conserva: "Este es el bar que me gustaría tener en la esquina de mi casa".
Para Fran, la reseña más bonita que podían haber escrito. "Hay gente que no lo entiende, pero nuestro trabajo es acompañar al que viene solo: con unas palabras, con atención", explica. "Al final vas a un bar y, si le dices algo hoy, mañana y pasado, ya no es solo un cliente: es un vínculo".
Y Fran Fajardo no tiene uno, sino cientos de vínculos en una ciudad que dice adiós a uno de sus mejores hosteleros, pero que recupera a uno de sus mejores comerciantes en la Calle Real.